Política

El desafío independentista

Mas no modificará la fecha del 27-S sin permiso de Junqueras

Mas, a la entrada de la reunión semanal del Gobierno catalán en el Palau de la Generalitat
Mas, a la entrada de la reunión semanal del Gobierno catalán en el Palau de la Generalitatlarazon

Artur Mas puso a toda la clase política en alerta la pasada semana cuando condicionó el 27 de septiembre –la fecha que él mismo anunció para la celebración de las elecciones catalanas– a la lealtad de ERC después de sufrir varias incomodidades parlamentarias (entre otras, forzar su comparecencia ante la comisión Pujol). El presidente de la Generalitat abrió todo tipo de especulaciones en ese instante y desató las suspicacias de Esquerra, que teme una marcha atrás de Mas ante el descenso de CiU que pronostican las encuestas.

Luego, el líder nacionalista halló otro argumento para dejar en el aire el 27-S y es la posibilidad de que Mariano Rajoy convoque las elecciones generales para ese mismo día. En paralelo, fue aumentando la desconfianza de ERC y, ayer, el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, trató de serenar el clima.

Homs, uno de los principales hombres de confianza del Govern, fue preguntado ayer por el asunto al término de la reunión semanal del Ejecutivo catalán. Comenzó por recordar que la convocatoria de las elecciones es una prerrogativa exclusiva del presidente de la Generalitat, pero a continuación aseguró que la intención de Mas es no modificar esta fecha sin pactarlo con ERC y con las entidades soberanistas (Òmnium Cultural y Associació de Municipis per la Independència). «Cualquier alteración sólo podría ser por la vía de un acuerdo posterior del conjunto de las fuerzas políticas que propiciaron que el presidente tomara esta decisión (la del 27-S)», dijo Homs.

En este contexto, hoy se verán las caras en el pleno del Parlament Artur Mas y Oriol Junqueras. En las últimas sesiones, el líder de ERC ha cedido varias preguntas de la sesión de control a su segunda, Marta Rovira. Junqueras podría optar hoy por escenificar la tensión que ERC y CiU han vivido a lo largo de la última semana.

Nada de todo ello es ajeno a los nervios con que las formaciones soberanistas están viviendo el último mes antes de las elecciones municipales. Hay mucho en juego, ya que los independentistas insisten en plantear el 24-M como una primera vuelta del plebiscito electoral del 27-S. Pero en realidad lo que está en juego es la fuerza real de CiU y la fuerza real de ERC.