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Fernández Vara: «El PSOE necesita a Susana Díaz para ganar las elecciones»

Tras la derrota de su candidata en las primarias del PSOE puso su cargo a disposición de Sánchez, que le respondió con una oferta de integración para entrar en su equipo. Ahora hablan con frecuencia.

Guillermo Fernández Vara
Guillermo Fernández Varalarazon

Tras la derrota de su candidata en las primarias del PSOE puso su cargo a disposición de Sánchez, que le respondió con una oferta de integración para entrar en su equipo. Ahora hablan con frecuencia.

–Su nombre es sinónimo de integración, de hecho la única que ha existido del sector no alineado con Pedro Sánchez. ¿A qué cree que se debe?

–Desde el primer momento sabía que había que estar con quien ganara el 39º Congreso. Esas primarias unos las ganaron y otros las perdimos, pero ganó el PSOE. Yo no tuve una sensación de derrota, tuve la sensación de que habíamos perdido una votación, pero que el partido había ganado. Por eso, primero puse mi cargo a disposición del secretario general y después él me llamó para que formara parte del Consejo de Política Federal.

–¿Cómo fue esa primera conversación con Pedro Sánchez?

–Muy sincera, entre dos personas que llevaban algunos meses sin hablar, pero donde en lo personal no se había roto nada. Habíamos sido muy buenos amigos y eso estaba ahí. Le dije que si en algún momento le había ofendido, no había sido mi intención.

–¿Han retomado la relación que tenían antes?

–Absolutamente. Hablamos con mucha frecuencia.

–¿Telefoneó a Susana Díaz para comunicarle que había aceptado la oferta de Sánchez?

–Sí. Susana tiene esa sensación de cuando peleas por algo y no lo consigues, pero va a seguir siendo una parte muy importante de este partido, porque su federación lo es. El PSOE necesita a Susana Díaz para ganar las elecciones y Susana Díaz necesita al PSOE para ganar en Andalucía.

–Desde la Ejecutiva de Sánchez se sostiene que la presidenta andaluza ha perdido ya el apoyo de todos los dirigentes territoriales que la apoyasteis en las primarias, ¿es así?

–Yo no he estado en ninguna componenda. Sencillamente, ante una elección, tuve una opción. Quien ganó las primarias y luego fue ratificado en el Congreso es el secretario general de todos los socialistas.

–¿Existe una lealtad al territorio distinta de la que se profesa al PSOE?

–No, pero hay momentos en los que tú puedes ser respetuoso 100% con lo que el partido dice y otros, en los que en tu condición de presidente, tienes que marcar tu posición. Eso el secretario general lo entiende perfectamente. Cuando está en juego la región a la que representas, tienes que defender sus intereses.

–En concreto, este conflicto de legitimidades surge a raíz de la idea de «plurinacionalidad» que defiende el PSOE y que no es aceptada por Andalucía, ¿qué le parece?

–Yo no creo que nadie esté en contra de esto, porque hacerlo sería estar en contra de la Constitución, que ya hablaba de nacionalidades en plural. Lo que decimos los socialistas es que en el artículo 2 de la Constitución –en el contexto de unidad y soberanía que reside en el pueblo español–hay que perfeccionar lo que el constituyente entendió por esa realidad plurinacional. Eso es lo que decimos y lo que estamos dispuestos a discutir cuando llegue el momento.

–En seis meses ha pasado de decir que «España no es un Estado plurinacional compuesto por 17 trozos» a señalar que la plurinacionalidad no supone «inventar nada nuevo» y que «no pone en discusión ni la unidad de España, ni la soberanía del pueblo español». ¿A qué se debe este cambio de discurso?

–Y lo sigo diciendo. Creo en una España que es más que esos 17 trozos, por eso hay que reforzar los instrumentos de cohesión en nuestro país. Opino que hay determinadas decisiones que deberían volver al ámbito del Gobierno de España.

–¿Qué decisiones?

–Por ejemplo, no puede ser que cada comunidad autónoma vacune a sus niños de cosas diferentes. Eso es un disparate. A lo largo de los últimos 40 años hemos hecho algunas cosas bien y también algunas tonterías.

–¿Es la reforma de la Constitución la solución para el desafío soberanista?

–Lo creo desde la Declaración de Granada, que fue un esfuerzo que hicieron las federaciones del PSOE y la dirección para promover una tercera vía. Hay algo que es incuestionable y es que Cataluña es la única comunidad de España que no tiene el estatuto que quisieron sus ciudadanos. Ese estatuto lo aprobó el Parlamento español, las Cortes Generales, el Parlament de Cataluña y lo refrendaron los catalanes, y luego fue anulado en gran medida por el Tribunal Constitucional. Eso estuvo en el origen del problema. Hubo gente que no era independentista, a la que convocaron un domingo por la mañana para votar y después vio que aquel voto no sirvió de nada. Les hubo que evolucionaron hacia posiciones soberanistas como consecuencia de esa realidad y eso es lo que tenemos que recuperar.

–Pero sin sumar al PP, no existe el consenso necesario para sacar la reforma de la Constitución adelante...

–Habrá que hablar. El PP en algún momento de toda esta historia tendrá que salir del enrocamiento y acudir a la plaza del diálogo.

–Rajoy ha dicho que «antes del 1 de octubre no es partidario de hacer nada»...

–Cuando decidan. Al PSOE no se le puede poner en duda su posición absolutamente firme de defensa de la legalidad, pero esto no es incompatible con poner encima de la mesa propuestas.

–¿Y es compatible reconocer las aspiraciones nacionales de Cataluña –como recoge la Declaración de Barcelona del PSOE– con mantener la igualdad entre territorios?

–Si no es compatible, no se hará.

–¿No existe el riesgo de que otras comunidades demanden ese reconocimiento?

–No, el PSOE sin la cohesión y la solidaridad dejaría de ser el partido que es. Por eso tengo la plena seguridad de que no va a ser así.

–Se lo digo porque cuando se propuso la quita de deuda para Cataluña, la Comunidad Valenciana también la reclamó...

–No se pueden adoptar medidas para unos que no se adopten para los demás.

–¿Tiene que dimitir Mariano Rajoy por la presunta financiación ilegal del PP?

–Tiene que asumir la responsabilidad y la manera de dirimir la asunción de responsabilidades en política es esa. Esta es la razón por la que Pedro Sánchez pidió su dimisión. Es difícil decir que, aunque tú no estés en el día a día de la gestión de las cuentas, no tienes ninguna responsabilidad, por acción o por omisión.

–Se pide la dimisión de Rajoy, pero no está en la hoja de ruta del PSOE promover una moción de censura que obligue al presidente a marcharse...

–No soy yo el que lo tiene que decidir, pero estamos trabajando para que se visualice que representamos la centralidad y el referente de la izquierda en nuestro país y el antagonismo de proyectos diferentes.

–¿Dónde debe ubicarse el PSOE para alcanzar acuerdos: más cerca de Unidos Podemos o de Ciudadanos?

–El PSOE debe estar cerca del PSOE. Una formación con las ideas claras, con la capacidad de liderar los cambios y las reformas que este país necesita, fiel a sus principios y a sus valores y con capacidad de ser un partido de mayorías. El PSOE tiene una carta de presentación muy significativa: aquí está lo que hicimos para modernizar una primera etapa de España e igualar en derechos en una segunda etapa. Es un partido con una historia brillante.

–Si la estabilidad de la región lo requiere, como en el caso de Castilla-La Mancha, ¿se ve gobernando con Unidos Podemos en Extremadura?

–En Extremadura el PSOE fue la lista más votada, no hay ninguna otra alternativa. No veo a Podemos gobernando con el PP.

–Eso en su región no es una garantía, en 2011 IU permitió que gobernara el PP...

–Y desapareció en las siguientes elecciones...

–¿Hace autocrítica de cómo se desarrollaron los acontecimientos que derivaron en el Comité Federal pasado 1 de octubre?

–Aquello ya pasó y el 21 de mayo –con las primarias– el PSOE superó lo ocurrido el 1 de octubre en el amplio sentido de la palabra.

–¿Está recomponiendo Sánchez los puentes con las federaciones con las que estuvo enfrentado?

–Todos tenemos que hacer el mayor de los esfuerzos para darnos cuenta de que nosotros somos prescindibles y lo más importante es el partido como instrumento de cambio de nuestro país y, en este sentido, hacer lo que más interese al PSOE: que esté unido y fuerte.

–La victoria de Sánchez supuso una rebelión de las bases contra los dirigentes, ¿se considera alejado de la militancia?

–Acaban de demostrar hace muy poco que no, votándome casi el 70% de los militantes para ser su secretario general.

–Ahora que ha ganado las primarias, ¿concurrirá a la reelección como presidente en 2019?

–Falta una eternidad. Evidentemente yo estoy dispuesto a que así sea y será el partido el que lo tenga que decidir. Estoy con la ilusión del recién llegado.