Bloqueo

El futuro CGPJ, clave en la renovación de la cúpula judicial: 86 plazas están ya sin cubrir

Afrontará una situación inédita por la acumulación de vacantes ante la imposibilidad del actual Consejo de realizar nombramientos al estar en funciones

El primer paso dado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, hacia una renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tutelada por la Comisión Europea permite atisbar una vía de escape a la insólita anomalía que supone que el órgano de gobierno de los jueces lleva más de cinco años en funciones. Una más, porque lo cierto es que durante estos más de sesenta meses se han abierto otras puertas que han terminado cerrándose de forma abrupta por los recurrentes desencuentros entre los dos principales partidos. Pero no solo eso. El resquicio de un posible acuerdo para que el ansiado relevo sea una realidad –espejismo o no, ya se verá– permite sobre todo albergar esperanzas respecto a la acuciante acumulación de vacantes sin cubrir en la cúpula judicial, que suman ya 86, con especial incidencia en el Tribunal Supremo, donde el 30% de su plantilla está pendiente de asignación.

Mientras no llegue un nuevo Consejo, el actual no puede proceder a los nombramientos, porque desde marzo de 2021 está impedido por ley para cubrir las vacantes en aplicación de una reforma legal con la que PSOE y Podemos querían apremiar al PP a negociar la renovación del CGPJ, pues confiaban en que la previsible montonera de vacantes dejaría sin argumentos a los populares. Pero lo cierto es que la reforma no consiguió la renovación del Consejo pero sí situar a la cúpula judicial, en especial al Supremo (con 24 vacantes), ante una situación muy complicada, con las salas de lo Contencioso y de lo Social asomándose al precipicio. Esa merma de efectivos también tiene consecuencias prácticas para los ciudadanos: según estimaciones del alto tribunal, cada año se dictarán mil sentencias menos.

Con el actual CGPJ maniatado, y después de que el Tribunal Constitucional haya avalado la polémica reforma que cercena las competencias del Consejo con el mandato caducado, la única posibilidad de que esas plazas tengan por fin dueño es la llegada de un nuevo CGPJ. Los nuevos vocales tendrán, por tanto, la responsabilidad de realizar al menos 86 nombramientos, muchos de ellos repartidos en puestos clave de la cúpula judicial. Por ahora, 24 vacantes se concentran en el Tribunal Supremo: una en la Sala de lo Penal, once la de lo Contencioso-Administrativo, siete en la Sala de lo Social y otras tres en la de lo Militar, que cuenta únicamente con cinco de los ocho magistrados en plantilla.

No solo eso. La presidencia de la Sala Penal de la Audiencia Nacional está igualmente vacante desde que la actual magistrada del Tribunal Constitucional Concepción Espejel abandonara el tribunal en octubre de 2021. Del mismo modo, más de una veintena de presidencias de audiencias provinciales y siete de tribunales superiores de justicia están ejercidas de forma interina a la espera de la provisión de esas plazas por el CGPJ.

Con este escenario, el nuevo Consejo afrontará una situación insólita. Un proceso que durará meses y que dejará en manos de los vocales la responsabilidad de renovar a buena parte de la cúpula judicial a la espera de cómo evolucionen las tensiones entre el Ejecutivo y la magistratura a lo largo de la legislatura.