Moción en Pamplona

Los barones del PP avalan el "plante" total a Pedro Sánchez tras entregar Pamplona a Bildu

El pacto de investidura que Moncloa firmó con los de Otegi ya incluía la Alcaldía de Pamplona y excarcelar a los presos etarras

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo y el diputado de UPN, Alberto Catalá en el Congreso.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo y el diputado de UPN, Alberto Catalá en el Congreso.L.R. N.

El pacto por el que Moncloa entrega a Bildu la alcaldía de Pamplona forma parte de los acuerdos de investidura de Pedro Sánchez. Los de Arnaldo Otegi han manejado tácticamente un acuerdo sellado con tinta invisible y que incluye en la letra pequeña la excarcelación de los presos etarras, siguiendo con la política penitenciaria de la pasada legislatura. Pueden negarlo en Madrid, pero en el País Vasco a nadie ha sorprendido, y a los socialistas vascos menos que a nadie.

Moncloa optó por mantener escondidos los pactos que hubieran sido dolorosos en términos electorales en las últimas elecciones generales, a diferencia de cómo se manejaron las coaliciones del PP con Vox. Pero este movimiento estaba ya pactado desde el verano, y conlleva consecuencias en clave de las próximas autonómicas vascas.

Pedro Sánchez sabe que si en estas elecciones da pasos hacia adelante en su estrategia de blindar su alianza ya estructural con Bildu, perjudicando la estructura de poder actual del PNV o su continuidad en la Lendakaritza, puede encontrarse con una moción de censura en Madrid que le saque del poder, y ahí ya no importaría que en la ecuación estuviera Vox. Este escudo de «la ultraderecha» no le protegería de avanzar por ese camino.

Por eso los nacionalistas vascos están seguros de que si el escenario electoral aguanta conforme a las previsiones demoscópicas con las que trabajan, el PSE no podrá caer en la tentación de intentar el acuerdo de gobierno con Bildu, porque el precio sería Moncloa.

En todo caso, es innegable que la operación de Pamplona es otro movimiento que da aire a los de Bildu en plena precampaña vasca, mientras que mina el crédito de los socialistas de Euskadi a la hora de sostener la bandera ética de que hay supuestas líneas rojas que no van a traspasar. Los pactos del PNV y el PSE se ven cada vez más amenazados por el empuje electoral de Bildu, y si Moncloa no se desentiende del cordón sanitario a los de Otegi en Euskadi no es por razones éticas, sino por interés estrictamente personal.

El pacto navarro de Pedro Sánchez con Bildu tiene también consecuencias dentro del PP. La orden de Ferraz de entregar la Alcaldía de Pamplona a Bildu es otro argumento más para las voces que en la organización popular cuestionan el sentido de acudir a una cita en Moncloa que ven como «un engaño de Sánchez» para utilizarles como «tontos útiles» y para blanquear la negociación con el independentismo. Estas voces (barones y dirigentes de primer nivel), que se posicionan en favor del «plante total» a Sánchez, en contra de participar de la estrategia de un «presidente que actúa como un megalómano que miente a todo el mundo», se han visto refrendadas por el pacto de Pamplona, que alimenta también el debate interno sobre si en este contexto el PP puede llegar a acuerdos puntuales con «el Gobierno de coalición de la amnistía y de la mesa de Ginebra en la que se está hablando del referéndum, de la financiación y de las inversiones, cuestiones que afectan a toda España».

Génova optó por la prudencia para reaccionar al pacto de Pamplona. «Vamos a analizar esta nueva situación». La reunión en Moncloa «sigue a la espera de que cumplan lo que les pedimos». Un orden del día por escrito, y que la dirección del PP ampliará con temas que son incompatibles con el desarrollo de los acuerdos que el PSOE ha firmado con el independentismo. «No es fácil estar con Bildu y con el PP. Con Puigdemont y con Feijóo. La primera condición para que haya reunión es un orden del día por escrito, que nosotros ampliaremos. En estos momentos está complicado no sólo que haya acuerdos, sino que queramos verles. Pero analizaremos todo con serenidad y cuando manden el orden del día se decidirá. Ahora bien, es evidente que es imposible que les acompañemos al lugar hacia el que quieren llevar a este país», explica una fuente autorizada de la dirección del PP.

Por otra parte, la cúpula popular ha decidido sumarse a las protestas contra la moción de censura en la capital navarra convocadas por UPN, y este marco complica evidentemente la foto del líder popular con el jefe del Ejecutivo. El PP habla de «pacto encapuchado» suscrito entre Sánchez y la formación abertzale, y Alberto Núñez Feijóo trasladó ayer todo su apoyo a UPN «para cualquier necesidad».

UPN ganó las elecciones municipales en Pamplona con nueve ediles y lograron gobernar gracias al apoyo de los dos concejales del PP y la abstención del PSOE, una decisión de la que Pedro Sánchez presumió en campaña, atribuyéndose el mérito de haber impedido que un alcalde de Bildu gobernase en la capital navarra. Tras las elecciones autonómicas y municipales del 28M, el PP dio su apoyo gratuito para brindar al PNV y al PSE los gobiernos de la Diputación de Guipúzcoa y del Ayuntamiento de Vitoria, a fin de evitar el control de Otegi.