
Estrategia
El PP pone en su diana las debilidades de Vox
Feijóo aprovecha su alineamiento con Trump para marcar distancias pero no hará pinza con Sánchez contra Abascal

El PP ha dicho basta. Vox, en pleno auge en las encuestas al subirse a la ola pro Donald Trump, está consiguiendo capitalizar la batalla contra la inmigración ilegal y la okupación de las viviendas o ganar enteros en los caladeros de voto más cercanos a las tesis del presidente estadounidense. Los sondeos están de su mano en el ecuador de la legislatura y aunque el PP apuesta por centrarse en «morder» en el electorado de Sánchez, no quiere dejar la puerta abierta a que Vox recabe demasiado éxito entre el electorado más polarizado que podría coincidir más ideológicamente con los de Santiago Abascal.
En la sede de Génova, conscientes de que Vox se ha marcado como objetivo crecer a costa de desgastar al PP, han cambiado su estrategia y han pasado de ignorarles a entrar al choque contra Santiago Abascal, pero sin darle alas para que se retroalimente. El objetivo es desactivar sus ataques. La máxima en el PP es la de que quede claro que Feijóo es la única garantía de que en unas elecciones generales pueda haber un cambio de gobierno en La Moncloa. «No se distraerán de ese objetivo y si bien, Feijóo no fijará su discurso exclusivamente en Abascal, sí apostarán por destacar los puntos débiles de Vox. Y ahí han encontrado la medida con Donald Trump y Putin.
No caer en la trampa de la izquierda
Es precisamente el alineamiento de Vox con Donald Trump el que permite al PP marcar distancias con Abascal e incluso acentuar en público estos puntos débiles. Creen en la sede del PP que, además, pueden llegar a sacar beneficio político al contraponer los dos modelos.Esta misma semana Abascal acusó a Feijóo de «sostener» a Pedro Sánchez por «coincidir» con él en la defensa a la posición ucraniana frente a la estadounidense sobre el plan de paz en la guerra de Putin. Esas palabras no se quedaron sin contestación. «Una guerra injusta no se puede acabar con una paz injusta, y esto no es estar al lado del señor Sánchez», contestó Feijóo. En la sede del PP creen que el seguidismo que hace Abascal a Trump les pasará factura en medio de la incertidumbre que reina en el contexto internacional sobre el fin de la guerra en Ucrania y la falta de garantías para encontrar una solución de paz.
Si bien, el PP busca un punto medio entre Vox y el PSOE en cuanto a las relaciones con Estados Unidos y su posición sobre los aranceles. Busca Feijóo no volar los puentes con Donald Trump, pero sí se muestra «preocupado» ante las consecuencias que una guerra comercial supondrían para el sector del campo español, si finalmente Estados Unidos impone aranceles. La polémica por los aranceles, a su vez, es utilizada por el Gobierno para atacar a su derecha por las diferencias entre PP y Vox en política internacional. El PP no hará pinza con el PSOE contra Vox en este sentido. Y es por eso que Feijóo denunció este jueves el hecho de que Sánchez anunciara que no llamaría a Vox para abordar la situación de Ucrania. Si bien podría interpretarse como un apoyo a Vox, en el PP lo rechazan.. «No puedes hacer un apartheid en un asunto de este calado», aseguran. De esta manera, Feijóo deja claro que su objetivo no es competir con Vox. «No voy a equivocarme con los adversarios de mi país», aseguró con el fin de marcar una vez más distancias con la estrategia de Vox de «sustituir al PP».
A menudo el PP optaba por hacer oídos sordos a los ataques de su derecha para no despistar al votante de lo importante para ellos, que es sacar al PSOE de La Moncloa. Creían en Génova que centrarse en el cuerpo a cuerpo con Vox lo único que podía hacer era distanciar al potencial votante que quiere echar a Sánchez. Las pelas entre bloques, decían entonces en la dirección nacional, «penaliza» al partido más grande. Es cierto que esto sigue operando en la cabeza de Feijóo, quien ve que centrarse en la batalla con Vox es lo que ansía la izquierda.
En el PP aseguran que hay una buena parte de votantes de Vox que, cuando lleguen las elecciones, confiarán en Feijóo. El propio presidente apuntaló esta tesis en una intervención pública. Se aferran en la sede del PP a las dudas que puede tener el electorado de Vox sobre su apoyo férreo a Trump como punto de partida para conseguir pinchar sus subidas en las encuestas.
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