Sánchez reunirá el 21 a su Ejecutiva por Cataluña

Acortará sus vacaciones para seguir el desarrollo del desafío soberanista y promover su hoja de ruta contra el secesionismo.

Pedro Sánchez tiene un plan. Un plan para Cataluña. Y esa parece ser su principal apuesta para recuperar la visibilidad perdida durante los meses de la gestora al frente del PSOE. Los socialistas quieren erigirse como alternativa al Gobierno y el desafío soberanista se ha tornado como la mejor ocasión para marcar perfil propio y tomar la iniciativa, aunque esto suponga romper la unidad de acción con el Ejecutivo y quebrar el frente común contra el soberanismo. Para ello han impulsado una hoja de ruta bajo la denominación de Declaración de Barcelona que prevé dar respuesta a algunas de las demandas de la Generalitat –excluyendo el referéndum– que han sido ignoradas hasta ahora por el Ejecutivo. El líder socialista quiere, además, redoblar su presencia en Cataluña e impulsar una ronda de contactos con personalidades de la sociedad civil y del ámbito político con el objetivo de pulsar el sentir social de cara a la consulta ilegal y trasladar sus propuestas, aunque los encuentros a más alto nivel, esto es, con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, no se esperan hasta que se supere el umbral del 1 de octubre.

No obstante el calendario arranca mucho antes. Los socialistas quieren empezar a trabajar en el Congreso de los Diputados, con la apertura de una subcomisión para la reforma de la Constitución, en septiembre. Unos trabajos que podrían retrasarse ya que Ciudadanos, imprescindible para que salgan adelante, sólo se sumará a ellos tras el simulacro de consulta del primero de octubre. En Cataluña Puigdemont ha convocado la apertura del Parlament para el 15 de agosto, lo que supone que la posible aprobación de algunas de las leyes de desconexión e incluso la propia ley del referéndum podrían activarse a finales de ese mes. La respuesta del Tribunal Constitucional será inmediata, como ha ocurrido hasta la fecha, promoviendo la suspensión de cualquier iniciativa que roce la ilegalidad, pero tanto el Gobierno como la oposición no serán ajenos a estos movimientos y estarán en guardia. El Ejecutivo se reunirá en Consejo de Ministros el viernes 25 de agosto, como adelantó este diario, y el principal partido de la oposición también estará movilizado esa semana. Además del típico retén estival que mantienen todos los partidos, Pedro Sánchez –tal como confirman fuentes de su equipo a LA RAZÓN–tiene previsto acortar sus vacaciones para seguir en primera persona el desarrollo del pulso secesionista al Estado para trasladar su apoyo a las decisiones que tome Moncloa. El calendario que baraja Ferraz va a la par que el del Gobierno y, a día de hoy, prevén volver al trabajo la semana del 21 de agosto. Aunque la iniciativa en este proceso le corresponde al PSC, Sánchez ha vinculado los primeros compases de su nuevo liderazgo a significarse en esta causa.

En la agenda inmediata del líder socialista está hoy la reunión de la permanente de la Ejecutiva y una fuerte presencia mediática esta semana, coincidiendo con la comparecencia el miércoles de Mariano Rajoy como testigo en el juicio de la «trama Gürtel». Una oportunidad que el PSOE no dejará escapar para seguir forjando su rol de oposición y desgaste al Gobierno. Tras los congresos del fin de semana, en los que Sánchez marcará territorio en Andalucía –junto a Susana Díaz– y en la Comunidad Valenciana –con Ximo Puig–, Ferraz cerrará el curso político con una reunión del plenario de su dirección para aprobar el reglamento en el que especifican, entre otros aspectos, las competencias de las carteras que la integran.