Defensa
La princesa Leonor embarca en la "Blas de Lezo" y vive su primer combate real
Se integrará en la parte administrativa y en la operativa del barco
La Princesa Leonor embarcará este sábado en la fragata "Blas de Lezo", como ya adelantó LA RAZÓN, para completar la formación militar, marinera y naval recibida a bordo del Buque Escuela Juan Sebastián de Elcano. Será a las 19:30 horas cuando lo haga desde el Arsenal de Las Palmas. A bordo participará primero en el ejercicio SINKEX, una especie de "hundir la flota" con fuego real para a continuación integrarse en el Grupo de Combate Expedicionario "Dédalo".
En la fragata están embarcadas 210 personas entre las que se encuentra la unidad aérea, que opera, maneja y mantiene el helicóptero que tienen desplegado en cubierta de vuelo.
También, existe un equipo operativo de infantería de marina para reforzar las capacidades de seguridad, entre los que hay 25 oficiales, 48 suboficiales y 103 cabos y marineros.
La fragata F-103 "Blas de Lezo" pertenece a la 31ª Escuadrilla de Escoltas y recibe su nombre como homenaje a uno de los marinos españoles más ilustres que ha dado la historia, llevando por lema "Ornatus mei arma sunt requies mea pugnare"' (Mis arreos son las armas, mi descanso la pelea).
Se trata de la tercera fragata de la joya naval de la clase Álvaro de Bazán, que tiene su base en el Arsenal Militar de Ferrol, y está considerada como una de las fragatas antiaéreas más avanzadas del mundo y preparada para operar en escenarios demandantes.
El buque tiene una eslora de 146,7 metros y una manga de 18,6 metros, siendo la altura máxima de 50 metros. Para su propulsión, la fragata "Blas de Lezo" lleva una combinación de turbinas de gas o motores diésel (CODOG).
"Hundir la flota"
La clave del SINKEX es la destrucción controlada de un barco real, ya retirado del servicio, que sirve como blanco. No se trata de un ejercicio simulado, sino de fuego real y objetivo real. El buque, compartimentado para resistir el impacto, se convierte en un laboratorio flotante para estudiar en tiempo real los efectos de cañones, misiles, bombas aéreas y ahora también torpedos.
Cada impacto proporciona datos clave: cómo responde un casco bajo fuego directo, qué sucede cuando una sala de máquinas es alcanzada, cómo se comporta la estructura antes de irse al fondo. El ejercicio es único, y sólo se realiza cada dos o tres años, ya que depende de la disponibilidad de buques desactivados.
Capacidades
En cuanto a sus capacidades militares, las fragatas de la clase Álvaro de Bazán (F-100) están consideradas como de los "mejores escoltas" del mundo, ya que si bien hay muchas multipropósito, estas destacan por su capacidad antiaérea y como buque de mando. Su role como escolta moderna está ampliamente cubierto, siendo su capacidad antiaérea la que guio su construcción y diseño, según explica la Armada.
El Sistema de Combate AEGIS, junto con el radar multifunción SPY 1-D asociado, le aportan gran capacidad de detección, incluso en zonas difíciles como aguas costeras, así como la potencia de fuego, necesarias para combatirlas. Es la primera vez que este tipo de radar se instala en una fragata, habiendo sido únicamente instalado anteriormente en cruceros o destructores.
Además esta clase de buques tienen la capacidad de llevar un helicóptero embarcado, el LAMPS MK-II, que está dotado de modernos sensores y armas que permiten la detección y, en su caso, el ataque a buques de superficie y submarinos por fuera del alcance de los sensores del buque.
En esta fragata, la Princesa de Asturias, junto a los alumnos en formación, se integran en las dos organizaciones del barco, tales como son la administrativa, que es la que se emplea en puerto para preparar el barco, y en la operativa, que es la que se emplea navegando para operarlo.
Su formación se complementará con su participación en diferentes planeamientos y recibirán conferencias y experiencias sobre asuntos que consideran capitales para saber operar en la mar.