Juicio
El imán acusado de yihadismo, sobre la consulta de páginas radicales: "Era para preparar el sermón"
Bilal Jfita niega en la Audiencia Nacional cualquier relación con Daesh y que buscara información para cometer un atentado
El imán de Getafe acusado de yihadismo ha negado hoy en la Audiencia Nacional cualquier relación con Daesh y que buscara información en internet para cometer un atentado, como mantiene la Fiscalía, que pide para él una condena de ocho años de prisión por delitos de autoadoctrinamiento y enaltecimiento terroristas. En su declaración en el juicio, en el que se ha negado a responder a las preguntas del fiscal, el acusado ha asegurado respecto al abundante material yihadista que le incautó la Policía en sus dispositivos, repleto de imágenes, vídeos e infografías de carácter islámico radical, que consultaba esas páginas "islámicas" porque "como imán de la mezquita necesito prepararme los sermones del viernes" y necesitaba informarse porque no entendía el castellano. Pero ha insistido en que esas páginas no tenían "nada que ver con el terrorismo".
Bilal Jtifa, de nacionalidad marroquí, ha dicho no conocer "de nada" a Mousa el Morabit, excombatiente de Daesh en Siria que fue detenido en Barcelona el 21 de diciembre de 2018 y extraditado a Marruecos en noviembre del año siguiente, que fue la pista que llevó a la Policía hasta el acusado.
"Nunca he conocido a una persona que se llame así", ha asegurado minutos antes de que un agente de la Comisaría General de Información de la Policía explicase al tribunal, en su declaración como testigo, que fue el propio El Morabit quien contó a la Policía marroquí que al llegar a España contactó con Bilal Jfita (supuestamente en Mataró), "se reunía con él, hablaban del Daesh, le contó todo su periplo en Siria, visionaban vídeos del Daesh juntos, y le mostró Bilal Jfita que era afín a las ideas de Daesh".
"Usted no dirige el juicio. No se haga el listo"
Ese testimonio, ha explicado el agente, corroboró a la Policía que la identificación Bilal Jfita como la persona a la que El Morabit y su entorno se referían, en las conversaciones telefónicas intervenidas, como "Bilal Daesh" era correcta. "Se referían a una persona que estaba en Getafe, que era imán y que había entrado en patera con alguno de ellos", ha explicado. Pero el acusado ha negado haber estado alguna vez en Barcelona y su defensa ha cuestionado esa identificación.
Bilal Jtifa no ha empezado su declaración con buen pie, pues cuando el fiscal ha comenzado a interrogarle le ha interrumpido: "Perdone, usted no me ha preguntado si quiero contestar". Una licencia que ha cortado en seco el presidente del tribunal, el magistrado Alfonso Guevara, espetándole: "Usted no dirige el juicio. No se haga el listo. Ya se le ha informado de su derecho a no declarar. Si no quiere entender, no entienda".
Bilal Jfita también se ha desmarcado de las acusaciones de la Fiscalía que apuntan a que colaboraba con terroristas retornados de Siria y respecto a los cuatro teléfonos móviles que le intervino la Policía (donde se halló el abundante material de propaganda de Daesh), ha afirmado que dos de ellos se lo vendió en septiembre de 2020 "una persona que colaboraba con la Policía" y que otro no era suyo.
Niega que participara en chats de terrorismo
En relación a las medidas de seguridad que, según el Ministerio Público, adoptaba para no dejar rastro, ha dicho que entraba "en páginas de aplicaciones para aprender como proteger mi teléfono". "Buscaba esas medidas de seguridad para cambiar mi número de teléfono en la aplicación, porque la gente ve mi número de teléfono español y lo cogen", ha señalado.
También ha intentado exculparse respecto al almacenamiento de numerosos vídeos de contenido yihadista. Los agentes hallaron en sus dispositivos 50 vídeos con imágenes de muertes, ejecuciones y asesinatos mediante métodos violentos (aplastamientos, utilización de excavadora, accidentes violentos, suicidios).
"Entraba en muchos grupos de Telegram del Islam", ha explicado, donde se trataban temas diversos, hasta "de cocina", unos chats que "estaban llenos de gente, 300 o 500 personas; todos envían vídeos y fotografías y en Telegram automáticamente entran en la memoria de mi teléfono. Yo nunca los he pedido, me los mandan para preguntarme". Eso sí, ha insistido en que "nunca" participó "en un grupo de terrorismo ni de adoctrinar".
Pero un agente que ha declarado como testigo ha rebatido esa explicación al explicar que los vídeos incautados "son de contenido muy específico que la organización terrorista envía a sus miembros, por lo que su acceso es muy restringido".
"No me alegraba de los atentados"
Bilal Jfita ha negado igualmente que celebrara la comisión de atentados de Daesh. Y es que la Policía halló almacenado en uno de sus móviles el mensaje publicado en Twitter por el terrorista checheno que decapitó en octubre de 2020 en París al profesor de secundaria Samuel Paty (supuestamente por haber mostrado en clase a sus alumnos unas caricaturas de Mahoma en un debate sobre la libertad de expresión) y la imagen de su cabeza decapitada.
"No me alegraba ni justificaba atentados". Lo hacía, ha dicho, "para saber lo que estaba pasando y conocer las noticias. Nunca busqué para cometer un atentado. Solo escucharlo me hace enfadar".
Minutos después, uno de los agentes que ha comparecido como testigo en la vista oral ha asegurado sin embargo, a preguntas del fiscal, que en sus terminales hallaron "conversaciones en las que alababa la actuación" de los terroristas en atentados.
"Plegarias por los muyahidines"
Según ha afirmado al tribunal, Bilal Jfita "almacenaba bastantes sermones elaborados por él mismo, que versaban sobre distintas temáticas, pero solía incluir al final elementos yihadistas y plegarias por los muyahidines para que consiguiesen la victoria".
En su informe final, el fiscal ha ratificado sus conclusiones al considerar que las pruebas practicadas en la vista oral han corroborado sus acusaciones.
"Ha quedado probado que los dispositivos móviles eran suyos y que adoptaba inusuales medidas de seguridad para ocultar su actividad hasta en 41 grupos de temática yihadista de material elaborado directamente por agencias de comunicación de Daesh, ha defendido el fiscal. Unos contenidos que, ha recalcado, "se intercambiaba con terceros", identíficándose incluso con ellos "en defensa de la causa", lo que denota -ha subrayado-"una actuación consciente en la búsqueda del material".
"Trabajaba como imán y educando a niños, pero no podemos acusarle -ha precisado- de que les diera algún tipo de sermón, aunque lo cierto es que los almacenaba y era educador de menores".
Su abogado: "No se ha probado nada"
El abogado de Bilal Jfita ha reclamado al tribunal su absolución al insistir en que "no se ha podido probar que "Bilal Daesh" es Bilal Jfita". "Se ha investigado a su entorno y no se ha probado nada, no se ha encontrado nada relacionado con el yihadismo ni con la organización terrorista Daesh".
"La investigación inicial carece de fundamento jurídico y niega el derecho fundamental a la presunción de inocencia", ha expuesto en su informe final recordando que en un principio se acusó a su cliente de ser un colaborador de terroristas retornados de Siria a través de la ruta de los Balcanes.
El letrado ha pedido la nulidad de la investigación "al violar los derechos fundamentales del acusado" y respecto a los vídeos de contenido radical almacenados en los dispositivos de Bilal Jfita, los ha atribuido a "descargas involuntarias".
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