
Investigación
El exjefe de la UDEF protegía un laboratorio de cocaína oculto en una plaza de toros
La UDYCO consigue relacionar un nuevo negocio del narco conocido como el "Tigre" con Óscar Sánchez

Verano de 2024. La UDYCO de la Policía Nacional desmantela un laboratorio de extracción de cocaína que estaba oculto debajo de una plaza de toros en una finca de Toledo. Las diligencias de los agentes antidrogas han conseguido esclarecer que varios meses después que este negocio formaba parte del entramado del "Tigre" y contaba con la protección de Óscar Sánchez, el exjefe de la UDEF que fue detenido con casi 20 millones de euros emparedados en su casa.
El desmantelamiento de este laboratorio clandestino ha sido uno de los grandes éxitos de la Sección III de la UDYCO Central. Los agentes acabaron con una organización dedicada a la introducción en España de cocaína, procedente de Colombia e impregnada en cajas de cartón de transporte de fruta, y su posterior transformación en un laboratorio clandestino.
La vinculación de esta banda con Óscar Sánchez y con el "Tigre" se ha producido varios meses después con el avance de las diligencias, según afirman fuentes policiales a LA RAZÓN. Y es que una de las ramas de esta organización se dedicaba a la introducción de la droga en el puerto de Málaga utilizando una empresa frutícola como pantalla.

En este punto era donde entraba el exjefe de la UDEF y el conocido narco madrileño. Unas nuevas actuaciones desvelan que esta parte de la red contaba con el apoyo desde Dubái del "Tigre", según ha avanzado 'Narcodiario'. Los contenedores de esta trama también fueron marcado en la base de datos policial por Óscar Sánchez. Una dinámica que ya se venía repitiendo en el tiempo tal como confirmó el Grupo 43 de la UDYCO Central.
El exjefe de la UDEF marcaba los contenedores
Sobre este aspecto, uno de los informes del caso, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, desvela que antes de la llegada de este inspector jefe la UDEF de Madrid no había marcado ningún contenedor con droga. Cuatro años después, los tres equipos que controlaba Óscar inscribieron más de 500 contenedores en la base de datos de la Policía Nacional.
En este último caso, el laboratorio se ocultaba bajo el tendido de una plaza de toros ubicada en una finca rústica de grandes dimensiones en La Puebla de Montalbán (Toledo) que, además, contaba con un campo de olivos y explotación ganadera. Fueron detenidas 28 personas en Toledo (13), Madrid (8), Málaga (5) y Colombia (2) y se realizaron registros en Madrid (8), Toledo (5) y Málaga (4), en los que se intervinieron 47 kilos de cocaína, 20 kilogramos de cocaína base, 3.000 litros de precursores líquidos y 300 kilos de sólidos, tres armas de fuego, 20 vehículos y más de 245.000 euros en efectivo.

Los agentes iniciaron entonces una investigación sobre la empresa de importación de frutas, con sede en Málaga. Fruto de estas gestiones pudieron averiguar que esta organización se había reunido, en varias ocasiones, con los hijos de un ex sicario colombiano, jefe de una “oficina de cobro” que vendía sus servicios a los cárteles colombianos instalados en nuestro país. En los últimos años, este hombre había reconvertido su negocio de cobro y sicariato en una potente organización de introducción y distribución de cocaína en España.
El cabecilla de la familia transmitía las directrices a los miembros de más alta jerarquía, que eran sus propios hijos y su sobrino venido de Colombia, para que éstos lo difundieran a los escalones más bajos, encargados de las labores más expuestas como transportes de sustancia estupefaciente y de dinero obtenido de la venta de la misma. En un momento de la investigación, los agentes detectaron la llegada al puerto de Málaga de un contenedor, procedente de Colombia, en cuyo interior se encontraba un cargamento de plátanos dentro de cajas de cartón contaminadas.
Una empresa frutícola en Mercamadrid
Los miembros de la rama de la organización asentada en Málaga, dueños de la empresa de importación, alquilaron una nave industrial en una pequeña población, donde procedieron al cambio de las cajas que venían impregnadas con cocaína por otras nuevas. Para esta labor, contrataron a una cuadrilla que estuvo durante tres días realizando este trabajo, bajo las órdenes de los principales investigados y pernoctando en una finca cercana, aislados totalmente del exterior.
Por otra parte, las nuevas cajas con los plátanos fueron trasladadas hasta Mercamadrid, para continuar simulando así la actividad comercial que servía de fachada. Una vez recibida la droga por parte de los miembros de la organización en Madrid, éstos iniciaban una actividad incesante ya que debían de recibir a los encargados de la extracción y procesamiento de la droga, quienes llegaban a nuestro país por un corto periodo de tiempo.

En una segunda fase de explotación, en las provincias de Málaga y Madrid, en la que se detuvo a ocho personas de origen colombiano, chileno y español, residentes en Málaga y Madrid, que eran los encargados de la introducción del estupefaciente en España desde Colombia, haciendo uso de empresas de importación de fruta, así como de la manipulación y la entrega de los cartones contaminados en origen a los encargados de sus extracción y venta final. Para cerrar el círculo sobre todos los estratos de esta organización criminal internacional, la Audiencia Nacional emitió diversas Órdenes Internacionales de Detención para el arresto de varios de los principales miembros de la organización suministradora en Colombia.
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