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Barcelona

Oriol Junqueras: «Sólo nos da miedo que los ciudadanos nos inhabiliten»

El líder de ERC asegura, sobre sus socios: «¿Fiarnos del PDeCAT o de la CUP? Nos fiamos de nuestro compromiso colectivo».. Defiende la labor de los Mossos el 17-A: «Toda la sociedad debería aplaudir su actuación»

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El líder de ERC asegura, sobre sus socios: «¿Fiarnos del PDeCAT o de la CUP? Nos fiamos de nuestro compromiso colectivo». Defiende la labor de los Mossos el 17-A: «Toda la sociedad debería aplaudir su actuación»

Nos recibe a primera hora de la mañana en la sede de ERC. La polémica de los Mossos llena todas las tertulias y acapara las portadas. Hacerse fotos no le entusiasma, pero colabora disciplinadamente con Miquel, nuestro fotógrafo.

En su despacho, un ejemplar de un libro de historia -Barkino, el sitio de Barcelona. Año 800, de Frederic Pujolà- hace honor a su pasión y profesión: historiador. Sin embargo, otro libro, que sobresale en la estantería, llama mi atención: «El desafío de la cocina española». Curioso, en la sede del líder de ERC. En su pequeño despacho, destaca el cuadro de Lluís Companys, en blanco y negro, donado por la viuda del pintor Joan Junyer a ERC en 1998. El resto del minimalista despacho –una silla, una mesa, un sillón y un pequeño sofá– son herencia de Carod Rovira. Sólo una foto, con su doble en el programa satírico de la televisión catalana, y un chiste de Farreras -de 2014- en el que Junqueras subido en un bote, megáfono en mano, grita a los socialistas que abandonan el barco del PSC y se acercan a su chalupa «díscolos del PSC, uníos». Tras él, Artur Mas rema y dice «si vienen todos aún sobraré yo». Toda, una predicción.

–Usted tiene fama de ser un muro en las entrevistas, hoy ¿será más abierto?

–Es una fama inmerecida como se comprobará a lo largo de la entrevista.

–¿Abad de Montserrat o Pablo Iglesias?

–Intento estar a gusto con todo el mundo. Ambas son personas merecedoras de interés y de un alto valor intelectual, de conversación estimulante. Siempre hablo con todos los perfiles sociales, políticos, cívicos, porque es interesante que haya el mayor entendimiento, contraste y comunicación posible.

–Esta es una respuesta cumplidora. ¿Me dirá que un católico como usted no tuvo con el abad una conversación mucho más profunda que con Pablo Iglesias?

–(Sonríe) Con los dos. Cada uno aportó sus perspectivas para que todos nos hiciéramos una composición de lugar y situación. Eso sí, siempre es un placer subir a Montserrat.

–¿Los convenció para que votaran el 1 de octubre?

–Mi trabajo no es convencerles de que voten en un determinado sentido. Lo importante es que pudimos compartir el análisis de la situación, hablar sobre los atentados y sus consecuencias, el impacto sobre las familias, y sobre muchas otras cuestiones. Yo les expliqué cuál es nuestro compromiso y determinación sobre el referéndum del 1-0.

–¿Se fía del PDeCAT?

–Nos fiamos de nuestro compromiso colectivo sobre el referéndum y estamos trabajando conjuntamente para hacerlo realidad.

–Pero las diferencias son ostensibles.

–No discutiré sobre las percepciones que se puedan tener sobre si las diferencias son ostensibles. Nuestro compromiso es firme y la relación con el presidente Puigdemont es sólida. Trabajamos para garantizar que haya más profesores y maestros que nunca, hemos cerrado la prisión Modelo de Barcelona, poniendo en marcha la Renta Garantizada de Ciudadanía o en la planificación de las mayores inversiones en el ámbito hospitalario, en hospitales que son referencia mundial.

–¿Le preguntaba por el PDeCAT no por el president?

–Tenemos un firme compromiso con el referéndum.

–ERC siempre ha sido un partido de tradición cainita que fagocitaba a sus líderes ¿Ahora le han pasado el testigo al PDeCAT? ¿Es un síntoma del cambio de liderazgo en el soberanismo?

–ERC fue un partido que en algún momento tuvo problemas de gestión interna, pero eso sucede en todas las casas. Ahora tengo el honor de presidirlo desde hace seis años. De hecho, accedí a la presidencia un primero de octubre. ERC siempre ha sido un partido de trabajo compartido y solo tengo palabras de agradecimiento a mis compañeros. Le deseo la misma suerte al resto de formaciones políticas. Se lo explico recurriendo a aquella máxima latina que se atribuye, con más o menos acierto a los jesuitas, «suaviter in modo, fortiter in re». Firmes en los contenidos y los objetivos, y al tiempo suaves en las formas.

–¿Se fía de la CUP?

También tenemos con ellos una determinación común para celebrar el referéndum y para ganar un futuro de prosperidad y libertad.

–Por mucho que me diga que se fía del PDeCAT y de la CUP, ¿usted se ha convertido en el hombre del equilibrio para que no se rompan las costuras entre los dos extremos del soberanismo?

–Seguro que yo soy prescindible en esta y otras muchas cosas. Mi papel es irrelevante comparado con el esfuerzo colectivo que todos hacemos. Y si en algún aspecto puedo contribuir a aportar equilibrio y trabajo siempre estaré dispuesto.

–Suena a despedida....

–No, no, al contrario. Es una reflexión que hago desde el primer día que tomé posesión porque de este modo quiero evitar que cuando me marche digan que es consecuencia de la realidad del momento. Así, me vacuno de cualquier mala interpretación (sonríe).

–¿No veo que en estos meses se haya reunido con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría?

–Hemos mantenido las puertas abiertas al diálogo con todo el mundo. Con alta regularidad con miembros del gobierno como Montoro o De Guindos. Igual que hice con el ministro García Margallo o con Méndez de Vigo, con los que compartí años de escaño en Europa. Esto incluye a la vicepresidenta. En estos días hemos hablado sobre el atentado y la amenaza terrorista. Siempre he tenido con ella una relación muy educada pero muy infructuosa a la vista de los resultados. Aunque también hay algún ejemplo positivo, poco habitual, de entendimiento. En el mes de julio, alcanzamos un acuerdo sobre el IVA, que la Agencia Tributaria reclamaba sobre actividades culturales, centros de investigación, o transporte público. La reclamación, además, se hacía con efectos retroactivos y esto tenía unas consecuencias nefastas para este tipo de entidades. Explicamos al ministro Montoro las dificultades objetivas. Después de un mes llegamos a un acuerdo muy positivo para el conjunto de estas actividades, en Cataluña, pero también para España.

–Le pregunto sobre la vicepresidenta, no sobre el ministro

–Es un ejemplo

–¿Se pusieron expectativas de más a sus relaciones con vicepresidencia del Gobierno?

–Mi objetivo es tener relaciones en el presente y en el futuro. Las posiciones políticas que representamos son muy distintas y, a menudo en cuestiones fundamentales, diametralmente opuestas. Es complejo y difícil llegar a acuerdos.

–Con un balance escaso

–Desde el punto de vista institucional y autonómico español, ciertamente los acuerdos no han brillado ni por su número ni por su contenido. Hubiera sido mejor llegar a más acuerdos, incluso en el desarrollo del propio marco autonómico. Pero a pesar de todos los pesares, es importante mantener siempre una actitud de respeto hacia los millones de ciudadanos que a ambos nos toca representar.

–Desde el atentado de Barcelona usted ha sido parco en palabras. ¿Se han hecho las cosas bien?

–Siempre intento ser parco. No en las sustantivos pero sí en los adjetivos. El barroquismo no siempre útil en política. El Barroco desde el punto de vista literario y, en especial, en la cultura española fue especialmente brillante y seductor, pero en política son más importantes los sustantivos que los adjetivos. Por tanto, ser parco en los excesos verbales siempre es bueno. Durante estos días he atendido a decenas de medios de comunicación y, sobre todo, he mantenido reuniones con policías, médicos, protección civil o familias. Las cosas se han hecho bien y la respuesta ha sido rápida y eficaz. A los hechos me remito. Toda la sociedad y los cuerpos de seguridad deberían aplaudir la excelente actuación de los Mossos. Es admirable y ejemplarizante para todos. Ahora, nuestro objetivo es trabajar para evitar que estos atentados en seguridad, pero también en el ámbito cívico, cultural, laboral y educativo. Nos hemos de preguntar, cómo es posible que una única persona, el imán de Ripoll, sea capaz de transformar de una forma tan rápida y tan terrible a un grupo de personas, y cómo una sola persona es capaz de ganar la partida al esfuerzo que hace el conjunto de la sociedad para la integración.

–Entonces, ¿por qué este empecinamiento de los Mossos en negar que se tuvo un aviso?

–El conseller Forn y el Major Trapero se explicaron ampliamente y con toda claridad. La eficacia de la resolución de los ataques está fuera de toda duda. La respuesta policial fue altamente efectiva y hay que tener siempre presente que el riesgo cero no existe. Hay una foto que resume el compromiso de la sociedad contra el terrorismo y que es la que más daño hace a los fanáticos: el abrazo que se produjo en Rubí entre el padre de una de las víctimas y el imán de la comunidad musulmana de la ciudad, transmitiendo un mensaje de paz y concordia.

–El debate no es sobre la seguridad, es sobre la mentira de responsables del gobierno catalán. ¿No ha habido un exceso de celo malentendido?

–La mentira es uno de los peores enemigos de los que gestionamos el bien público. Estoy convencido que todos los miembros del gobierno combaten la mentira y las medidas verdades, como hacemos nosotros cada día.

–¿Tengo que apuntar el miércoles como un día intenso?

–Hay muchas fechas a tener en cuenta. Todas son merecedoras de nuestra atención. Apunte también el 15 de septiembre, cuando se ponga en marcha la Renta Garantizada de Ciudadanía, una medida necesaria para atajar la pobreza que viene avalada por expertos de procedencias y pensamiento distinto.

–Insistiré. ¿Decretos de ley de Referéndum y ley de Transitoriedad, o debates en el Parlament?

–Todos los caminos democráticos son buenos. Estamos dispuestos a seguirlos todos.

–¿La fórmula del decreto está pensada para ponerle a usted contra las cuerdas?

–Difícilmente nada me pondrá contra las cuerdas con respecto a lo que hemos trabajado durante tantos años. Es legítimo que haya personas que estén de acuerdo con ERC, y otras que no. Siempre hemos sido muy transparentes, con la verdad por delante. Nuestro proyecto es claro, no engañamos a nadie.

–Seguiré estrellándome contra el muro. ¿Es un sinsentido aprobar la Ley de Desconexión antes de saber el resultado de la consulta?

–No, al contrario. La ley sólo quedará aprobada si se produce un resultado favorable en el referéndum. Nosotros valoramos mucho la transparencia y es positivo explicar la situación que se producirá si gana el sí. Es dar la oportunidad a todo el mundo de conocer qué pasara con el sentido de su voto.

–Ya sabe que ganará el sí porque los partidarios del no, no acudirán a votar.

–Si alguien no está de acuerdo, el mecanismo más sencillo que tiene es ir a votar que no. Si gana el no, la ley no entrará en vigor y se convocarán unas elecciones autonómicas. El mayor de los estímulos para evitar esta ley y el estado catalán es ir a votar no.

–Me dice que los partidarios del no, voten en un referéndum ilegal...

–Estoy sugiriendo que todos los ciudadanos ejerzan el derecho democrático al voto, que es un derecho fundamental. El mejor modo de cuidar la democracia es ejercerla.

–El secretismo en sus respuestas, ¿se debe a precaución ante el Estado, a que a algunos del Gobierno les tiemblan las piernas, a disensiones partidistas o a las diferencias de criterio entre los actores del soberanismo?

–Ninguna de las que plantea. Sencillamente, intentamos ser eficaces y discretos. Las cosas se deben explicar cuando se producen, no para colgarnos medallas y ser altisonantes, sino para ser útiles a los ciudadanos. Con este criterio nos guiamos. Nos debemos a la amplia mayoría que nos votó con la mayor participación electoral de la historia y que avaló nuestro programa electoral.

–Hemos de hacer caso a Joan Tardà cuando dijo en el Congreso, qué para evitar el referéndum, «sólo queda la violencia de los corruptos», en clara referencia al estado. ¿Hemos de esperar violencia?

–Siempre merece la pena prestar atención a Joan Tardà. Es evidente que en el Estado Español la corrupción es muy generalizada y no estamos ante casos individuales. Estamos ante una verdadera industria de la corrupción. Combatir la corrupción y cualquier forma no democrática siempre es bueno.

–Industria de la corrupción en el Estado Español. Caso 3%, Convergència, su socio, caso Pujol... Cataluña no ha sido un remanso.

–Por supuesto. La corrupción es un mal que afecta a muchos ámbitos y a muchos grupos políticos. Tengo la suerte de presidir un partido con 86 años de historia sin ningún caso de corrupción.

–El 1-O será un remake del 9-N porque el referéndum es ilegal y no han convencido a los no independentistas para ir a votar

–Seguro que no es ilegal. ¿Cómo va a ser ilegal hacer referéndums?

–¿Porqué se saltan la ley?

–Entiendo que hay políticos e intereses que quieren siempre aunar el sustantivo referéndum con el adjetivo ilegal. Hubo un periodo en el que el Congreso legisló que quién colaborase en un referéndum cometía una ilegalidad, pero esa ley fue derogada hace más de 12 años. Si no hay ninguna ley que diga que es ilegal como va a serlo. Si una ley dijera que ejercer la democracia es ilegal significa que es una ley nada democrática. Nuestro referéndum no es ilegal.

–Cuando una ley no es democrática se cambia, no se salta

–No nos saltamos nada y menos la ley.

–Es lo que dice el Tribunal Constitucional.

–El Constitucional es un órgano de designación política. Algunos de sus miembros tienen una implicación política directa. No me sorprende que tengan una opinión distinta de la mía.

–¿Teme la inhabilitación? ¿Se ve en la cárcel como el presidente Puigdemont?

–Lo único que nos da miedo es que los ciudadanos nos inhabiliten porque no hemos cumplido. Es a ellos a quien nos debemos. Trabajamos para que las cosas se hagan bien y salgan bien. Ojalá todo el mundo hiciera lo mismo.

–El ministro Montoro dice que no harán el referéndum porque no se han gastado un euro. ¿No van tarde?

–Nunca es tarde si la dicha es buena. Y nunca es tarde si las cosas buenas llegan. Si hubiera dependido de mí y mi partido, la República hubiera llegado hace años. Ahora no estaríamos preparando un referéndum, sino celebrando los aniversarios de su proclamación. La República catalana será buena para Cataluña y también para España. Es una oportunidad de cambio, modernidad y reflexión para la sociedad catalana y la española. Sentimos el máximo respeto por la sociedad, la lengua y la cultura española, por eso entendemos que somos merecedores de ese mismo respeto. La mejor solución para la «conllevancia», a la que se refería Ortega y Gasset, es que sea una relación entre iguales.

–El 1-O sacarán las urnas, pero no será un referéndum como dice la alcaldesa Colau.

–Estoy seguro de que será un referéndum porque su resultado será vinculante. Por eso hemos presentado la Ley de Transitoriedad Jurídica.

–Si votan menos que el 9-N...

–Aplicaremos los mismos criterios de los referéndums celebrados en España en los últimos años. Recuerde resultados en los referendos de las últimas décadas. Y se han aplicado los resultados más allá de la participación.

–¿Estamos ante un conflicto entre buenos y malos? ¿Estamos en un punto sin retorno?

–Espero no retornar a una situación que pueda ser mejorada. Queremos avanzar. No queremos dividir la sociedad entre buenos y malos. Esta entrevista es un ejemplo. No hay ni malas palabras ni descalificaciones. Que no nos juzguen por nuestras palabras sino por nuestros hechos.

–El día 2, ¿República?

–Haremos lo que los ciudadanos quieran. Queremos tener las mejores relaciones con España en todos los ámbitos. He trabajado durante años por la independencia, pero ciertamente la política española y los medios de comunicación españoles han trabajado intensamente para que cada vez haya más independentistas.

–En política no hay que mentir, decía usted. ¿Cómo harán frente económicamente a la independencia? ¿Cómo pagará la deuda con España? ¿Las pensiones? ¿Dónde conseguirían la financiación?

–Lo hemos explicado en muchas ocasiones abiertamente. Incluso en La Moncloa en una larga rueda de prensa. Afortunadamente, la economía catalana tiene unos niveles de actividad y ocupación superiores a economías de nuestro entorno, y esto, sin duda, contribuye a la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones. Sabe usted que las jubilaciones las pagamos los trabajadores en activo. Además, el ritmo de nuestro crecimiento del PIB, triplica el ritmo de nuestro déficit. La sostenibilidad de nuestros compromisos está garantizada por el esfuerzo de la economía catalana. Y colaboraremos con España en cuestiones vinculadas como la deuda exterior. En nosotros siempre encontrarán colaboración desde el respeto y la justicia.

–¿Se ve como comandante en jefe del Ejército catalán?

–Yo creo que no

–¿Cree?

–Lo deberían decidir los ciudadanos y, como tienen buen criterio, eso nunca sucederá.

–Tiene fama de irreductible. Lo confirmo.

-Al contrario. Espero que mis declaraciones sean de interés para sus lectores.