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Rajoy anima al PSOE a que sea un «partido nacional» con un único discurso

Asegura que España «ha salido de la UVI» sin dañar los servicios públicos

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su intervención hoy en la clausura de la vigésima reunión interparlamentaria del Partido Popular
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su intervención hoy en la clausura de la vigésima reunión interparlamentaria del Partido Popularlarazon

Mariano Rajoy clausuró ayer la reunión de parlamentarios del PP con un discurso de reivindicación del trabajo de su Gobierno, cuando están a punto de cumplirse dos años de legislatura, y con una mirada positiva hacia el futuro. El presidente insufló ánimos dentro del partido e instó a los suyos a echarse a la calle a transmitir a los españoles el mensaje de que España «ya ha salido de la Unidad de Vigilancia Intensiva», y que lo ha hecho preservando los grandes servicios públicos, Educación, Sanidad y Pensiones, y exigiendo un reparto equitativo de las cargas a todos los ciudadanos. Rajoy contestó a la Conferencia Política del PSOE echando tierra sobre las críticas a los recortes del gasto público que ha aplicado para cumplir con los objetivos de déficit impuestos por Bruselas, y vindicando precisamente el carácter social de sus políticas. «Les podemos decir a los españoles que las cosas no están bien, pero que vamos mejor, que los esfuerzos no han sido en vano y, sobre todo, que hay que perseverar en los esfuerzos», señaló.

El presidente del Gobierno prepara el balance de los dos años desde las últimas elecciones generales bajo dos grandes banderas. La de que la política de su Ejecutivo ha servido para corregir los desequilibrios heredados del PSOE (deuda, déficit, sector financiero, sector exterior) y que ya están sentadas las bases del crecimiento. Ayer anticipó que en lo que queda de legislatura habrá crecimiento y habrá creación de empleo, y que cuando lleguen las próximas generales, su partido podrá decir a los españoles que dejan «las cosas infinitamente» mejor que cuando las cogieron en 2011.

La satisfacción con los resultados de una política, que hoy permite que Rajoy saque pecho porque ha conseguido superar momentos muy complicados y evitar que hoy le sigan preguntando por el rescate y por la prima de riesgo, no quita para que el presidente también insista en el mensaje de que aún no se ha llegado a la meta y de que hay que seguir profundizando en las reformas. «Vamos por el buen camino, pero no hay que detenerse. Hemos recorrido la parte más difícil, pero hay que seguir», señaló ante el grueso de sus dirigentes territoriales, muy preocupados por las consecuencias que los recortes y las políticas impopulares de estos dos primeros años puedan tener en los resultados de las elecciones autonómicas y municipales de 2015. Rajoy les llamó a dar la batalla de la comunicación en la calle y a defender lo hecho, explicando que sin haber corregido los grandes desequilibrios macroeconómicos, que es lo que han hecho hasta ahora, nunca llegarían los efectos positivos a los bolsillos de los ciudadanos. Incluso precisó que ya hay efectos reales, ya que, por ejemplo, la bajada de la prima de riesgo permite que el Tesoro se ahorre más de 6.000 millones de euros.

El presidente reconoció, no obstante, que el paro es el reto más importante de su Gobierno. «Satisfacción, ninguna; relajación, ninguna», aunque puso en valor que en octubre de este año hay menos paro que en octubre de 2012. «Y esto no ocurría desde hace seis años y medio. Sirve para poco, pero sirve para confirmar que vamos por el buen camino y que se está haciendo lo que se tiene que hacer», apostilló.

Rajoy entrecruzó este discurso económico con una contundente referencia al problema independentista de Cataluña. Ante esta cuestión, primero reivindicó el carácter nacional de su partido para, por el contrario, afear al PSOE que haya perdido ese carácter de partido nacional que tanto «ayudaría» en la situación actual a «resolver los problemas de España».

Antes de concluir, instó al PP a tomarse muy en serio las elecciones europeas del próximo año. Y se marchó de Córdoba sin dar ninguna pista sobre el nuevo liderazgo del partido regional, salvo el obligado gesto de apoyo al anfitrión de la reunión, el alcalde de la ciudad, José Antonio Nieto, muy bien posicionado en las quinielas sobre quién tomará las riendas del PP andaluz.

Los artículos 1 y 2 son irreformables

Rajoy defendió con contundencia la unidad de España y de Cataluña, la vigencia de la Constitución y el «no» rotundo a modificar los artículos de la Carta Magna que afectan a la soberanía nacional. «Nosotros creemos en que es bueno seguir viviendo juntos, como hemos hecho desde siempre. No queremos poner aduanas a los sentimientos que nos unen desde siempre. Ni queremos levantar fronteras entre vínculos que no se pueden romper ni entre afectos que no se pueden superar», manifestó. Al PSOE le advirtió de que cuando uno propone una reforma constitucional, tiene que saber para qué. «Es irreformable lo que dice la Constitución en sus artículos 1 y 2. La soberanía nacional es del conjunto del pueblo español. Por tanto, yo de este asunto nada tengo que reformar ni dialogar», sentenció.