Opinión

Que se vaya preparando Illa

Cuando un gobierno no tiene el respaldo suficiente para aprobar las cuentas, se considera que es un cadáver político

El primer secretario del PSC, Salvador Illa, durante el Consell Nacional del partido PSC 14/07/2024
El primer secretario del PSC, Salvador IllaPSCEuropa Press

Puigdemont le ha dado el primer aviso serio a Pedro Sánchez dejando en vía muerta la aprobación de los Presupuestos Generales. Todo ello, en medio de la negociación entre PSC y ERC.

Junts no está dispuesto a dejar escapar la presidencia de la Generalitat, y mucho menos que la consiga Illa, a quien consideran uno de los mayores hostigadores de Puigdemont en tiempos de la aplicación del art. 155 de la Constitución.

El portazo no es definitivo, en otro caso hubiera sido innecesaria la justificación que se hace desde Junts, centrada en la exigencia de más inversiones para Cataluña. En realidad, Puigdemont sabe que si el líder socialista ve peligrar la legislatura, cederá. De momento, desde Moncloa manejan tres escenarios. El primero y más improbable, consistiría en que Junts termine aceptando un acuerdo de socialistas y ERC. Sin embargo, Puigdemont no ganaría nada en esa circunstancia y no parece que vaya a renunciar a tenerlo todo tan fácilmente.

El segundo de los escenarios es la repetición electoral. El líder socialista confía en las proyecciones que realizan los encuestadores que vaticinan un resultado mejor para el PSC. Sin embargo, los independentistas, que van de mal en peor en cada proceso electoral, no parecen muy entusiasmados con la idea de volver a las urnas.

Por último, toda la presión de Junts y de una parte significativa de ERC está dirigida a lograr que Puigdemont sea investido. La operación no es sencilla, el pírrico resultado del independentismo lo hace más complicado aun, pero Puigdemont ha conseguido que el Estado le pida perdón con la ley de amnistía con tan solo siete votos en el Congreso y se siente fuerte.

Desde Ferraz se afanan en asegurar que Illa será investido y que Junts no tiene más remedio que claudicar, pero es sabido que suelen decir una cosa y hacer la contraria. Tampoco hay que olvidar que el Gobierno no pudo sacar los Presupuestos Generales para este año, por lo que ya serían dos sin sacar adelante la ley más importante que aprueban las Cortes.

De hecho, cuando un gobierno no tiene el respaldo suficiente para aprobar las cuentas, se considera que es un cadáver político. Sin apoyo parlamentario, sin presupuestos y con problemas judiciales, lo sensato sería que Sánchez diese por terminada la legislatura y convocase las urnas, pero el riesgo de que, esta vez, a Feijóo no se le escape la presidencia, es muy elevado. Illa debería prepararse para lo peor.