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Decisión

Feijóo calla al PP con Mazón: No hará el juego al PSOE

No forzará su dimisión, pero sostiene que "no estuvo a la altura" el día de la Dana

Hay un desgaste que es imposible de frenar ya. El presidente de la Comunidad Valenciana lastra no solo al PP regional, sino también a las filas populares a nivel nacional y en todos los rincones del partido son conscientes de ello. Pero, no por ello, los populares van a caer en el juego de la izquierda, que busca precisamente ganar la Comunidad Valenciana a costa de la debilidad y falta de credibilidad de Carlos Mazón ante su desastrosa gestión en las primeras horas de la DANA. La Comunidad Valenciana es vital para el PP y dejar caer a Mazón ahora –mientras que no haya datos objetivos sobre su mala gestión en la reconstrucción– no está en los planes de Alberto Núñez Feijóo. No entregarán el «trofeo» que la izquierda desea.

El PSOE trata de rebajar su responsabilidad en la DANA para proteger a la entonces vicepresidenta tercera, Teresa Ribera –responsable de la AEMET y de la Confederación Hidrográfica del Júcar– y a la delegada del Gobierno en la Generalitat, Pilar Bernabé. Y ante esto, Feijóo, mantuvo ayer el apoyo a su barón autonómico frente a los ataques del Gobierno. No significa esto que líder nacional mantenga la confianza en el jefe del Consell. Hace tiempo que la perdió. Son dos cosas distintas y ayer quedó en evidencia.

Feijóo respondió a las preguntas, después de cuatro días en los que su silencio ha disparado todas las alarmas en el partido. Tanto altos cargos como cuadros medios pedían al presidente «hacer algo» para frenar la hemorragia que empezaba a contagiarse a las siglas nacionales. El presidente reconoció que Mazón no había «estado a la altura» en la gestión de la DANA y equiparó su responsabilidad al del Gobierno de la nación. Eso sí, y en este momento es cuando quiso conceder aire a Mazón frente a los ataques de la izquierda, «solo uno ha pedido perdón». Según el líder del partido, la «reacción de la administración central y de la autonómica ha sido diametralmente diferente». Mazón llevó a cabo «una crisis de gobierno» y «ha ligado su futuro a la reconstrucción», mientras que el Ejecutivo de Sánchez se ha dedicado a «perseguir a un adversario público». Así, diferenció entre «un Gobierno que está lleno de soberbia y que no está pensando en la reconstrucción de Valencia, sino en intentar erosionar al ejecutivo de la Comunidad Valenciana». El apoyo de la dirección nacional a Mazón quedó también totalmente delimitado. Vinculado a la reconstrucción y frente a la ofensiva de la izquierda. Aunque haya dudas que se quedan en el aire.

Por ejemplo, la pregunta sobre si el presidente de la Generalitat debe dimitir por su responsabilidad en la DANA se quedó sin contestar, a pesar de que los periodistas formularon esta cuestión al presidente del PP en varias ocasiones. Feijóo aseguró que su posición no había «cambiado» sobre el presidente valenciano. «La postura del PP es clara desde el primer instante y no vamos a cambiar de opinión cada diez días», contestó al ser interrogado sobre si había pedido a Mazón que diera un paso al lado en la Generalitat.

De momento, no hay intención en el PP nacional de forzar la dimisión del jefe del Consell. Al menos en el corto plazo, a pesar de que ha sido una reclamación unánime dentro del partido durante este fin de semana. Ante las diferentes peticiones que ha recibido, el presidente ha optado por continuar, de momento, con el «plan A», que pasa por esperar a verano, cuando debe tener lugar el congreso regional del partido regional para renovar su liderazgo.

En esos momentos, Génova ya tendrá una fotografía real sobre el grado de gravedad que supone o no mantener a Mazón como líder autonómico. Esto es, con encuestas firmes. De momento ya circulan algunos sondeos internos que confirman el hundimiento del PP valenciano con Mazón a la cabeza, pero Génova ha optado por esperar a ver «cómo evoluciona» la situación después de haber comprobado que ninguno de los «planes B» que hay sobre la mesa, albergan la solución. Ni forzar el cese de Mazón al frente de la Generalitat, ni convocar una gestora en el partido, y, mucho menos, adelantar elecciones autonómicas ante un PSOE y un Vox al alza.

Ahora, los populares buscan «pasar página» de un foco que les está distrayendo de su objetivo: seguir armando la alternativa de gobierno frente a «un gobierno corrupto». Ayer volvió el propio Feijóo a esa estrategia al protagonizar un acto para visualizar su apoyo a los autónomos.