Bruselas

Gibraltar no es el Ulster

El acuerdo con la UE sobre la frontera con Irlanda del Norte siembra la esperanza en la colonia británica pero Zoido avisa: «Aquí las decisiones las tendrá que tomar España».

Banderas de la UE y del Reino Unido adornan la calle principal de Gibraltar
Banderas de la UE y del Reino Unido adornan la calle principal de Gibraltarlarazon

La cautela y el optimismo reinan a partes iguales en Gibraltar después de que el pasado viernes se hiciera público el acuerdo de la primera fase del Brexit. Los suaves contornos de un documento sin líneas rojas en el que no se hace referencia en ningún momento la espinosa cuestión gibraltareña provocó una ambivalente reacción en las autoridades del Peñón: Picardo habló de que la voluntad de evitar una frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda «crea oportunidades para el futuro más allá de la opción de un Brexit duro que algunos parecían estar contemplando. Todo ello hace que se trate «potencialmente» de una buena noticia para la colonia en opción de su ministro principal. No obstante, el acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea presentado el viernes incluye en su párrafo quinto una cláusula en la que se estipula que los términos del mismo no están definitivamente fijados y podrán someterse a cambios en el futuro. Es este punto el que provoca que el optimismo en la colonia esté teñido de cautela y no se confía en un «Gibraltexit» suave.

Es en la segunda parte de las negociaciones entre el Reino Unido y la UE cuando se hablará de la relación comercial y donde Gibraltar se juega su futuro. Fuentes gubernamentales españolas han dejado claro que cualquier acuerdo entre Londres y Bruselas no tendrá efecto alguno en la gestión de la Verja, cuya gestión deberá ser negociada por Madrid y Londres en negociaciones bilaterales. El ministro del Interior, en declaraciones ayer desde Jerez de la Frontera, reiteró esta posición cuando afirmó: «Aquí las decisiones las tendrá que tomar España, que será el país que tiene que tomar decisiones especiales y particulares respecto de Gibraltar y la competencia es de España», dijo. Será a partir de las 23:00 horas del 29 de marzo de 2019 cuando Reino Unido, y Gibraltar con él, dejará de beneficiarse de su estatus especial y la Verja pasará a ser considerada una frontera exterior de la Unión y, por lo tanto, España tendrá control total sin que observadores llegados de Bruselas impongan medidas que aseguren el libre movimientos de personas y vienes en las fronteras internas entre estados miembros. Para las negociaciones que comenzaran entonces, España sigue ofreciendo el modelo de doble soberanía para que Gibraltar pueda seguir disfrutando «de lo mejor de ambos mundos» –por utilizar la expresión del ex titular de Exteriores Margallo– y, al mismo tiempo, que nuestros país pueda ver atendida su reivindicación centenaria sobre la colonía británica. Es pertinente recordar que la colonia basa su derecho en el Tratado de Utrech y que este estipula claramente la ausencia de contacto entre España y el Peñón por su frontera terrestre.

Por otra parte, mañana lunes tiene lugar en Londres la quinta reunión del Consejo Ministerial Conjunto de Gibraltar y Reino Unido sobre el Brexit. El viceministro principal, Joseph García, encabezará la delegación gibraltareña en un encuentro que contará con la participación, por parte de la metrópoli, de Robin Walker, subsecretario de Estado del Parlamento. En la agenda de la reunión no sólo estará presente la marcha de las negociaciones del Brexit sino, lo que es crucial para la colonia, las relaciones entre el Reino Unido y la colonia a partir de marzo de 2019, ya que hasta el momento Londres trataba al Peñón como si fuera parte de la UE y la salida de la Unión fuerza a que se replanteen radicalmente las relaciones metrópoli.