Pilar Ponce: «Denigrar la política sólo nos traerá peores políticos»

La directora de Gabinete de Justicia habla cinco idiomas y asegura que «para mejorar las cosas hay que hacerlo desde dentro»

-¿Por qué decidió usted entrar en política?

–Siempre me ha gustado. Sé que suena idealista, pero quería ayudar a cambiar el mundo y a hacer de él un lugar mejor. Ésa es la verdad.

–¿Qué opina del cliché de la «casta política parasitaria»?

–Ese cliché no corresponde con la realidad. Antes de trabajar como directora de gabinete del Ministerio de Justicia trabajé con muchos diputados y senadores de distintos grupos políticos y lo que yo he visto es mucha gente con ganas de trabajar, gente que se pasa los fines de semana recorriendo muchos pueblos con su coche explicando las políticas que llevan a cabo y estando pendientes de la gente. Hay muchos alcaldes y concejales que se patean las calles intentando sabes lo que pasa y que tienen una gran vocación de servicio público. Eso va más allá del concepto de casta que algunos nos atribuyen.

–¿Cómo se ha llegado a formar este estereotipo?

–Estamos viviendo un momento de crispación fundamentalmente por motivos económicos. Hay gente que lo está pasando muy mal. Cuando bajas a nivel de la calle, por ejemplo en Madrid, ves la realidad complicada de muchas familias y personas. A veces los políticos hemos estado más preocupados en sacar grandes adelante grandes medidas que en bajar a la calle. Muchas veces parece que estamos en el hemiciclo como una especie de marcianos que no se enteran de lo que pasa. No se ha cuidado la realidad de muchas personas que lo pasan mal. La gente no es tonta y perciben que lo que les pasa no siempre es la gran prioridad. Tenemos que hacer un esfuerzo por revisar no sólo la macropolítica sino la micropolítica.

–Habla cinco idiomas y ha estudiado en Harvard, la Sorbona, etc... Usted no tendría muchos problemas en ganarse la vida en la empresa privada, ¿verdad?

–No creo que tuviera demasiados problemas.

–¿Hay gente de su entorno qué le pregunta por qué sigue en política pudiendo hacer otra cosa?

–La gente de mi entorno me conoce. Saben que tengo una vocación por el servicio público muy fuerte. No me insisten en que me vaya a ganar dinero. Saben que esto lo hago por otra cosa.

–¿Por qué?

–Las cosas se pueden hacer mejor y se puede contribuir a ello. Y hay que hacerlo desde dentro. El sistema cambia y lo mejoras cuando lo conoces desde dentro, no mediante una lucha frontal sino haciendo propuestas constructivas. Lo he hecho en África y cuando me llegó la oportunidad de hacerlo en mi país lo hice.

–¿Cómo nació en usted esta vocación de servicio público?

–En mi casa siempre estuvo el debate político abierto y además con posturas encontradas entre mis padres, mi hermana y yo. Cuando estudié la Constitución, me dije: estos son los objetivos de mi país, por los que han luchado mis padres y por los que hay que seguir trabajando. Tengo el recuerdo de siempre de querer ser parte de eso. Todos podemos ser de cambio en esta sociedad. Cuando te lo crees y lo vives te va surgiendo esa vocación política.

–¿El clima de sospecha permanente que rodea a los políticos está apartando a gente valiosa de la vocación de servicio público?

–Ese análisis no va desencaminado. Cuando destruyes y desprecias una profesión a la gente le cuesta trabajo. Vas a una cena con un grupo de amigos o conocidos y en cuanto sabes dónde trabajas te tildan de corrupto, ladrón o cualquier cosa. Tienes que estar muy convencido para seguir cuando tienes que sufrir ese escarnio tan a menudo. Es normal que mucha gente piense que para lo que me supone estoy mucho más a gusto en casa. Con eso y con todo la gente que tiene este compromiso sigue adelante. Pero si seguimos deteriorando la imagen de la política no vamos a conseguir mejores políticos sino lo contrario.

Currículum

XI Harvard Course in Law and Economics. Harvard University

Diploma de humanidades europeas. Université Sorbonne Nouvelle, Paris III

Programa de liderazgo social. IESE

Francés, inglés, portugués, italiano, alemán.