La investidura de Sánchez

Sánchez intenta camuflar sus pactos con Bildu con una cita con Casado

Moncloa pidió discreción, y el PP responsabiliza al Gobierno de haber filtrado luego la cita.

Reunión de Pedro Sánchez y Pablo Casado el pasado 11 de junio en La Moncloa. (Foto: Jesús G. Feria)
Reunión de Pedro Sánchez y Pablo Casado el pasado 11 de junio en La Moncloa. (Foto: Jesús G. Feria)larazon

Moncloa pidió discreción, y el PP responsabiliza al Gobierno de haber filtrado luego la cita.

En el PP creen que la «improvisada» convocatoria de Pedro Sánchez de una reunión con Pablo Casado en Moncloa, adelantada ayer por Antena 3, responde al objetivo estratégico de «manipular» la realidad para intentar situarse en el centro y tapar las negociaciones con Bildu en Navarra. «Está obsesionado por tapar lo que está haciendo. Que no se vincule su imagen solo a los independentistas y a los de Podemos y seguir metiendo presión con su investidura. Todo política de pura ficción». Pese a este análisis de las razones «ocultas» de la convocatoria, Casado acudió a esa entrevista por «lealtad institucional, en el ejercicio de su papel de líder de la oposición». Moncloa pidió «discreción», que el encuentro no fuera público, y el PP culpa a La Moncloa de su filtración.

«Ante la información dada por Moncloa, en el encuentro celebrado a petición de Pedro Sánchez, y al que Casado ha acudido por lealtad institucional», se trataron tres asuntos, según la dirección del PP. El líder popular volvió a reiterar a Sánchez su rechazo a apoyar su investidura, y que tampoco se abstendrá para facilitarla. Casado también aprovechó la entrevista para resaltar la «gravedad» de los pactos del PSOE con Bildu; y en relación a Cataluña, volvió a insistir ante Sánchez en la necesidad, «manifestada en reuniones anteriores, de afrontar medidas legales para frenar a los independentistas.

La entrevista tenía también en la agenda intercambiar impresiones sobre la elección del nuevo presidente de la Comisión Europea, en lo que justifica el PP su decisión de atender la invitación de Sánchez, «porque por encima de los intereses de partido deben estar los intereses de Estado y las políticas de Estado». «Por nuestra parte siempre habrá volundad de diálogo, aunque otros lo utilicen para servir a intereses personales». Génova enmienda la decisión de Albert Rivera de no asistir a la reunión con Sánchez. «Está buscando un hueco incluso diferendiándose de nosotros en lo que no debería diferenciarse como es este caso».

El líder popular constató la preocupación del jefe del Ejecutivo por el bloqueo de su investidura y porque tenga que depender de los partidos independentistas. Todo el foco está puesto en el trámite de la investidura, pero el problema más grave de Sánchez no está en superar esa votación, sino en que tiene «muy difícil asegurarse estabilidad para la gobernabilidad».

En Génova se frotan las manos porque saben que Albert Rivera no tiene marcha atrás para rectificar su decisión de bloquear la investidura, llegue hasta donde llegue la «operación Moncloa» para explosionar a Ciudadanos desde dentro. El PP, por su parte, no va a renunciar a la baza de empujar también a la formación naranja en un tablero político en el que cuentan, además, con la ayuda de Vox «para hacernos el trabajo».

La crisis de Ciudadanos por su política de pactos puede afectar al cierre de los acuerdos autonómicos pendientes, aunque Cs lo niegue, pero esto no parece perocupar en exceso al PP. Aun no consiguiendo gobiernos como el de la Comunidad de Madrid por las diferencias entre Cs y Vox, aunque no manejan que llegue a confirmarse este escenario, «nosotros ganamos porque la responsabilidad sería de ellos».

El análisis estratégico que hacen en Génova consolida su convicción de que están en el camino correcto para avanzar en la recuperación de los votantes que se le han ido a Vox. Más complicada parecía en principio la competición con Ciudadanos, aunque la crisis interna en la formación naranja es otro balón de oxígeno para Casado.

«Ciudadanos no consiguió el sorpasso en las generales. No consiguió tampoco ganarnos en autonómicas y municipales en donde sí nos superó en las generales. Y las europeas le salieron mal. Éste es el balance de la estrategia de Rivera de intentar convertirse en una copia de Casado.», sentenciaban ayer tarde en Génova. Esta semana es decisiva para la negociación del futuro gobierno de la Comunidad de Madrid. Vox rompió el diálogo la semana pasada y las conversaciones programáticas entre PP y Cs avanzan a la espera de que Vox dé señales de vida. En Génova asumen que la crisis de Cs dificulta aún más que Vox imponga su exigencia de conseguir puestos de gobierno, en el caso del Gobierno regional madrileño quiere «varias consejerías», como fijó Santiago Abascal en una entrevista en este periódico. «Pero el problema es más de ellos que nuestro. No se puede mentir a todos durantes mucho tiempo, y Ciudadanos es el que tiene que explicar cómo Begoña Villacís ha conseguido ser vicealcaldesa».