Gobierno de España
Vox vetará los Gobiernos de Cs
Casado y Abascal cierran un pacto para gobernar juntos en ayuntamientos en los que suman mayoría sin los naranjas
Casado y Abascal cierran un pacto para gobernar juntos en ayuntamientos en los que suman mayoría sin los naranjas
Ciudadanos (Cs) abre, al menos aparentemente, la pelea por quedarse con algún Gobierno autonómico o Alcaldía «significativa». Si es sólo puesta en escena para intentar elevar el precio de su cotización y «cobrarse» más caro el apoyo al PP se verá en los próximos días.
Pero ayer ya amagó el cambio de estrategia justo en una de las «plazas» más simbólicas, la Alcaldía de Madrid. «El socio preferente es el PP», sigue siendo el mantra oficial, pero en privado advierten de que esto no debe interpretarse como que asumen sin más el papel de consortes de los populares cuando su objetivo es aprovechar esta Legislatura para desplazar al PP del liderazgo de la oposición. Ciudadanos necesita poder territorial y sólo puede quitárselo al PP. A partir de ahí se explica todo lo demás, como que ayer se nublara «el buen clima» en la negociación entre los dos partidos en relación al Ayuntamiento de Madrid en una reunión entre las delegaciones regionales. La justificación de Cs es que el PP no llevaba programa. El PP alegó que sobre programa y propuestas hay acuerdo, y que el problema es que Cs dice ahora que el apoyo al candidato popular, José Luis Martínez-Almeida, lo decidirán el próximo viernes, teniendo en cuenta todas las alcaldías en juego. El sábado 15 es el día de constitución oficial de todos los ayuntamientos, y si no hay mayoría absoluta en favor de una propuesta, saldrá la lista más votada. En el PP temen que Ciudadanos «esté mareando la perdiz entre PP y PSOE para hacer un cambio de cromos nacional». ¿Son los primeros movimientos por parte de Cs para presionar con el objetivo de quedarse con la Alcaldía de Madrid y dejar la Comunidad Autónoma para Gabilondo? Visto lo visto, la pregunta coge fuerza en la parte popular, aunque el plante de Begoña Villacís no haya paralizado la negociación programática entre PP y Cs en la Comunidad de Madrid.
Muchos movimientos de estas horas pueden ser sólo postureo para hacerse fuertes en el reparto de cargos, pero en la delegación popular explicaban ayer que tenían la sensación de que Villacís va por libre y que Rivera, además, puede estar dejándose tentar por la opción de jugársela a quitarles poder, aunque sea a costa de pactar con la izquierda, porque sabe que con menos fuerza territorial Casado es aún más débil a nivel nacional para librar con él la pelea por el liderazgo de la oposición. Que es su principal prioridad.
La baza del PP está en Vox. Los de Santiago Abascal no apoyarán en ningún caso Gobiernos presididos por Ciudadanos (Cs), lo que acorta aún más el margen de Rivera para negociar Presidencias y Alcaldías sin tener que desmentirse en su compromiso de no facilitar en contrapartida gobiernos de izquierda. Además, PP y Vox sellaron ayer un acuerdo para gobernar juntos en los ayuntamientos en los que sumen mayoría.
En Madrid, el próximo martes se decidirá la Mesa de la Asamblea regional, que ya puede dar pistas aunque la decisión sobre quién dirigirá la sede de la Puerta de Sol no se votará hasta el 8 de julio. El Gobierno no prevé que haya investidura de Pedro Sánchez hasta esa fecha, lo que confirma que el baile está abierto en todos los frentes y que las alianzas territoriales y cómo queda el reparto de poder en comunidades y ayuntamientos determinará las alianzas de Sánchez en Moncloa.
De momento, el puzzle de los pactos postelectorales se enreda por días, y si en algo están de acuerdo en todas las partes es en que no se desenredará hasta los últimos momentos. Es un pulso derecha-izquierda, pero también dentro de los bloques, especialmente en el centro-derecha porque es donde tienen más en juego. Ciudadanos es el que más «dispara» a varias bandas, aunque en general lo que se dice en público no coincide con lo que se mueve en privado, ni tampoco con las intenciones reales de unos y otros.
En Castilla y León el líder de Ciudadanos, Francisco Igea, ya ha empezado a marcar territorio propio en la negociación con exigencias que colocan entre la espada y la pared a los populares, como la de aplicar de manera retroactiva la limitación de mandatos a 8 años. Esto obligaría al PP a cortar la cabeza a alcaldes que se presentaron a las elecciones y tienen vencido el plazo de los 8 años.
En Aragón, el PAR firmó ayer con el PSOE su bloqueo al Gobierno de centro-derecha. Y en Murcia, Cs se reunió con el PSOE con intercambio mutuo de guiños.
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