Tercer viaje desde 2023

¿Qué busca Pedro Sánchez en China?

El Gobierno trata de ampliar mercado en Asia en plena andanada arancelaria de Donald Trump

La visita estaba prevista desde hace tiempo, se fraguó en septiembre de 2024 cuando Pedro Sánchez visitó Pekín, pero el contexto internacional se antoja propicio. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, arranca este miércoles un viaje por China y Vietnam, dos de los países más castigados por la andanada arancelaria de Donald Trump. España busca apuntalar su apertura al mercado asiático en un momento de máxima volatilidad, pero qué busca Sánchez en China.

Fuentes gubernamentales puntualizan en primer lugar lo que no busca, no pretende ir contra Estados Unidos ni sustituir sus relaciones comerciales por las asiáticas. El objetivo, reconocen, es diversificar y ampliar los mercados hacia estos países en un contexto marcado por la guerra comercial. Y lo hace en dos de los países más afectados por las tasas estadounidenses. China, con un 54% de aranceles, teniendo en cuenta los impuestos previamente, y Vietnam, con un 46%.

Sánchez viaja por tercera vez a China desde 2023, donde se reunirá en Pekín el 11 de abril con el primer ministro chino, Xi Jinping, un encuentro que coincide con el 20 aniversario del acuerdo de colaboración entre ambos países. Esta era la excusa inicial para fijar el viaje, aunque el trasfondo comercial es evidente por motivos de actualidad. No en vano, el presidente viaja acompañado por empresarios, con el objetivo de limitar el déficit comercial, España compra mucho más de lo que vende a China.

38.000 millones de déficit comercial

En números este desequilibrio se cifra en un 70 por ciento. Esto es, mientras que las importaciones de China son de unos 45.000 millones de euros, las exportaciones son de unos 7.400 millones, por lo que el déficit comercial es de cerca de 38.000 millones de euros. Ese será un tema central de la conversación, aseguran en el Gobierno.

Fuentes gubernamentales reconocen que su intención es reducir otras dependencias, avanzar en la autonomía estratégica y diversificar el mercado, además de reforzar la relación de la Unión Europea con China. En este sentido, la UE considera al gigante asiático como "un socio, un competidor y un rival", pero el presidente español quiere profundizar en la primer acepción de socio de cooperación con el que poder encontrar una agenda positiva, sobre todo, en el ámbito comercial.

En un momento de debacle bursátil en todos los mercados, en Moncloa tratan de desvincular la coyuntura actual del viaje, recordando que el interés en China viene de lejos. Sin embargo, el nuevo marco de incertidumbre e inseguridad jurídica obliga a mirar a otros bloques, más allá del americano. La mirada está puesta en Mercosur, India o China.

Aunque se afanen en el Ejecutivo en negar que el Gobierno pretenda "ser punta de lanza" en este objetivo para la Unión Europea y que se limita a explorar la posibilidad de diversificar el comercio hacia Asia, Sánchez será el primer dirigente europeo que viaje a China y a Vietnam después de que Trump haya impuesto nuevos aranceles. Y no es la primera vez que se asume este liderazgo. En septiembre del año pasado, el presidente español ya se colocó en una postura solitaria de reclamar a nivel comunitario que se levantaran los aranceles al vehículo chino.