Política

Espionaje en Cataluña

La Fiscalía investiga la relación de la Generalitat con los detectives

La Razón
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Después de estallar el pasado mes de febrero el escándalo sobre la trama de espionaje en Cataluña articulada en torno a la agencia de detectives Método 3, el Govern de CiU se apresuró a abrir los cajones para comprobar qué contratos se habían firmado. El Gobierno catalán aseguró que no se habían requerido los servicios de Método 3 desde el año 2011 y que la mayoría de encargos los realizó el tripartito, que pidió tres informes (uno de ellos sobre la seguridad técnica de la Generalitat). Con esta información, el Govern de CiU trató de sacudirse cualquier vínculo con Método 3, pero fue imposible porque uno de sus altos cargos, el entonces director de Instituciones Penitenciarias y ex responsable de Seguridad de Convergència, Xavier Martorell, tenía una relación muy fluida con Método 3 y con su director, Francisco Marco. En un primer momento, el Govern se resistió a ofrecer la cabeza de Martorell, pero el goteo de informaciones que vinculaba a Martorell con Método 3 fue constante. Correos electrónicos y otros documentos dejaron en evidencia que el alto cargo de CDC tenía un trato muy asiduo con la agencia de detectives. a quien encargó, entre otras cosas, unos barridos en la sede. La oposición reclamó con insistencia su dimisión y Martorell no tuvo más remedio que comparecer ante el Parlament. El alto cargo negó haber encargado espiar a políticos de su partido o de otras formaciones, pero los documentos hallados no apoyaban la versión de Martorell, ya que siendo éste jefe de seguridad del FC Barcelona –durante el mandato de Joan Laporta– ordenó informes sobre concejales de Unió en Sant Cugat (el municipio donde era el máximo responsable de Convergència). Cuando abandonó el FC Barcelona y regresó a la Generalitat, Martorell estudió contratar nuevos trabajos a Método 3, ya que la agencia de detectives vio en su regreso al Gobierno catalán una ocasión magnífica de volver a tener como cliente a la Generalitat. Las conversaciones entre Marco y Martorell no se concretaron, sin embargo. Finalmente, el alto cargo tuvo que abandonar primero su cargo al frente de Convergència en Sant Cugat y luego su responsabilidad en Instituciones Penitenciarias. La Fiscalía investiga su actuación.