Campaña

Sánchez usa la lucha contra los bulos como ariete electoral

La apuesta por la «regeneración democrática pendiente» se limita al señalamiento de medios críticos y la ofensiva judicial

GRAFCAT3777. BARCELONA, 01/05/2024.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha irrumpido por sorpresa este miércoles en la Feria de Abril de Barcelona, en plena campaña de las elecciones catalanas del 12 de mayo. EFE/Jordi Play/PSC SÓLO USO EDITORIAL SOLO USO PERMITIDO PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE APARECE EN EL PIE DE FOTO (CRÉDITO OBLIGATORIO)
Pedro Sánchez irrumpe por sorpresa en la Feria de Abril de BarcelonaJordi Play/PSCAgencia EFE

Una semana después de que Pedro Sánchez enviara la carta a la ciudadanía en la que se autoimponía un periodo de reflexión para valorar si merecía la pena continuar al frente del Gobierno, el Ejecutivo sigue intentando dotar de contenido político la decisión del presidente de mantenerse en La Moncloa. En la comparecencia que ofreció el lunes para oficializar su continuidad, Sánchez hilvanó un discurso abstracto en el que se ofrecía a liderar la «regeneración democrática pendiente» sin avanzar en qué se concretaría ni lo uno ni lo otro. «No tengo todas las respuestas», se excusó, en un arranque de humildad. Desde su equipo, no obstante, aseguran que «pronto vamos a articular todo esto. No lo puede hacer solo el Gobierno. No se trata de presentar una o dos medidas, son muchas más. Hubiera sido muy atrevido haber venido aquí con dos medidas de un día para otro», dicen, defendiendo que se les hubiera acusado de «cálculo político».

Pese a lo preliminar del planteamiento, en el entorno del presidente dan la máxima trascendencia a esta cuestión, calificándola de «gran causa nacional». Una causa en la que quieren enrolar a otros actores políticos y cívicos, pero que de momento se limita a una acción particular en defensa propia y de ataque al principal partido de la oposición. El Ejecutivo ha salido a la ofensiva para responder a los embates de la que han denominado «máquina del fango» y que dicen venir sufriendo desde hace diez años. La única autocrítica que el presidente del Gobierno hace de la gestión de la crisis, que él mismo ha provocado, es haber subestimado el impacto de la desinformación y no haber actuado antes contra los bulos.

Sin embargo, esto no es del todo así. No es la primera vez que el PSOE pone el foco en los bulos, aunque siempre vinculados a las contiendas electorales y a los que afectan a su formación. Tanto en la campaña de 2019 como en la de 2023, el partido lanzó sendas iniciativas con un objetivo limitado: desmontar las «mentiras que la derecha» vertía sobre los socialistas. En las primeras generales de Sánchez como presidente se incorporó una herramienta a la web del partido –fuera de servicio actualmente– con «una sección donde PSOE va a responder, sobre todo a mentiras de Casado y Rivera», explicó entonces el portavoz socialista Felipe Sicilia.

Esta herramienta se volvió a reactivar el año pasado, cuando el secretario de Organización, Santos Cerdán, presentaba un «comité para desmentir los bulos de la derecha» en el marco de la contienda de las municipales y autonómicas. El objetivo de este órgano era luchar contra la desinformación, pero solo del «PP y Vox contra los diferentes gobiernos socialistas» y actualmente también ha dejado de operar por falta de medios personales para hacer el seguimiento.

Esta instrumentalización de la cruzada contra los bulos fue protagonista ayer en la manifestación del Día del Trabajador. «Vamos a desenmascarar todo aquello que hace del insulto, de la difamación, de la mentira, del bulo, de la deslegitimación desde el primer día de los gobiernos progresistas... una realidad aparente que nada tiene que ver con lo que piensa la mayoría de los ciudadanos y que es la máquina del fango que intenta que no hablemos de los problemas de los ciudadanos», aseguró la vicepresidenta primera, María Jesús Montero.

La reflexión actual sigue siendo limitada, por tanto, a lo que afecta al PSOE y recuerda a la que ya se hizo durante la campaña de las elecciones generales del 23J cuando Sánchez salió en primera persona y en «prime time» a desmontar la imagen que se había creado de él durante los cuatro años de legislatura, lo que identificó como explotar la «burbuja del antisanchismo». Por ahora, esta apuesta decidida por desarmar las «fake news» que corroen el sistema se limita a dos vertientes: el señalamiento de medios –o «pseudomedios», Sánchez dixit– de comunicación y la judicialización.

Más allá de la denuncia pública de lo que se publica en algunos de estos portales de noticias, el PSOE da un paso más en su estrategia y ha puesto en manos de sus servicios legales, por ejemplo, las declaraciones del director de «El Debate» en las que afirmaba que Sánchez acabaría su carrera política de manera «trágica». En la misma línea, los socialistas solicitaron el martes al juez Manuel García Castellón que tomara declaración como imputados al exsecretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, y al comisario José Manuel Villarejo, en relación a una conversación entre ambos en 2014 en la que pactaban la búsqueda de información contra la familia de Sánchez para destruir su reputación.

También está previsto, según apuntan fuentes del PSOE a este diario, poner en manos de la Policía algunos mensajes y amenazas contra el presidente del Gobierno que se han detectado en canales de Telegram de agitadores de ultraderecha. Además de pedir amparo judicial o policial, se explorará la vía deontológica, poniendo en conocimiento de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo, de la FAPE, la APM y la Red de Colegios de Periodistas cualquier insulto, bulo o violación del código deontológico que se detecte y se refiera al PSOE.