Barcelona

Oukabir: «Mi hermano decía que teníamos que hacer la Yihad»

Driss Oukabir reconoció ante el juez que Moussa se había radicalizado. Se enfrenta, junto con el herido en Alcanar, a prisión permanente revisable

Imagen de Driss Oukabir a su llegada a la Audiencia Nacional en Madrid.
Imagen de Driss Oukabir a su llegada a la Audiencia Nacional en Madrid.larazon

Driss Oukabir reconoció ante el juez que Moussa se había radicalizado. Se enfrenta, junto con el herido en Alcanar, a prisión permanente revisable.

Su hermano le había dicho que los «musulmanes tenían que hacer la Yihad, la Yihad que implica guerra». Es lo que le dijo al juez Driss Oukabir, en prisión desde el 22 de agosto por su implicación en los atentados de Barcelona y Cambrils. De hecho, el hermano de Moussa (uno de los abatidos por los Mossos), le confesó al titular del juzgado de instrucción nº4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, que éste se había radicalizado, que había sufrido «una exacerbación religiosa, reflejada tanto en su forma de vestir y de peinarse como en sus hábitos religiosos».

Tal y como se desprende del auto en el que el magistrado le mantiene en prisión junto a Mohamed Houli Cemlal (herido en la explosión de Alcanar), Driss reconoció que su hermano «había incrementado sus rezos, le recriminaba que no fuera sólo con musulmanes y pretendía ocultar su radicalización a posibles investigadores policiales, evitando asistir al primer rezo del día, ante las sospechas de que la Policía controlaba ese primer rezo». Por ello, Andreu considera que tuvo una «participación activa como cooperador necesario para cometer los atentados», a pesar de que dijo que él alquiló la furgoneta utilizada en el ataque de Las Ramblas porque le pidieron ayuda para una mudanza. Y es que, el juez considera que «existen datos objetivos para extraer de forma razonable que Oukabir era plenamente consciente de la radicalización yihadista sufrida por su hermano menor» y no ve creíble su versión.

El magistrado apunta Oukabir no ha logrado explicar ni ofrecer ningún detalle sobre el lugar en el que se iba a producir dicha mudanza ni la vivienda en la que se iba a realizar. Es más, recuerda que se desplazó 100 kilómetros para alquilar la furgoneta, para lo cual fue acompañado de Mohamed Hichamy (abatido en Cambrils) y de Younes Abouyaakub (conductor de la furgoneta y también abatido). Para el juez, ambos terroristas configurarían el «núcleo más duro» de la célula.

Es por ello por lo que, lejos de creer la versión de Driss, recalca las «contradicciones y diferentes versiones ofrecidas por el detenido», que en un primer momento manifestó que su hermano Moussa le había robado su documentación para alquilar el vehículo y, después, cambió su versión para asegurar que se trataba de hacer un favor a los amigos de su hermano.

Eso, en relación a Driss, porque en su auto Andreu también se refiere a Chemlal, el único de los que salvaron la vida en la explosión de la casa en la que preparaban las bombas, de quien recuerda su declaración en la que reconoció «su integración en el grupo terrorista con el objetivo de preparar artefactos explosivos con los que realizar los atentados terroristas contra la ciudadanía».

Cien delitos de lesiones

Por todo ello, el juez rechaza los recursos de reforma interpuestos por las defensas de ambos y les mantiene en prisión provisional. Los abogados de ambos habían solicitado su excarcelación al no encontrar motivos suficientes para mantener esa medida cautelar. Pero, según el juez Andreu, «existen indicios sólidos de la activa participación de los dos detenidos en hechos de extrema gravedad», los cuales los cuales podrían ser constitutivos de «16 delitos de asesinato terrorista, más de 100 delitos de lesiones de carácter terrorista, delito de estragos, de tenencia y depósito de explosivos, así como el de pertenencia o integración en organización terrorista».

Andreu indica que todos estos delitos podrían conllevar la pena de prisión permanente revisable, «la máxima que prevé nuestro ordenamiento jurídico penal».