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ETA inscribe a EH Bildu como partido para que sea el sucesor de Batasuna

El objetivo es crear un partido único abertzale que fagocite a Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternatiba

Acto alectoral de Bildu, EA y Alternatiba en San Sebastián en abril de 2011
Acto alectoral de Bildu, EA y Alternatiba en San Sebastián en abril de 2011larazon

Los dirigentes formalizaron el pasado 1 de abril el registro de una nueva federación integrada por Eusko Alkartasuna, Sortu, Aralar y Alternatiba. Los estatutos establecen que la autodeterminación es irrenunciable y prevén sanciones para aquel que discrepe en público de su ideario

ETA ha tomado ya la decisión y ahora se trata de calcular los tiempos, que no las formas, porque el que manda es el que manda, para que las escisiones que se puedan producir en los partidos coaligados sean las menores y no afecten al número de votos que pueda conseguir en cada elección su brazo político, la llamada izquierda abertzale.

Según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, la banda y los dirigentes que tiene colocados en su entramado han decidido que la «nueva» Federación Euskal Herria Bildu, integrada por Eusko Alkartasuna, Sortu, Aralar y Alternatiba, se inscriba como tal en el Registro de Partidos Políticos del Ministerio del Interior, lo que se formalizó el pasado 1 de abril.

Este paso, de carácter legal, es el primero de un plan cuyo objetivo final es la creación de un partido único abertzale, como fueron en su día Herri Batasuna, Batasuna o Euskal Herritarrok, en el que quedarían fagocitadas las otras formaciones que, al menos sobre el papel, cuentan ahora con una cierta autonomía dentro de la federación EH Bildu. Tal y como adelantó este periódico en su edición del pasado 21 de abril, ETA ha decidido la creación de un partido único en el que mandarán los terroristas o las personas en las que ellos deleguen. En el comunicado hecho público el día anterior, con motivo del Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca), la banda señalaba que «el proceso de transición que Euskal Herria precisa llevar a cabo nos obliga a todos a dar pasos que hasta ahora han sido desconocidos, al igual que a tejer un apoyo más sólido frente a los ataques que nos vengan desde el exterior. Si en los próximos años cristaliza en su totalidad una nueva organización política y social que se asiente en la soberanía, será imprescindible para ello articular una capacidad e iniciativa colectiva más amplia que la habida hasta ahora». Según las citadas fuentes, lo que se escondía detrás del citado párrafo, escrito con el lenguaje ampuloso y críptico que, cuando les interesa, utilizan los pistoleros, era el anuncio de la estrategia que se iba a desarrollar en los próximos meses, con una duración que estará en función de la resistencia que ofrezcan Eusko Alkartasuna (EA), Alternatiba (Ab) y Aralar (Ar), llamadas a ser fagocitadas. ETA justificaba su estrategia en que «ahora es el momento de actuar como pueblo y, conjuntadas las fuerzas en el proceso popular, de dar saltos cualitativos. Una de las claves del éxito del proceso de cambio será poner a favor de ese proceso el grado de experiencia y creatividad que se ha acumulado en Euskal Herria en todos los ámbitos. Por ello, pensamos que es primordial que todos los agentes y ciudadanos del conjunto de territorios vascos renueven la aportación que deben dar al proceso de cambio. Porque el momento de cambio que vive Euskal Herria nos interpela a todos», lo que traducido al lenguaje coloquial quiere decir que EA, Ab y Ar tenían que aceptar su desaparición en el momento en que se considere que hay que adoptar esta medida.

La presentación del escrito en el Registro de Partidos Políticos del Ministerio del Interior conlleva la aportación de unos estatutos, en los que se establecen cuáles son los órganos de dirección de la federación, modo de elegirlos, derechos y deberes de los militantes, etcétera. En definitiva, todo lo que supone la estructuración de un partido político que, guste o no a los dirigentes de EA, Ar y Ab, estará, de momento, controlado por ETA a través de Sortu. Estos partidos serán utilizados mientras convenga a la causa y, cuando se considere llegado el momento adecuado, serán llamados a desaparecer.

De todas maneras, EA, Ab y Ar no se pueden llamar a engaño ya que documentos internos de ETA, publicados en su día por LA RAZÓN, concebían una coalición con Eusko Alkartasuna, como forma de hacer desaparecer del mapa electoral a Aralar (al que se consideraba el «compañero regionalista» del PNV) y Alternatiba. Por ello, se proponía de momento «un acuerdo de colaboración entre EA y la izquierda abertzale con el objetivo de reforzar un núcleo del bloque desplazando a Aralar y Ab» (que, ante la amenaza inminente, optaron por pasar por el aro y sumarse a los proetarras). La fagocitación de Ar y Ab ya estaba entonces en los planes de ETA. Ahora, EA, que, según las citadas fuentes, ha sido el compañero imprescindible en esta estrategia, ha sido incluido entre los que tienen que integrarse en el partido único.

Los estatutos establecen que la autodeterminación es irrenunciable

«Será acción susceptible de sanción (que pueden llevar aparejada la separación del cargo) la manifestación pública, por cualquier medio de difusión, de opiniones, ideas o comentarios contrarios a las decisiones, acuerdos y resoluciones de los órganos de EH Bildu». El citado párrafo forma parte de los estatutos de la Federación del mencionado partido, formalizados ante un notario de Vitoria, que fueron entregados el pasado 1 de abril en el Ministerio del Interior, a los que ha tenido acceso LA RAZÓN. Pese a que se asegura que la nueva formación, «con personalidad jurídica propia», mantendrá la «soberanía jurídica y organizativa» de los partidos integrantes (Sortu, Eusko Alkartasuna, Alternatiba y Aralar), en los estatutos se observa una tendencia a la unificación.

Se dice que las decisiones se adoptarán por «consenso» y que, sólo «con carácter excepcional, se admite la posibilidad de que cada partido pueda explicar su posición en aquellas cuestiones que éste considere esenciales y en los que no haya sido posible fijar una posición unificada, siempre sin caer en contradicciones en el seno de la coalición». En una palabra, que las posibilidades de disentir quedan cerradas y, si se abre alguna vez la puerta, será con el permiso del que manda. La sede social de la Federación, que nace «sin patrimonio».

La «autodeterminación y la emancipación de Euskal Herria» son objetivos irrenunciables. Se estructura en diferentes «mesas»: Hego Euskal Herria (País Vasco y Navarra), comunicación; finanzas, institucional, grupos sectoriales, disciplinaria, garantías y congreso nacional.