Televisión
Elecciones a la vista: ¿Por qué el próximo debate electoral puede ser con doce candidatos?
La reforma de la ley electoral que está tramitando el Gobierno podría desembocar en ese escenario
En 1993 se celebró en España el primer cara a cara electoral y enfrentó a Felipe González y José María Aznar, un modelo de contienda a dos que la reforma legal prevista por el Gobierno no limitará, aunque sí obligará a celebrar al menos un debate con todas las fuerzas parlamentarias.
Con la actual composición del Parlamento, serían doce los candidatos con derecho a participar en un debate organizado por RTVE en las próximas elecciones generales de 2027, siempre que dé tiempo a que el Congreso respalde la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) aprobada este martes por el Consejo de Ministros como anteproyecto.
En principio no tendría que haber grandes problemas para que los grupos avalaran la obligatoriedad de los debates electorales, ya que se trata de una demanda largamente pedida por todos las formaciones políticas.
Especialmente las minoritarios, que ven en ellos una oportunidad para transmitir sus programas en condiciones de igualdad con las fuerzas mayoritarias, sin depender de las ofertas que puedan hacerles las cadenas de televisión y otros medios de comunicación.
Ahora son los medios los que formulan las propuestas de debate, movidos principalmente por las audiencias. Si los partidos aceptan la invitación, sus equipos de campaña se ocupan de pactar cada detalle, con la autorización de la Junta Electoral Central, el organismo competente ante la ausencia de una normativa reguladora.
Hueco para todos entre los golosos cara a cara
El anteproyecto de reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General elaborado por el Ministerio del Interior, al que ha tenido acceso EFE, busca que, al margen del espectáculo de los cara a cara con los líderes de las dos fuerzas mayoritarias -el más goloso para las cadenas-, también haya un hueco para el resto de candidatos a la Presidencia del Gobierno.
Obliga así a que en los debates electorales concurran los partidos que compiten en esos comicios, salvo causa justificada que sea aceptada por la Junta Electoral competente.
La reforma fija la participación de todos los candidatos de las formaciones políticas que obtuvieron representación en las anteriores elecciones equivalentes y abre la posibilidad a que intervengan representantes de "grupos políticos significativos".
Bajo esta denominación se englobarían formaciones que aunque no concurrieron en los comicios anteriores equivalentes, en posteriores elecciones en el ámbito territorial del medio de difusión público de que se trate, hayan obtenido al menos un 5 % de los votos.
Una disposición que recoge el criterio aplicado hasta ahora por las juntas electorales. En mayo de 2019 la Junta Electoral Provincial de Madrid impidió que los candidatos de Más Madrid participaran en los debates de Telemadrid.
En cambio sí permitió ir a Vox, que logró más de un 5 % de los votos en la circunscripción madrileña en las generales de un mes antes.
Momentos estelares
Fue a partir de la irrupción de nuevos partidos cuando las cadenas comenzaron a interesarse por ampliar los protagonistas. Hasta entonces los debates en España se habían restringido a los candidatos a la Presidencia del Gobierno del PSOE y el PP.
La primera vez en la que dos aspirantes a La Moncloa se enfrentaron en un debate televisivo se produjo con motivo de las elecciones de 1993, dos años y medio después del nacimiento de las televisiones privadas. Y fue Antena 3 quien organizó el cara a cara entre Felipe González y José María Aznar, pese al recurso de IU que argumentaba que marginaba al resto de los candidatos.
Le siguieron otros cinco hasta 2015 y uno más en 2023, tras ocho años sin acuerdo entre los partidos para celebrarlos.
Los duelos entre los principales aspirantes a la Moncloa siguen siendo uno de los grandes espectáculos televisivos por los que luchan las cadenas, porque atraen más espectadores y dejan las frases y anécdotas más llamativas.
Uno de los más recordados es el que mantuvieron el 14 de diciembre de 2015 el entonces presidente y líder de los populares Mariano Rajoy y el candidato de los socialistas Pedro Sánchez, quien le dijo al primero que el presidente del Gobierno tenía que ser "una persona decente"; "y usted no lo es", le espetó.
"Hasta ahí hemos llegado", respondió Rajoy, que tachó a Sánchez de "ruin, mezquino, miserable y deleznable".
Uno de los instantes más cómicos se produjo cuando el 25 de febrero de 2008 el candidato a la reelección, José Luis Rodríguez Zapatero, que abrió el debate con el radiofónico "buenas noches y buena suerte", criticó que el PP hubiera practicado regularizaciones de inmigrantes hasta con un "bono-bus", a lo que Rajoy respondió con semblante de sorpresa: "¿Qué es eso?".
Y una semana después en el segundo debate entre ambos de esa campaña, la protagonista fue "la niña" de la que habló el líder de los populares en el minuto final: "En esa niña pienso. Esa niña está en mi cabeza".
En el último celebrado, el 10 de julio de 2023 el ahora líder del PP, Alberto Nuñéz Feijóo, dejó a Sánchez encima de la mesa una propuesta por escrito de pacto para dejar gobernar a quien consiguiera más votos, propuesta que nunca se concretó