Bruselas

Pablo Ríos: «El ex president parece salido del Botones Sacarino»

Autor del cómic «Presidente Puigdemont: en principio, si»

Pablo Ríos: «El ex president parece salido del Botones Sacarino»
Pablo Ríos: «El ex president parece salido del Botones Sacarino»larazon

El autor Pablo Ríos (Algeciras, 1978) sorprendió a todos cuando en 2016 publicó «Presidente Trump: Dios perdone a América», apenas unas semanas después semanas de ser investido Trump, consiguiendo vender dos ediciones en nuestro país y derechos internacionales a Francia y Alemania. Un libro que pudo ver la luz gracias a unas viñetas que el propio dibujante subió a internet, y que llamaron la atención del editor de Roca Editorial, que le encargó un libro que Ríos realizó en un solo par de semanas. El cómic tuvo una gran aceptación y permitió que su autor fuera conocido por al gran público y favoreciera que la editorial apostara de nuevo por él, esta vez enfocando al destituido Puigdemont. En «Presidente Puigdemont: En principio, sí», el algecireño Pablo Ríos da rienda suelta a todo su talento, realizando un repaso en clave de humor al «procés» y a su más destacado responsable. Aprovechando el lanzamiento de su nueva obra, hemos hablado con Pablo Ríos para hablar de su comic.

–¿Qué diferencias hay entre «Presidente Trump: Dios perdone a América» y este dedicado a Puigdemont?

–La primera, de concepto. Con Donald Trump intenté aventurar el futuro (y bueno, lo clavé, las cosas como son), puesto que cuando lo dibujé aún no había tomado posesión del cargo; y con Puigdemont he intentado hacer una especie de cronología desde el 1 de octubre hasta el exilio belga. Y después, formalmente, en Trump eran gags de cuatro viñetas y aquí son de viñeta única, más cercano al humor gráfico tradicional de la prensa española.

–Tu primer cómic estaba dedicado al fenómeno ovni y las abducciones ¿hay paralelismo con la política?

–En «Azul y pálido» (2012) la idea central era que los abducidos realizan un acto de fe, ellos creen en ‘su’ verdad como mecanismo de defensa mental, para no volverse locos. Aplíquese esta sentencia a la opción política que usted desee cada ocho horas, gracias.

–¿Cuál es el origen del álbum?

–Ha sido un encargo de la editorial. Me llamó Octavio, mi editor, y me pidió el libro. Como no le sé decir que no, aquí estamos. Aunque es un tema sobre el que me ha gustado trabajar. Creo que hay mucho espacio para la sátira.

–¿Un tema tan serio como la independencia de Cataluña tiene espacio para el humor?

–Quiero creer que todo se puede tomar a risa. Cuando digo todo es todo. Se ha convertido en un cliché, esto de los límites del humor, pero creo que lo sano para una sociedad avanzada es que podamos bromear sobre lo que nos dé la gana. Y he dicho ‘bromear’, porque para mí, ésa es la clave.

–¿Cómo definirías la personalidad de Carles Puigdemont?

–Madre mía. No tengo ni idea. Lo que sí que creo es que se ha subido a la ola y que ha pasado de surfear con manguitos a sentirse el rey de la playa. Otra cosa es que le vean así desde la orilla.

–¿Crees que el tema de la independencia y el tan cacareado ‘procés’ se le ha ido de las manos?

–Hay un chiste específico en el libro sobre eso. En una libreta (¡lo hice antes de que saltara el moleskinegate!), Puigdemont apunta que tras convocar el referéndum y votar, el siguiente paso es ‘ir improvisando’.

–Es aquello que ‘la realidad supera a la ficción’.

–Mira, quiero creer que no. Que todavía, gracias a Dios, no. Que todavía podemos fabular más allá del mundo, que tenemos esa escapatoria. Es un deseo, ojo. Pero la realidad es tozuda, y le gusta alimentarse de las mentiras, desgraciadamente.

–Tras su huida a Bruselas algunos lo han comparado con el personaje de Tintín ¿Ves alguna similitud con este personaje?

–Lo de Tintín está un poco cogido por los pelos, por el rollo belga. Yo lo veo más como un personaje gris de Bruguera, como el Director de la oficina del Botones Sacarino. De hecho, mi Puigdemont es muy brugueriano.

–¿Cuál crees que podría ser la posible solución a la situación catalana?

–La única respuesta sincera y honesta por mi parte es que no tengo ni idea, con lo que ya me basta para presentarme a las próximas elecciones, ya sean generales o catalanas.

–Primero Trump, luego Puigdemont ¿Hay un filón en la política para el humor?

–Ésta es una máxima de la sátira, y es que, cuanto peor, mejor. Los que hacemos humor no queremos políticos eficaces, serios y que actúen dentro de la legalidad: queremos bucaneros.

–¿Cómo ves que la política haya llegado al deporte?

–Me gusta que los clubes apoyen determinadas causas y se involucren en ellas. Son actores de la sociedad, así que está bien que participen. No creo en un deporte por encima de la política. El deporte es política. Por otro lado, mi opinión no tiene por qué coincidir ni con la del club ni con la de todos sus integrantes. Y no por ello dejaré de animar al F.C. Barcelona ¡La magia de la pluralidad!

–¿Crees que el Estado debe regularl las redes sociales?

–¡Es que ya están reguladas! Hay un buen puñado de directivas y reglamentos europeos, está la LSSI... Es cuestión de afinar y aplicar lo existente.

–Anuncias un nuevo álbum para la primavera ¿A quién se lo dedicas esta vez?

–Secreto aún, pero: más políticos, más acidez, más risas, más dolor de cabeza para un servidor que tiene que dibujar unos cuantos chistes lo antes posible.