
Polémica
Sánchez, acorralado, ordena revocar todos los contratos con Israel
El Gobierno dice que no contrata con Netanyahu desde el asedio a Gaza, pero ha adjudicado 40 compras de armamento desde entonces. Ahora, dice que no se han formalizado

El Gobierno se ha rectificado a sí mismo y rescindió ayer el contrato con una empresa israelí para la adquisición de cartuchería 9x19 mm. PB NATO para la Guardia Civil. La decisión es política y tendrá consecuencias. Para la coalición, que vuelve a poner a prueba sus costuras y sigue exhibiendo su profunda debilidad; para el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ve seriamente comprometida la continuidad en su cargo; para las arcas del Estado, que tendrán que hacer frente a una indemnización que podría ascender al total del encargo, sin recibirlo: 6, 6 millones de euros; y para el ya agotado crédito político de Pedro Sánchez, que aseguró en sede parlamentaria que «desde el 7 de octubre de 2023, España no desarrolla ninguna operación de compraventa de armas con Israel, ninguna. Quiero que lo tenga usted claro –le dijo al portavoz de ERC, Gabriel Rufián– para que también lo tenga claro el conjunto de la ciudadanía», aseguró.
La revocación del citado contrato, impuesta por una decisión «unilateral» y bajo orden directa del presidente, que mandató poner fin al conflicto, viene derivada de la polémica generada y no supone una declaración de principios, pese a que desde Moncloa aseguren que «los partidos del Gobierno de coalición progresista están firmemente comprometidos con la causa Palestina y la paz en Oriente Medio. Por esto, desde el 7 de octubre de 2023, España ni compra ni vende armamento a las empresas israelíes. Ni lo hará en el futuro. Los procesos de compra que siguen abiertos se iniciaron antes de dicha fecha y, los que sean armamento, no se van a ejecutar».
Fuentes de Moncloa consultadas por LA RAZÓN avanzan que todos los contratos se han revocado. «No hay ningún contrato de compra de armamento en vigor», señalan. En concreto, España habría adjudicado o formalizado 40 contratos de compra de armamento a Israel desde octubre de 2023: diez de ellos ya adjudicados y otros diez formalizados en los últimos seis meses, por un montante de 1.041 millones de euros. Solo en la Plataforma de Contratación Pública aparecen al menos otras nueve adquisiciones ya adjudicadas a empresas israelíes, a la espera de ser formalizadas. Sin embargo, las citadas fuentes aseguran que, «aunque en el Portal de Contratación Pública puedan aparecer como adjudicados, se pararon a tiempo y no están formalizados».
Lo cierto es que las Fuerzas Armadas tienen importantes programas vinculados a la industria militar israelí y, por el momento, no ha trascendido que el veto impuesto a la munición se haya hecho extensible al resto de arsenal, que pivotaría entre lanzacohetes, misiles antiaéreos, designadores láser de los cazas hasta la radio táctica que utiliza el Ejército de Tierra. Prescindir de la tecnología israelí, ya muy enraizada en las estructuras de la Defensa española, es prácticamente una quimera, porque supondría un esfuerzo añadido de inversión en plena cruzada por elevar el gasto en Defensa de cara a los compromisos con la OTAN y de los que habrá que responder en junio en La Haya.
Fue Pedro Sánchez quien dio ayer la orden política de resolver la crisis y en solo una mañana se resolvió lo que en seis meses había sido imposible para el Ministerio del Interior. Desde Moncloa comunicaron que «tras haber agotado todas las vías negociadoras, la Presidencia del Gobierno, la Vicepresidencia Segunda y los ministerios competentes han decidido rescindir de forma unilateral el contrato de compra de munición a la empresa israelí IMI Systems». Ahora, el protocolo se pone en marcha y será la Junta de inversión de material de doble uso quien denegará a dicha empresa el permiso de importación de este material a nuestro país «por razones de interés general» y, acto seguido, el Ministerio del Interior rescindirá el contrato.
La Abogacía del Estado –que informó en sentido contrario a la rescisión, en un primer momento- y los ministerios competentes ya están estudiando posibles reacciones legales y reclamaciones, que podrían consistir en pagar parte o el total del montante sin recibir nada a cambio. Esta cuestión ha generado una crisis que va más allá del conflicto generado con sus socios, ya que también compromete la palabra del propio presidente, y su estrategia a nivel internacional contra Benjamín Netanyahu y en la defensa de los dos Estados.
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