Cortes

El Gobierno, debilitado: sin presupuestos y con menos leyes en tramitación que el PP

La legislatura cumple siete meses de vida con un Ejecutivo frágil: ha renunciado a las Cuentas y tiene en trámite cinco normas frente a las siete de los de Feijóo

Feijoo en el Pleno del Congreso que vota la amnistia
Feijoo en el Pleno del Congreso que vota la amnistia. David JarDavid JarFotógrafos

El Gobierno ha renunciado a elaborar los Presupuestos para 2024, un reflejo de la debilidad e inestabilidad que está acompañando al Ejecutivo de coalición en sus primeros meses de vida. De hecho, la XV Legislatura, que cumple este domingo siete meses de vida (desde el 17 de agosto), ha consumido ya casi un 15% de los cuatro años que puede tener como máximo y, de momento, el balance legislativo del Gobierno es más bien pobre: además de la renuncia a elaborar los Presupuestos por la falta de apoyos de los independentistas y de la cesión del PSOE con la amnistía, actualmente, tiene menos leyes en tramitación que el PP. Los populares ya han podido dar trámite a siete leyes que han pasado por el Pleno de Congreso o Senado mientras Moncloa tan solo tiene «avances» en cinco.

En total, el Gobierno tiene 15 proyectos de ley calificados en el Congreso (admitidos a trámite por la Mesa), de los cuales hay dos decretos que han sido convalidados por el Pleno de la Cámara y se encuentran en fase de enmiendas. Otros dos proyectos de ley que ya están plenamente en tramitación son la ley de paridad, que tuvo un debate de totalidad por la enmienda presentada por Vox; y, la ley que regula las enseñanzas artísticas superiores, que ha logrado el «sí» plenario al dictamen y ya se dirige al Senado para la aprobación final.

A partir de ahí, la ley para crear la agencia de salud pública ha logrado un espaldarazo ya que el Gobierno logró evitar las enmiendas a la totalidad en el último momento tras las amenazas de Junts y PNV. También se puede decir que empieza a asomarse a la puerta de la tramitación el proyecto de ley orgánica del derecho de defensa, ya que se encuentra en la fase de Ponencia, aunque todavía no ha habido reuniones. El resto de proyectos legislativos están directamente en fase de enmiendas: es decir, sin haber iniciado la tramitación, sin haber llegado a la fase de Ponencia.

Mientras el Gobierno almacena proyectos de ley, el PP va un paso más rápido y ya ha logrado dar trámite a siete iniciativas legislativas: de todas ellas, seis han partido del Senado y una del Congreso. Los populares disponen de mayoría absoluta en el Senado y están convirtiendo la Cámara Alta en un bastión para impulsar iniciativas parlamentarias y para tratar de fiscalizar al máximo al Gobierno (han creado una comisión de investigación del «caso Koldo»).

En todo caso, la tramitación de esas seis leyes en el Senado no obedece solo a que los populares tienen mayoría absoluta, ya que cinco han contado con la colaboración de PNV o Junts, claves para la fase del Congreso. El éxito de una ley requiere del «sí» en Congreso y Senado y los populares necesitan a los nacionalistas vascos o a los posconvergentes en la tramitación posterior en la Cámara Baja. Es decir, no basta con dar trámite a leyes en el Senado gracias a la mayoría absoluta, sino que los populares tienen que atar más apoyos para que esas iniciativas no mueran en el Congreso.

La actual legislatura alberga una peculiaridad: el PP está en la oposición pese a que ganó y logró la mayoría absoluta en el Senado y eso le ha dado mucha fuerza legislativa, mientras el PSOE ha logrado hacerse con el Gobierno pero a costa de disponer de una mayoría muy frágil e inestable. Habitualmente, el partido del Gobierno suele contar con mayor control en las Cortes (en las dos cámaras), pero la XV Legislatura va a ser diferente y eso parece que va a permitir que la iniciativa legislativa no esté solo comandada por el Gobierno.

De momento, de las siete leyes que tramita ya el PP, hay seis que parece que pueden llegar a buen puerto. Tan solo hay una que puede quedarse sin aprobación, que es la reforma del Código Penal para ampliar los supuestos de aplicación de la prisión permanente revisable, ya que tanto Junts como PNV votaron en contra en la toma en consideración en el Senado. No obstante, Junts también reconoció que estaría dispuesto a hablar durante la fase de enmiendas para tratar de incluir cambios, aunque esas modificaciones apuntan a otros tipos penales (como la multirreincidencia, un problema que azota a determinados rincones de Cataluña).

Del resto de leyes, destaca, sin lugar a dudas, la ley para la atención integral de las personas con ELA en el Congreso, una norma con mucho peso porque es una reivindicación social que se ha situado en el centro de la agenda política. De hecho, la toma en consideración de la ley (primer filtro parlamentario) generó consenso en toda la Cámara Baja: hubo unanimidad el martes y todos los grupos parlamentarios apoyaron la iniciativa, que queda ahora a expensas de la tramitación en el Congreso, pero que todo apunta a que saldrá adelante y se publicará en el Boletín Oficial del Estado.

Las otras cinco leyes salidas del Senado tienen visos de prosperar porque el PP ha obtenido colaboración de partidos determinantes, como Junts o PNV. La primera de esas leyes es la rebaja del IVA a las peluquerías (pasar del 21% al 10%), que concitó el apoyo de Junts, PNV, Esquerra o Bildu: el único partido que votó en contra fue el PSOE. La segunda es una reforma de la Ley de Derechos de las Personas con Discapacidad para que las personas que tengan algún grado de dependencia se les reconozca un 33% de discapacidad de forma automática: logró también el «sí» de Junts, PNV, Esquerra o Bildu y, en este caso, el PSOE se abstuvo.

La tercera es la ley «antiokupas», que logró arañar la abstención de Junts y PNV, suficiente para que supere el proceso parlamentario en el Congreso: esta norma también es muy icónica porque el problema okupacional es una bandera del PP que desata un gran enfrentamiento con el bloque de la izquierda. La cuarta es la ley para la recuperación de la bonificación de las cuotas patronales de la Seguridad Social para los empresarios de las ciudades de Ceuta y Melilla, que tan solo obtuvo el voto en contra de una senadora en contra (UPN). Y, finalmente, la quinta es una reforma de la Ley de Costas para evitar que se derriben determinadas viviendas cercanas a la playa, una iniciativa que ha conseguido el apoyo de Junts mientras que tan solo PSOE y PNV han votado en contra.

De esta forma, mientras el Gobierno renuncia a los Presupuestos y vuelca todos sus esfuerzos en aprobar la ley de amnistía (es una ley asignada al grupo parlamentario del PSOE), el PP mete la directa para tratar de dar luz verde a la primera «ley Feijóo» de la legislatura. Ahora mismo, tiene ya siete en trámite.

Durante la pasada legislatura, el Ejecutivo recurrió mucho a los decretos como vía de escape a la debilidad parlamentaria, pero todo apunta a que ese mecanismo va a ser más complicado de usar tras la accidentada sesión parlamentaria del 10 de enero: el Gobierno llevó tres decretos de golpe a convalidación y perdió uno. Logró sacar adelante dos, pero de forma agónica: y uno de ellos parece que avanza en su tramitación como proyecto de ley para introducir enmiendas por las exigencias de Junts.