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Competencias

Sánchez negocia contrarreloj una nueva cesión al PNV: el control de Talgo

El Gobierno discute con el Ejecutivo vasco la cuantía de la entrada del Estado en la empresa

Pedro Sánchez negocia contrarreloj una nueva concesión al PNV, que gobierna el País Vasco: el control de Talgo. Es una de las carpetas que están encima de la mesa y que el presidente del Gobierno abordará este martes con el lehendakari, Imanol Pradales, aunque en un principio no formaba parte del orden del día.

El resto son acuerdos y cesiones pendientes, como la gestión migratoria, la inversión en redes eléctricas o el reconocimiento del euskera en la UE, pero las conversaciones sobre la empresa ferroviaria son una novedad.

Moncloa ya ha comprometido la participación de la SEPI con hasta 75 millones de euros, pero se desconocen aún los detalles de una operación con claro trasfondo político en plena crisis de confianza de los aliados parlamentarios del Gobierno por los escándalos de corrupción del PSOE. Fuentes gubernamentales insisten en que en estos momentos toca "mimar a los socios".

Los inversores vascos —liderados por Sidenor (negocio siderúrgico de José Antonio Jainaga), junto con el Gobierno vasco (a través del fondo Finkatuz) y las fundaciones BBK y Vital— quieren controlar Talgo por varias razones estratégicas y económicas. Talgo tiene en Rivabellosa (Álava) una de sus plantas clave con unos 700 empleados, y unos 5 000 puestos indirectos asociados a proveedores vascos.

El consorcio destaca que su entrada garantizaría que la sede social y fiscal de Talgo permanezca en Álava, manteniendo el empleo y evitando la deslocalización. La empresa arrastra una deuda de unos 400 millones, a la que se añadía una penalización de 116  por retrasos en entregas a Renfe. Por ello, el consorcio vasco ofrece 150 millones adicionales (junto a la SEPI) para refinanciar este pasivo y fortalecer el balance de la empresa.

Precisamente, el lehendakari entregó el jueves pasado el premio Joxe Mari Korta a José Antonio Jainaga, propuesto de forma unánime por las asociaciones empresariales CONFEBASK, SEA, CEBEK y ADEGI, así como por la Familia Korta. Este premio es la distinción de ámbito económico y empresarial más importante que concede el Gobierno Vasco, a través del departamento de Industria.

En el acto, Pradales agradeció a Jainaga el compromiso que, según él, ha demostrado a través de su extensa trayectoria y que responde a un modelo vasco “que pone en valor a aquellas y aquellos que dan un paso al frente, toman riesgos, e invierten; que asumen responsabilidades y presión; que se complican la vida para levantar un proyecto empresarial. Y que al hacerlo crean oportunidades de futuro para otras personas”.

Jainaga, ingeniero industrial, recaló en Sidenor hace más de dos décadas como director general. En 2005 la empresa fue vendida a Gerdau, un grupo siderúrgico brasileño. Desde 2005 a 2016, José Antonio Jainaga desempeñó el cargo de consejero delegado, año en el que la multinacional brasileña vendió su filial en Europa. En ese momento, Jainaga presentó una oferta para la adquisición de Sidenor. Desde entonces, es el presidente.