Cargando...

Tensión diplomática

El golpe de Sánchez a Israel complicará más la relación con EE UU

El Gobierno busca contentar a sus socios, espera que le imiten otros países de la UE y «juega a la polarización»

Sánchez anuncia nueve medidas contra Israel ante el "genocidio" en Gaza J.P.GandulEFE

Pedro Sánchez propinó este lunes un golpe a Israel cuyo gobierno respondió sancionando a Yolanda Díaz y Sira Rego. El presidente del Gobierno anunció nueve medidas con el objetivo de presionar a Tel Aviv para que ponga fin a la ofensiva en Gaza.

Pero fuentes diplomáticas consultadas por LA RAZÓN advierten de que el movimiento de Sánchez, quien ya tilda de «genocidio» la operación israelí, complicará aún más la relación de España con Estados Unidos. Según explican las citadas fuentes, la administración de Donald Trump tomará nota por mucho que los aviones estadounidenses se hayan quedado fuera de la exclusión del espacio aéreo a las aeronaves que transporten material defensivo a Israel.

Entre las propuestas que planteó Sánchez en una comparecencia sin preguntas destaca la aprobación urgente de un Real Decreto Ley que consolide el embargo de armas a Israel vigente desde octubre de 2023. La norma, en principio, prohibirá de manera permanente la compraventa de armamento, munición y equipamiento militar. También hay que señalar la prohibición del tránsito por puertos de barcos que transporten combustibles para las fuerzas armadas israelíes.

Así como la restricción de acceso a España de «las personas implicadas directamente en el genocidio en la Franja de Gaza». En verdad, según admiten estas fuentes, las medidas no tendrán gran impacto: «Están pensadas para el consumo interno. Aunque el tiempo está jugando a favor del Gobierno, porque este tipo de medidas se están tomando incluso en Alemania. Lo que pretenden es dar la sensación de que van por delante y, como siempre, jugar a la polarización», explica un diplomático que ocupó altos cargos en un gobierno socialista.

Sánchez, que lleva meses sufriendo la presión de sus socios de izquierda para romper relaciones con Israel, lanzó este gesto para intentar contentarles de cara a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado que está a punto de abordar con las fuerzas parlamentarias. Uno de los partidos que más insiste en dinamitar los puentes con Tel Aviv es Podemos, que lo puso como condición para sentarse si quiera a hablar de las cuentas.

Las cosas entre España e Israel no parece que vayan a mejorar, al menos en el corto plazo. Exteriores elevó ayer la tensión a través de un comunicado: «El ministro de Asuntos Exteriores ha llamado a consultas a la embajadora de España en Tel Aviv ante las calumniosas acusaciones hacia España y las inaceptables medidas contra dos miembros del gobierno de nuestro país».

La jefa de la misión diplomática en suelo israelí, Ana Salomón Pérez, ha sido convocado varias veces por el gabinete de Benjamín Neyanyahu en los últimos meses. Las reiteradas críticas de Pedro Sánchez a la campaña en Gaza que siguió a la brutal ola de atentados de Hamas fue caldeando el ambiente hasta la ruptura definitiva en mayo de 2024, cuando el Gobierno reconoció al Estado palestino.

Inmediatamente después de aquel gesto, el primer ministro israelí llamó a consultas a su embajadora en Madrid, Rodica Radian Gordon. Es muy posible que Salomón no regrese a Israel. Según diversas fuentes diplomáticas, la embajadora habría querido volver hace un tiempo pero Exteriores no lo veía factible ante la alta probabilidad de que el Gobierno hebreo no concediera el plácet a nadie más para relevarla y se quedara así desierta una plaza tan importante. El presidente Sánchez sabe que su última jugada dañará aún más el nexo de España con Estados Unidos.

Pero parece no importarle, puesto que el equipo de Sánchez quiere que el líder socialista se erija en contrapeso del presidente estadounidense y extrapolar ese combate internacional a la arena nacional. Para el Ejecutivo, el PP y Vox son discípulos de Trump.

Y ese es el motivo por el que en el Palacio de la Moncloa se prepara muy bien cada desplante a la Casa Blanca, como la reciente negativa a destinar el 5% del PIB a gastos de defensa. Hace tiempo que en el circuito diplomático español circula un miedo que también tiene Sánchez: que Trump cambie España por Marruecos como socio militar estratégico a las puertas del Mediterráneo.

En Moncloa, según ha sabido este diario, disponen de información que apunta a que Washington no está poniendo las cosas fáciles a España en el flanco Sur, la obsesión geopolítica del Ejecutivo. Trump ha empujado a la Unión Europea al abismo. Los 27 se enfrentan al colosal desafío de levantar una infraestructura de defensa que les permita emanciparse de Washington para protegerse de la amenaza rusa.

El cambio geopolítico emprendido por la primera potencia del planeta tiene muy preocupado al Gobierno español. Una fuente diplomática de alto nivel explica la puerta al infierno que se ha abierto en el flanco Sur: «Las perspectivas en esa zona no son brillantes. Al tener Estados Unidos e Israel gobiernos muy hostiles a España y ser los dos socios estratégicos clave para Marruecos, la cosa no pinta bien. A la vez, España tiene una relación muy fría con Argelia, que es socio de Rusia, el otro actor fundamental en la zona». España está en un embrollo de difícil salida.