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Isaac Querub: «Se le contrató para actuar, no para dar opiniones patrióticas»

Isaac Querub / Presidente de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE)

El estadounidense y hebreo Matisyahu
El estadounidense y hebreo Matisyahularazon

La cancelación del concierto de Matisyahu en el Festival Rototom de Benicassim ha provocado la airada reacción de la comunidad judía internacional. En España, la Embajada de Israel consideró ayer una «censura ideológica con tintes antisemitas» la discriminación «intolerable» al cantante estadounidense. En su opinión, se trata de «un atentado contra la libertad de expresión artística». La primera en pronunciarse fue la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), cuyo presidente, Isaac Querub, expresó ayer este periódico su «absoluta indignación» por lo ocurrido.

– ¿Qué opinión le merece que se haya cancelado la actuación?

–Nos llena de consternación, lo sucedido es de vergüenza ajena. También somos españoles, y tenemos que condenar que se haya suspendido por el mero hecho de querer preguntar a alguien por ser judío, pero no a otro. Se le exigió un pronunciamiento a él precisamente, lo que llama poderosamente la atención. Supone una vuelta a los tiempos de la Inquisición o, peor aún, a los estatutos de limpieza de sangre.

–¿Considera que se trata de antisemitismo?

–Absolutamente. Se marca a un cantante por ser judío. Cometen un error gravísimo.

–¿Tendría que haberse pronunciado Matisyahu sobre lo que se le pedía?

–Creo que no, francamente. Su silencio es oportuno. Se le ha contratado para actuar, no para dar opiniones patrióticas. Sólo es un cantante. Se ha perdido así la participación de un excelente artista de «reggae».¿Se imagina que a algún futbolista se le pidiera su posición política ante la independencia como requisito previo para jugar en la Selección española?

–El Congreso Judío Mundial y el Comité Judío Estadounidense han condenado la decisión.

–Nosotros hemos sido los primeros en condenar lo ocurrido. Luego se han sumado organizaciones judías de todo el mundo, pero quien debe lamentar los hechos es el Gobierno de España [el Ejecutivo se pronunció poco después de realizada esta entrevista], la Generalitat Valenciana y la sociedad española. No podemos tolerar que todavía suceda algo así en España. Nos ampara la Constitución.

–Compromís per Castelló se justifica en que considera el festival un espacio de reflexión, paz y solidaridad.

–Lo que diga Compromís me sabe a poco. Ha apoyado la cancelación.

–BDS País Valencià, movimiento que promueve el boicot a Israel como defensa del pueblo palestino, calificó la censura como una «victoria de Palestina, de la solidaridad y la dignidad».

–Simplemente se retratan a sí mismos. Su objetivo es deslegitimar al Estado de Israel y en este caso han tenido éxito. Pero se han cargado todo el espíritu de un festival abierto al diálogo, se han cargado su alma.

–¿Tiene referencias de algo parecido?

–No, pero de lo que no tengo ninguna duda es de que estamos en un país democrático donde se respetan los derechos humanos básicos recogidos en la Constitución. Lo sucedido es gravísimo.