El desafío independentista
Puigdemont y Gabriel planean su desembarco en la ONU
Los dos fugados aprovecharán el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra para «internacionalizar el conflicto» y poner a España como país poco democrático
Los dos fugados aprovecharán el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra para «internacionalizar el conflicto» y poner a España como país poco democrático.
Las relaciones entre Carles Puigdemont y Anna Gabriel no están en su mejor momento. La dirigente anticapitalista llamó a Puigdemont para informarle de sus planes de refugiarse en Ginebra en el último minuto, frustrando los planes del líder de Junts per Catalunya que valoraba trasladar su residencia de Bruselas a Ginebra, además de participar en un acto en la universidad de la ciudad helvética. Sin embargo, parece que han pasado página y van a encontrarse en próximas fechas. No lo harán en España, evidentemente. Tampoco en Bruselas.
La cita será en Ginebra, donde ayer comenzó el 37º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que se extenderá hasta el 23 de marzo. Todo un mes para buscar el momento adecuado y hacer una «performance» por «la libertad y contra la represión del Estado español».
Fuentes de toda solvencia apuntan a LA RAZÓN que Gabriel y Puigdemont aprovecharán la celebración del Consejo de Derechos Humanos para hacer campaña publicitaria y de propaganda para «internacionalizar el conflicto» y denunciar «la situación de los derechos humanos en España». Da la casualidad que, en este período de sesiones, España volverá a tener un asiento tras su elección a finales del pasado año para formar parte de este órgano multilateral encargado de la protección y promoción de los derechos humanos. De hecho, el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, tiene previsto viajar hoy a la ciudad suiza para exponer sus prioridades durante el trienio en el que España formará parte de este organismo.
Los movimientos de Gabriel y Puigdemont en Ginebra se desconocen y están siendo planificados con cautela. No se sabe cómo piensan actuar en el marco del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, ni tampoco el día, pero aprovecharán este foco mediático para denunciar lo que desde el independentismo se califica como «persecución política, ausencia de juicio justo porque está motivado por decisiones políticas y arbitrarias acusaciones, y ataques a la libertad de expresión». En conclusión, tratarán ambos fugados de la justicia de presentar a España como país que incumple con los derechos humanos.
En este punto, es un secreto cómo piensan participar la pareja Puigdemont-Gabriel en este foro y si podrán hacerlo. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU está compuesto por 47 estados y, a menudo, es blanco de las críticas de las ONG que le acusan de actuar con parcialidad y por permitir la participación de países de dudosa aplicación de criterios básicos en materia de derechos humanos como Cuba, Arabia Saudí, Venezuela o Rusia. Las buenas relaciones de Anna Gabriel con Venezuela –se especuló con que se había refugiado en el régimen bolivariano– abren una puerta a su participación en el foro de Naciones Unidas.
Esta instancia multilateral no sólo aborda las posibles violaciones de derechos en cada uno de los países de la ONU, sino que también puede hacer recomendaciones y examinar la situación de países concretos. Esta posibilidad formal de las funciones del Consejo podría significar que algún país planteara la «cuestión catalana», y que fuera posible que el caso de Gabriel y Puigdemont tuviera su minuto de gloria en Ginebra, aunque se espera una contundente reacción de la delegación española.
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