Interparlamentaria PSOE

Sánchez se enroca hasta 2027, aunque no tenga Presupuestos

Se erige en "referente" de la socialdemocracia frente a la "coalición negacionista" que avanza en el mundo

Pedro Sánchez ha intervenido esta mañana ante las huestes socialistas -la interparlamentaria del PSOE conformada por los grupos en el Congreso, Senado y Eurocámara- para abrir oficialmente el curso político, aunque sus señorías hayan vuelto hace días a la actividad parlamentaria. Un discurso de trámite, institucionalizado y que sirve para trasladar una inyección de amor propio a las filas del partido de cara a lo que resta de periodo de sesiones. Y precisamente esto ha sido lo que ha destilado la intervención del secretario general y presidente del Gobierno. Un excesivo triunfalismo que contrasta con las dificultades del Ejecutivo para sacar adelante sus principales iniciativas por su dependencia de Junts.

En el alero queda todavía la más importante de ellas, los Presupuestos Generales del Estados, prorrogados ya por segundo año consecutivo y cuyas negociaciones todavía no han arrancado oficialmente. Sin embargo, el hecho de no tener unas cuentas públicas no es un obstáculo para mantener el rumbo. Sánchez ha vuelto a reiterar su intención de agotar el mandato pese a las dificultades. "Que ellos pidan elecciones, que nosotros vamos a seguir gobernando hasta 2027", ha proclamado, para añadir una reinterpretación de los resultados de las últimas elecciones, cuando el PSOE fue segunda fuerza en el ciclo electoral de 2023: "Y, cuando llegue el momento, les volveremos a vencer en las urnas y tendremos más gobiernos municipales, autonómicos y de nuevo un gobierno progresista al frente del país".

Sánchez ha dibujado un Partido Socialista que se erige como "referencia" -al que mira como ejemplo el resto de la socialdemocracia mundial- en un momento clave, un "punto de inflexión", frente a lo que él considera el avance de la "coalición negacionista". Representada por Donald Trump en EE UU y por PP y Vox en España. "Estamos ante un punto de inflexión a nivel global. Lo que está en juego es si España, Europa y el mundo continúan avanzando por la senda del progreso o retroceden. Si siguen avanzando por la senda de la apertura y el entendimiento o nos convertimos a la religión del unilateralismo y el enfrentamiento".

En este sentido, y sobre las amenazas de Trump de imponer aranceles, el presidente ha avanzado que, aunque "una guerra comercial no beneficia a nadie, si otros la inician, el Gobierno de España va a apoyar a la Unión Europea. Porque vamos a apoyar los intereses europeos que son los intereses españoles. Esto es lo que va a defender el Gobierno de España, está por ver qué hará la ultraderecha y los neoliberales", se ha cuestionado.

Sánchez ha pedido a los suyos un esfuerzo de pedagogía y explicación. "Repetir, repetir y repetir", ha dicho, desde la convicción de que están en el "lado correcto de la historia" frente a la "multinacional ultraderechista". "Tenemos que contar la realidad más allá del bulo y la desinformación. Hacer pedagogía porque es más necesario que nunca", ha demandado. El presidente cree que cada vez tendrán "más audiencia" porque la ciudadanía está empezando a sufrir la "distopía" en la que les ha instalado esta "multinacional ultraderechista", asumiendo que "no hay soluciones fáciles" a la complejidad de sus problemas. "Contadlo en las calles, en las redes sociales, por tierra mar y aire para que las mentiras no desinformen a la gente, porque detrás de su ruido no hay nada", ha reclamado.

"Estamos a mitad de camino, hemos transformado España. Queda mucho por hacer y es en mitad del maratón cuando hay que mirar al frente, no perder el objetivo y el horizonte y perseverar", ha arengado a los suyos el presidente, demandando que vayan "todos a una". "Sobran los motivos para dar la batalla por lo que somos y lo que creemos. España avanza en la dirección adecuada", ha zanjado.