Méritos e infamias

Serpiente estival

En Torre Pacheco se escenificó la cruda realidad de España, con gente organizando cacerías humanas tras ser azuzadas en las redes sociales. PP y PSOE deben afrontar el problema de la inmigración para frenar la polarización ante un asunto tan delicado.

TORRE PACHECO (MURCIA), 15/07/2025.- Varias personas expulsan a una presentadora de TVE este martes de una concentración en Torre Pacheco (Murcia). La Guardia Civil ha impedido la manifestación prevista para las 20:00 horas a las puertas del Ayuntamiento de Torre Pacheco para evitar altercados ante la presencia de grupos ultra en la población. Según fuentes cercanas al instituto armado consultadas por EFE, los agentes están invitando a los asistentes a abandonar la zona, en la que se encontra...
La Guardia Civil impide la manifestación ultra en Torre PachecoPablo MiranzoAgencia EFE

Durante el verano es habitual el nacimiento de serpientes informativas que alivian la sequedad de las redacciones. Benditas sean, aunque durante unas semanas a alguno le amarguen las vacaciones. Pedro Sánchez luce tipín dando la mano en Mauritania sin decir ni pío de la metáfora de España que ha sido estos días Torre Pacheco. La piel de toro se transmuta en un pueblo de Murcia donde quedan para cazar personas, y cagarse en el presidente de paso, piaras alimentadas de rencor por las redes sociales mientras el ministro del Interior observa con las manos en los bolsillos. Hasta que la olla no explotó en el Gobierno no se dieron cuenta de la pitón que les bailaba delante de los ojos enroscada en un bate de béisbol. Ya escribo, ni pío, mejor sonreír en Nuakchot, aunque las pateras sigan saliendo hacia Canarias y a los menores inmigrantes se les reparte como naipes en una partida de cartas. “A los vascos y catalanes en esta mano, no”, claro hijo.

Nos huelen mal los inmigrantes cuando conviene azotar el miedo, pero no encuentras a un empresario decente que te compre la “chuminá” de expulsar a ocho millones de personas a la nada. Vivimos como emperadores asiáticos en nuestro paraíso sin querer entender quién recoge los pimientos en Almería, nos conduce los camiones o le lava el culo a nuestros abuelos. Esas cositas que a los ricos nos da tanto repelús y que dejamos para que los hijos menores de la creación se entretengan. La inmigración, si no que queremos cometer los mismos problemas que ahora sufren de manera irreversible en Francia y Bélgica, debe afrontarse como una cuestión de Estado que no se soluciona mandando a la Guardia Civil a detener a energúmenos cegados por el populismo. En un país normal, los dos partidos mayoritarios se sentarían a buscar soluciones, pero es más cómodo tirarse piedras hasta dar con el titular más morboso, volverse a casa y pensar en la molicie del veraneo hasta que aparezca la siguiente serpiente.