La plantilla de la televisión catalana es superior a la de Atresmedia y Mediaset juntas

Con 2.544 trabajadores, la Corporación Catalana de Medios Audivisuales tiene una plantilla superior a los dos principales grupos comerciales generalistas –Atresmedia y Mediaset–juntos, ya que apenas superan los 1.000 empleados cada uno. El caso catalán, con ser el más extremo, no es el único que llama la atención por el volumen de trabajadores. A día de hoy, Canal Sur cuenta con una plantilla de 1.600 trabajadores– con lo que también supera a las privadas–, la Televisión de Galicia 1.053, la autonómica vasca (EITB), 957, y la valenciana, antes del ERE, 1.800 empleados. Las plantillas sobredimensionadas se han comido una buena parte de la tarta de los presupuestos de las cadenas autonómicas y ha sido una de las principales fuentes generadoras de su deuda. Tal y como recoge el informe de la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (Uteca), «Análisis comparativo de la Televisión Regional en Europa», fechado en 2011, las cadenas se gastaron en total 475 millones de euros en gastos de personal en 2009. Por autonomías, encabezó la lista Cataluña, con 152 millones, seguida de la Comunidad Valenciana (73), Andalucía (58) y Galicia (36). Esta partida aumentó un 4,3 por ciento con respecto al año anterior.

«Con estas plantillas tan nutridas, durante años se ha dado un porcentaje muy alto de absentismo laboral. A pesar de ser grave, ése no ha sido ni es el principal problema. Para comprender la verdadera escala de este dispendio hay que subrayar que hay un volumen sustancioso de personal contratado que se pasa la totalidad de su jornada laboral sin hacer nada, lo que coloquialmente se dice «hacer pasillo», porque no tiene ningún cometido concreto», explica una persona que prefiere no ser identificada, pero que conoce muy bien el funcionamiento de las autonómicas.

Estos elevados volúmenes de personal se pretenden justificar por la oferta televisiva que ofrecen. La Corporación Catalana de Medios Audiovisuales tiene 8 canales para 7.565.603 habitantes, los mismos que tiene Mediaset y uno más que Atresmedia, con la salvedad de que ambos grupos privados, de carácter generalista, se emiten en toda España con una audiencia potencial de más de 47 millones de personas.

El caso del conglomerado audiovisual valenciano era aún más sangrante: tenía una plantilla de 1.800 trabajadores para 4 canales que iban dirigidos a una población de unos 5 millones de personas.Con estos datos, está claro que la búrbuja de las televisiones autonómicas tenía que explotar más pronto que tarde, como así ha sucedido.

Competencia desleal

Desde su nacimiento, a principios de los años 80, las cadenas autonómicas se fueron gestando con un modelo más propio de una televisión comercial que de un canal público. Contaban además con una ventaja de punto de partida: tenían una generosa dotación económica proveniente de las subvenciones que recibían de sus respectivas comunidades. Así, junto a TVE, en 2008 adquirieron los derechos de la Champions por 70 millones de euros. Cuando la cadena pública dejó de emitir publicidad, la Forta bajó un 30% lo que las cadenas comerciales, a través de Uteca consideraron como competencia desleal.