Política

Parlamento Europeo

Obligación y deber

La Razón
La RazónLa Razón

«Es necesario un Pacto de Estado». ¿Cuántas veces hemos escuchado estas palabras en boca de Josep Antoni Duran Lleida desde la tribuna del Congreso de los Diputados? Tantas veces se ha escuchado como casi tantas veces se ha perdido la ocasión de poner manos a la obra para concretar un pacto de Estado que diera un triple mensaje: a la ciudadanía, que sus representantes políticos estaban por lo que tenían que estar y aparcaban cuitas partidistas para buscar puntos de unión; a los mercados, que España tenía un Gobierno y una oposición serios, dispuestos a llegar a acuerdos; a nuestros socios europeos, que todas sus sugerencias son bienvenidas, y algunas hasta necesarias e imprescindibles, pero que aquí había un gran consenso transversal para situar el país fuera de la crisis económica lo antes posible, con vocación europea, pero desde nuestra propia realidad.

Esta semana estamos cerca de establecer desde el Congreso una posición común ante el Consejo Europeo a celebrar a finales de mes. De momento hay acuerdo entre los grandes partidos y predisposición a ampliar ese espectro. No es el Pacto de Estado, pero lo celebramos.

¿Qué debe contener, a nuestro juicio, esa posición común? Clarificar que, aceptando el compromiso fundamental de estabilidad presupuestaria que ofrece Europa, lo cierto es que dicha estabilidad no debe conseguirse sólo con austeridad, sino que se hace imprescindible desarrollar políticas de impulso al crecimiento. Por ello celebramos la flexibilización del cumplimiento de los objetivos de déficit que Europa había dado a España.

Pero, a su vez, insistimos en la necesidad de incorporar un compromiso interno en el mismo sentido: es necesaria una distribución equilibrada del déficit público entre las diversas administraciones.

Europa nos exige otras tres líneas de acción, que son responsabilidad principal de las comunidades autónomas: lucha contra la pobreza, lucha contra el paro y políticas activas del mercado laboral y sostén a políticas de apoyo a las pymes y autónomos.

No sobra repetirlo: sin apoyar a pymes y autónomos, la lucha contra el paro será estéril.

Llegados al punto de presentarnos ante nuestros socios europeos con una posición común, hagámoslo con una posición que sea coherente hacia fuera y hacia dentro. Hacer otra cosa sería caer, de nuevo, en el error de la estética y desperdiciar aquella petición nuestra de cada día: "hablemos, dialoguemos y pongámonos de acuerdo". Es nuestra obligación intentarlo, y un deber conseguirlo.