Marca España
Foro de España: Voz de la Sociedad Civil
Una de las cuestiones que más se ha remarcado en la presentación de Foro España ha sido la defensa de la unidad territorial
Una de las cuestiones que más se ha remarcado en la presentación de Foro España ha sido la defensa de la unidad territorial.
El pasado 20 de septiembre se presentó en sociedad el Foro España de la solidaridad y el progreso, superando todas las expectativas la abrumadora asistencia de público de todos los ámbitos, lo cual representó ya un primer indicador de la necesidad que los ciudadanos tienen de auténticas y fiables referencias en el convulso escenario que representa nuestro país España, enfrentado a sus problemas generales en materia económico y social, mientras es ferozmente acosado por el intento de destrucción de la integridad nacional por parte del sector secesionista catalán que, además en los últimos días ha entrado en una fase de violencia callejera por parte de los comandos al servicio de la independencia, que empieza a ser verdaderamente preocupante.
Nace pues el Foro España para defender nuestra incuestionable unidad en un marco respetuoso y solidario de convivencia que ofrezca confianza en todos los sectores de la sociedad y quizás en especial a los jóvenes que son al fin y al cabo quienes van a heredar el patrimonio que hoy establezcamos para ello. Y es obligación nuestra hoy asegurar a las nuevas generaciones un futuro prometedor en convivencia y progreso pues si no es así, ellos en su día nos lo demandarán.
Cabe reparar en la pérdida de referencias en el país y se encienden las alarmas cuando los presidentes Rajoy, Mas, Puigdemont, los Vicepresidentes Junqueras y Sáenz de Santamaría, han sido víctimas de sí mismos, al igual que centenares de personalidades adyacentes arrastrados por la propia corriente o por corrupciones reiteradas y condenadas por nuestro Sistema Judicial. Hoy además se nos presenta un panorama de un gobierno débil sin legitimidad representativa alguna que derroca a otro gobierno saliente y que en tres meses ha introducido una ingente cantidad de nuevos personajes en la élite mientras por diversas razones ya se ha llevado por delante a tres de los nuevos titulares de carteras ministeriales.
Y ante todo ello encontramos el mutismo de la sociedad civil frente a hechos gravísimos que vienen a unirse al secuestro del Parlamento catalán y su desafío al estado de Derecho y a nuestras Leyes Fundamentales. Llama por tanto la atención la ausencia casi total de voces críticas de sectores de la sociedad civil, organizada o no, que de forma clara y rotunda denuncien esos luctuosos hechos, y entre tanto el empresariado, sectores profesionales, movimiento educativo, pensionistas y jóvenes en periodo de formación, parece que prefieren guardar un escrupuloso silencio como si la cosa no fuera con ellos, sin querer oír, ver o hablar. Se respira pues un espeso silencio.
Por todo ello resulta ineludible perderle el miedo a esa realidad, poner las cartas sobre el tapete y las verdades encima de la mesa para de forma segura disponernos a afrontar el conflicto, adoptando u obligando a adoptar a los responsables políticos aquellas medidas urgentes y necesarias que nos lleven a un nuevo largo período de prosperidad en paz y convivencia.
Teniendo en cuenta que tenemos al timón a aquellos en los que de una forma u otra hemos depositado la confianza, depende ahora y dependerá en un futuro muy próximo de nuestra soberana voluntad, de la de la gran mayoría de catalanes, de la rotunda y más poderosa mayoría de ciudadanos españoles, y por supuesto del enorme conjunto de pueblos europeos, establecer el rumbo adecuado de nuestro bloque occidental, compacto y unido. Y solo conseguiremos ese futuro si logramos definitivamente impedir todos aquellos intentos de ruptura que lo único que pretenden es el debilitamiento de Europa.
En ese contexto la misión del Foro España por la solidaridad y el progreso es movilizar a la sociedad civil española en la defensa de un proyecto de nación integrador y compartido con ilusión por todas sus generaciones mediante acciones eficaces en el ámbito de la comunicación, la historia, la cultura, la educación y el pensamiento, en un debate permanente encaminado a mejorar el bienestar de todos los ciudadanos por encima de sus emociones, procedencia e ideas. Solo así España seguirá por la senda de la convivencia y el progreso.
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