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Pactos electorales
Hernando ve un «disparate» que gobernase el PSOE sin ganar
Avisa a Sánchez de que sus votantes no entienden la «entrega» de las grandes cuidades

En Génova no ha gustado el hecho de que los socialistas hayan abrazado la propuesta de Podemos sobre un hipotético acuerdo tras las elecciones generales. Las declaraciones del pasado martes del número dos de Podemos, Íñigo Errejón, con las que tendió la mano a los socialistas y que fueron bien acogidas en Ferraz, encontraron ayer réplica en las filas populares. Rafael Hernando se apresuró a asegurar que sería un «disparate» que los socialistas llegasen a La Moncloa recurriendo al apoyo de otras formaciones. El portavoz del partido en el Congreso advirtió a Pedro Sánchez de que los pactos de gobierno no suelen tener un final feliz y consideró que la mejor opción de gobierno es la de lista más votada.
Y para justificar su postura, Hernando puso sobre la mesa precedentes en los que los socialistas no salieron del todo bien parados. Concretamente, hizo referencia al pacto forjado por Felipe González en 1993 con los nacionalistas catalanes de Convergència i Unió en su última Legislatura al frente del Ejecutivo y que se rompió menos de tres años después, viéndose obligado a convocar nuevos comicios a principios de 1996, setenta semanas antes de lo fijado. Aquellas elecciones, unas de las más disputadas de las celebradas en España, dejaron un PSOE debilitado que perdió la primera posición en favor de José María Aznar y, a pesar de que González podría haber encontrado socios de gobierno, dejó que la lista más votada –la popular– fuese la que tomase las riendas. «Felipe González no pactó en 1996 para hacerse con el Gobierno porque se dio cuenta de que eso era un disparate», recordó ayer Hernando.
En este sentido, el popular aludió a la reforma electoral propuesta por el PP para que gobierne la lista más votada en el plano municipal. Iniciativa popular que establece que sea elegido alcalde el candidato que encabece la lista que obtenga un 35% de los votos y tenga una diferencia de cinco puntos sobre la siguiente candidatura, evitando así la política de pactos postelectorales.
Hernando aprovechó la ocasión para reprochar a los socialistas que en las pasadas elecciones municipales no respetasen la lista más votada en muchas de las grandes ciudades como en el caso de Zaragoza, Valencia o Madrid, dando la alcaldía a partidos que no consiguieron en las urnas ser los más respaldados por la ciudadanía. «Las consecuencias de esos pactos de todos contra el PP han derivado en situaciones kafkianas que es la que tiene el propio partido socialista», sostuvo, aludiendo a la «revolución interna» que vive la filial madrileña de la formación.
No obstante, los datos del CIS publicados la semana pasada apuntaban a que, en caso de que tuviese que recurrirse a un pacto de gobierno, el preferido por los ciudadanos sería el formado por PSOE y Podemos. Esa posible coalición entre los de Pedro Sánchez y los de Pablo Iglesias sería la primera opción para el 21,1% de los españoles, muy por delante de la segunda, el 11,6% que apostaría por dejar que el PP gobernase en minoría.
Preguntado sobre otros líderes políticos, Hernando afirmó que en política hay «estrellas fugaces que van y que vienen» y sostuvo que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, es una estrella «que va declinando». Por su parte, consideró que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, es una estrella «que se queda atascada permanentemente porque unas veces luce y otras desluce». «No es sólo una estrella fugaz, es una estrella intermitente», remachó sobre el socialista.
El juego de los acuerdos tras las elecciones generales
Puesto que el número de parlamentarios de la Cámara Baja de las Cortes Generales es 350, ésta tiene la mayoría absoluta fijada en los 176 escaños, la mitad más uno de los escaños. Si se extrapolan los datos de intención de voto publicados por el CIS, el PP perdería la absoluta que ostenta durante la actual legislatura y se movería en el entorno de los 150 escaños. Los socialistas reducirían su fuerza en el Parlamento y se quedarían algo por debajo de los 100 parlamentarios. Dada la irrupción de los partidos emergentes, Podemos (45/50 escaños) y Ciudadanos (20/22), los pactos postelectorales cobrarían especial relevancia. El hipotético pacto de PSOE con Podemos no llegaría a la absoluta y se quedaría con unos 150 diputados. Asimismo, uno de populares con el partido liderado por Albert Rivera se situaría en el entorno de los 170.
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