Política

Fracaso del asedio al Congreso

«Vosotros, fascistas, sois los terroristas»

La calma tensa de las primeras horas dejó paso a la violencia de siempre

La calma tensa de las primeras horas dejó paso a la violencia de siempre
La calma tensa de las primeras horas dejó paso a la violencia de siemprelarazon

Eran las 18:00 horas y nada hacía presagiar lo que iba a suceder. Entonces había más periodistas que manifestantes en las inmediaciones del Congreso de los Diputados y ya muchos comenzaban a barruntar que la de ayer no sería ni mucho menos una manifestacion masiva. Con un goteo incesante de personas se fue llenando una Plaza de Neptuno, que también comenzó a acoger a los primeros radicales con banderas de Izquierda Castellana. Media hora después, la plaza ya estaba cerrada al tráfico y los manifestantes coreaban las proclamas habituales contra el Gobierno, pero tambien contra los agentes. «Vosotros, fascistas, sois los terroristas»y «¡No tenéis cojones, sin el uniforme!» fueron dos de las más escuchadas.

Los agentes tuvieron que sufrir insultos constantes. Y no sólo los uniformados. A cada rato se sucedía el rumor de que había algún policía infiltrado y, con la tensión existente, uno de estos rumores a punto estuvo de llegar a mayores cuando varios manifestantes comenzaron a seguir a un individuo al grito de «¡policía infiltrado!» Fue el único conato de altercado antes de las primeras cargas a eso de las 20:30 horas.Piedras, botellas y palos volaron cuando los más radicales trataron de derribar la triple valla. También hubo petardos como los que se habían requisado en las horas previas. «A disfrutar pegando al pueblo», gritaba un joven que ya se había colocado un pañuelo para ocultar su cara.

Los agentes comenzaron con las cargas y el temor se apoderó de gran parte de los asistentes. Pero los más radicales seguían a lo suyo, a lo que habían ido.

Un joven, que por su aspecto no parecía superar los 16 años, no dudo en lanzar a bocajarro una botella de plástico a una columna de antidisturbios. «Vais dispuestos a dar palos nada más», espetaba un adulto. Tras media hora de enfrentamientos, el epicentro de los altercados se trasladó primero hacia Atocha y más tarde a Cibeles.