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Romeva, el conseller encargado de internacionalizar el proceso soberanista

Raül Romeva (i), junto a Muriel Casals (d), de Junts pel Sí.
Raül Romeva (i), junto a Muriel Casals (d), de Junts pel Sí.larazon

El ex eurodiputado se ha convertido hoy en el primer conseller de Exteriores de la historia de Cataluña.

Con una vida política forjada entre Barcelona, Bruselas y Estrasburgo y marcada por su viraje del ecosocialismo al independentismo, el exeurodiputado Raül Romeva se ha convertido hoy en el primer conseller de Exteriores de la historia de Cataluña, con el reto de internacionalizar el proceso soberanista. Informa Álex Cubero/Efe.

Romeva encabezará la cartera de Exteriores Transparencia y Relaciones Institucionales de su Ejecutivo, una Consellería inédita en Cataluña, ya que hasta ahora era una Secretaría que dependía de la cartera de Presidencia.

Nacido en Madrid en 1971, poco podía intuir Romeva hace un año que la decisión de romper el carné de su partido, ICV, al no compartir su línea respecto al proceso soberanista, acabaría desembocando en su nombramiento como uno de los miembros destacados del nuevo gobierno catalán tras la etapa de Artur Mas.

Pero en una década en el Parlamento Europeo en la que, como eurodiputado de ICV, forjó su experiencia internacional, Romeva vivió al mismo tiempo una evolución hacia posiciones soberanistas y, al final, netamente independentistas, que le hicieron alejarse de las posturas confederalistas de su formación.

Tras sonar como posible candidato a presidir la Asamblea Nacional Catalana (ANC), opción que no prosperó, el pasado verano fue escogido para encabezar la coalición independentista Junts pel Sí, pactada por Artur Mas (CiU), Oriol Junqueras (ERC) y las entidades soberanistas para las elecciones del 27 de septiembre.

JxS ganó las elecciones, pero se vio obligada a depender de la CUP para poder investir un presidente. Con el 'no' enrocado de los antisistema a Mas, el nombre de Romeva se barajó como posible alternativa a presidente -posibilidad que él mismo siempre ha descartado- o incluso vicepresidente de un gobierno coral.

Finalmente, este triatleta y 'casteller' enamorado del mar, que practica submarinismo y soñaba con ser capitán de barco, será una de las caras más visibles del Govern, como conseller de Exteriores.

Una cartera que el independentismo considera una "estructura de Estado"y que supone la culminación de la voluntad de la Generalitat de abrirse al exterior, desde que fuera una de las primeras comunidades en tener representación en Bruselas hasta que nombró el año pasado un representante permanente ante la Unión Europea, pasando por las polémicas aperturas de las llamadas "embajadas".

También será una cima en la carrera de Romeva, que empezó a militar en Iniciativa en 1989 y, poco después, ya formaba parte de las listas electorales de la formación.

Doctor en Relaciones Internacionales y licenciado en Ciencias Económicas, en 1994 y 1999 figuró en la listas europeas de su partido, en 1991 y 1995 formó parte de la candidatura municipal a la alcaldía de Caldes de Montbui (Barcelona), mientras que en 1992 integró la candidatura de las autonómicas y en el año 2000 las generales.

Pero su primer gran salto fue en 2004, cuando fue cabeza de lista de los ecosocialistas en las europeas, siendo entonces el candidato catalán más joven al Parlamento Europeo.

Buen comunicador, aficionado al baile -destacan sus dotes en salsa y lambada- y escritor de varios libros de análisis político, pero también de ficción, Romeva destacó por ser uno de los eurodiputados más activos en la presentación de propuestas, así como por su defensa del catalán en las instituciones europeas y su lucha contra la pesca ilegal y a favor de los derechos de las mujeres.

Profesor de Relaciones Internacionales en la UAB y analista de conflictos armados y consultor de Naciones Unidas, entre 1995 y 1996 fue el ayudante principal del representante de la Unesco en Bosnia y Herzegovina, país en el que lideró el programa educativo y de promoción del programa de cultura de la paz de esta organización y en el que fue supervisor de la OSCE en los comicios de 1996 y 1997.

Pero además de un curtido currículum, Romeva destaca por su forma de vestir elegante pero a la vez desenfadada, su cabeza rapada, los colores atrevidos de las patillas de pasta de sus gafas y un llamativo físico de deportista. En Bruselas, era habitual verle a las siete de la mañana en el gimnasio del Parlamento Europeo.

Y es un gran amante del fútbol. Fue viendo partidos del Barça cuando empezó a forjar una sólida amistad con Junqueras, cuando ambos eran eurodiputados. Con él comparte ahora grupo parlamentario y, a partir de hoy, también reuniones del Ejecutivo, pues el líder de ERC será vicepresidente y conseller de Economía.

Con el sueño de una Cataluña independiente como principal prioridad, ambos consellers estarán en esta legislatura a las órdenes de un presidente convergente. Paradójicamente, la misma formación que Romeva combatía y criticaba con dureza en sus inicios políticos.