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Obama: «Queremos una España fuerte y unida»

El presidente estadounidense se compromete a acoger refugiados de Siria y asegura que viajará a España para devolver la visita de los Reyes

Los Reyes junto al presidente de EE UU y la primera dama en la Casa Blanca
Los Reyes junto al presidente de EE UU y la primera dama en la Casa Blancalarazon

El presidente estadounidense se compromete a acoger refugiados de Siria y asegura que viajará a España para devolver la visita de los Reyes.

Lejos queda aquel 1976 en que el presidente Gerald Ford, en la cena de gala que ofreció al Rey Don Juan Carlos, llamara a España «Stain» por error. El viaje del entonces Jefe de Estado fue crucial para la apertura de la nueva etapa en las relaciones diplomáticas entre ambos países y ayer, 40 años después, según se pudo observar durante todo su encuentro con Felipe VI, las relaciones están en uno de sus mejores momentos asegurando que «estamos profundamente comprometidos en mantener una intensa relación con una España fuerte y unida». Este mensaje tuvo lugar en el Despacho Oval del presidente, tras 45 minutos de reunión con Felipe VI, durante su primera visita a la Casa Blanca desde que fuera proclamado Rey. Allí, el presidente estadounidense también mostró suinterés en colaborar con nuestro país en materia de seguridad: «Hay que fomentar la cooperación en temas de terrorismo y seguridad internacional». A este respecto, prometió que su país acogerá a refugiados de Siria. Por su parte, el Rey también se dirigió a la prensa para mostrar el potencial de España: «España recupera el pulso en la economía». En este encuentro estuvieron presentes, además, el Jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

Las relaciones entre el Ejecutivo estadounidense y la Corona española han estado dirigidas a fortalecer la unión entre ambas naciones por encima de los contratiempos entre ambos gobiernos: la última visita de Don Juan Carlos, quien fuera el primer Monarca europeo en ser recibido por Obama en 2010, fue determinante para ello tras retirar el anterior presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, las tropas españolas de Irak. En aquella ocasión sí se ofreció un almuerzo al padre de Felipe VI y a Doña Sofía, y estuvieron hospedados en la Casa Blair –dependencia de la Casa Blanca para huéspedes ilustres–, no así Don Felipe y Doña Letizia, quienes no comieron allí y se alojarán en un hotel durante las tres noches que pasarán en Washington. Según fuentes de Zarzuela, es debido a una «cuestión de tiempos», no un desmerecimiento, ya que Don Juan Carlos, por el contrario, no se reunió con Obama en su despacho, y el cambio de alojamiento se fundamenta en que ésta es una visita oficial, no de Estado.

Al cierre de esta edición, los Reyes tenían previsto acudir al Senado para mantener una reunión con la Comisión de Asuntos Exteriores, donde serán recibidos por el presidente de la Comisión –republicano– y por Ben Cardin, portavoz del Partido Demócrata en la Comisión de Asuntos Exteriores. Desde su fundación en 1816 se han tratado entre sus paredes asuntos tan relevantes como el establecimiento de las Naciones Unidas en 1945.

Don Felipe ya mantuvo un encuentro con el líder norteamericano durante su viaje a Nueva York con motivo de celebración de la Asamblea General en Naciones Unidas. Tuvo lugar en el hotel Waldorf Astoria, y analizaron la cooperación internacional entre ambos países y constataron la «buena sintonía» existente, línea que se seguirá en la inminente reunión.

Ya cuando se anunció esta visita, el pasado mes de junio, el portavoz del Gobierno estadounidense, Josh Earnest, anunció oficialmente la invitación cursada a los Reyes de España, con el objetivo de reforzar los «fuertes y duraderos lazos entre los pueblos estadounidense y español». Reivindicar el papel decisivo de España en la historia de Estados Unidos es otro de los objetivos prioritarios del viaje. Y los dos actos previos a este encuentro demostraron dicha influencia, aunque uno de ellos de forma paradójica. Porque a primera hora de la de la mañana visitaron la residencia del primer presidente americano, George Washington. Cuando su hermano mayor heredó la finca, la bautizó como Mount Vernon, en recuerdo del vicealmirante Edward Vernon, quien, contando con 186 naves y unos 30.000 hombres, fuera fulminado por el español Blas de Lezo en Cartagena con apenas seis navíos y 3.500 hombres. Después de visitar el edificio principal y de firmar en el libro de honor de Mont Vernon –donde fueron recibidos por una fila de soldados vestidos con el uniforme del antiguo regimiento español de Lusiana–, accedieron a la residencia del «Padre de la patria» estadounidense, en la que se catapultaron siglos atrás imaginándose cómo serían sus vidas a través del «Salón Nuevo» y el vestíbulo central. Tras el acto, se dirigieron al panteón de George Washington para realizar en su tumba y en la de su esposa, Martha, una ofrenda floral. Los Reyes hicieron una parada previa a su cita en la Casa Blanca en la Biblioteca Nacional Freud W. Smith, en la que entregaron una reproducción de las cartas credenciales del primer Embajador de EE UU de América en España dirigidas a Carlos IV y firmadas por George Washington. Precisamente, en esta biblioteca se encuentran una copia del «Quijote» que el embajador Diego de Gardoqui regaló al presidente estadounidense y otra de su traducción al inglés. Ésta la adquirió en Filadelfia el mismo día en que firmara la Constitución de Estados Unidos.