Y ahora, ¿«operación Colau»?

La alcaldesa de Barcelona no descarta atraer a parte de la CUP para impulsar una alternativa de izquierdas en el Parlament que dé el «sorpasso» al PSC y pueda imponerse en las elecciones

El alambicado y laberíntico tablero político catalán está, después de la decisión de la CUP de dar con la puerta en las narices a Mas, más endemoniado que nunca. Queda una semana, el 10 de enero, para que las elecciones autonómicas se convoquen automáticamente. Ayer mismo, empezaron los movimientos y se abren multitud de escenarios posibles con muchas preguntas, la mayoría sin respuesta.

1.- ¿Nuevo candidato?

La CUP ha emplazado a Junts pel Sí a plantear un nuevo candidato. Artur Mas y Convergència no tienen ninguna intención de hacerlo porque se juegan su supervivencia política. Ayer mismo, Jordi Sánchez, presidente de la Asamblea Nacional Catalana, y Carme Forcadell, su antecesora en el cargo y presidenta del Parlament, arremetieron contra la CUP. Era el primer acto de campaña de los partidarios de Mas, que basarán todos sus esfuerzos en culpabilizar a la CUP de todos los males.

2.- ¿Moverá ficha ERC?

Algunos malpensados dicen que Oriol Junqueras, el líder de ERC, está llevando a cabo una maléfica campaña para hacer caer a Mas, «pero que parezca un accidente». Ayer sólo un tuit que no aclara cuál serán los movimientos de ERC: «Nunca nos cansaremos, nunca abandonaremos, nunca nos rendiremos. Nunca lo hemos hecho y nunca lo haremos. Seguimos». Ahora, Mas depende más que nunca de Junqueras. ERC tiene en su mano que Junts pel Sí presente un nuevo candidato. Seguramente no lo hará, pero ERC moverá ficha de cara a las elecciones porque Junqueras quiere ser el primer presidente independentista de Cataluña.

3.- ¿Habrá un nuevo pleno de investidura?

Es posible. La Mesa del Parlament se reúne mañana. Algunos dirigentes de Junts pel Sí quieren que la CUP se retrate en un nuevo pleno y algunos esperan el milagro de que se rompa la CUP en la votación. Gabriela Serra, diputada de la CUP, espetó en la rueda de prensa que, «si alguien se quiere ahorrar un disgusto, pues que no convoque el pleno». Mas necesitaría el voto de al menos seis diputados «cuperos». Algo realmente impensable. O dos tránsfugas.

4.- ¿Cuándo se celebrarán las nuevas elecciones?

La fecha que más corre en estos momentos es el 6 de marzo y el decreto de convocatoria se publicaría en el DOGC el próximo domingo.

5.- ¿Junts pel Sí se volverá a presentar?

Ésta es la gran incógnita. En las generales, ERC no aceptó la candidatura conjunta y ganó al sucedáneo de Convergència. Este grupo liderado por Francesc Homs no tiene garantizado grupo parlamentario en el Congreso porque no alcanzó el 15% de los votos en la provincia de Barcelona. ERC no ha hecho ningún gesto para que pueda formar grupo propio. En ERC, hay una corriente que exige a Junqueras que dé un paso al frente y deje «de ser el monaguillo de Mas». Estos dirigentes quieren que ERC consume el «sorpasso» en el nacionalismo, hacer frente al ascenso de Podemos y conseguir trabar nuevas mayorías. Además, Junqueras siempre teoriza que los partidos por separado consiguen más votos que juntos. Por su parte, en CDC también hay voces que abogan por desprenderse de ERC pero Mas impondrá su voluntad sin demasiados problemas y ésta no es otra que repetir la coalición para evitar una nueva derrota.

6.- ¿Cómo afrontará una CUP dividida las nuevas elecciones?

La CUP celebrará de nuevo una asamblea para decidir si se presenta o no a las elecciones. En 2010 ganaron los contrarios a presentarse por un estrecho margen de votos. La situación se repitió a la inversa en 2012. La fragmentación de la organización es evidente y todo es posible. En estos días, los sectores más anticapitalistas y antisistema de la CUP han mantenido conversaciones con En Comú Podem, la coalición de Pablo Iglesias y Ada Colau, para explorar fórmulas de entendimiento. Este acercamiento se ha denominado «Operación Colau». Tampoco es descartable que la CUP decida no presentarse a las elecciones y atrincherarse en el municipalismo. Y tampoco hay que menospreciar que los sectores más cercanos a Junts pel Sí rompan la organización y se presenten bajo ese paraguas o pidan el voto para esta coalición.

7.- ¿Cuál es el papel de Ada Colau?

La alcaldesa de Barcelona no descarta hacer movimientos para atraerse a una parte de la CUP y presentar una alternativa de izquierdas en el Parlament que pueda imponerse en las elecciones. En éstas, Colau sí que va a implicarse porque se puede convertir en la clave en el nuevo Parlament, hacer el «sorpasso» a los socialistas de Miquel Iceta e incluso ganar las elecciones.

8.- ¿Un nuevo gobierno PSOE-Podemos?

En caso de que Mariano Rajoy fracase y Pedro Sánchez y Pablo Iglesias consigan un acuerdo de investidura que haga al primero presidente, el nuevo gobierno influirá decisivamente en el tablero político catalán e, incluso, en los resultados electorales. Todo dependerá de cómo se interprete la posibilidad de hacer un referéndum y el nuevo encaje constitucional. Un cambio de escenario político en Madrid tendrá consecuencias directas en Cataluña.

9.- ¿Cuál será el papel de los partidos constitucionalistas?

Ciudadanos se juega su podio en este sector. El partido de Rivera no tuvo buenos resultados en las generales y la reválida llega demasiado pronto para Inés Arrimadas. El PP afronta los comicios muy debilitado y si Rajoy no consigue su investidura puede pagar su primer recibo en las autonómicas catalanas. Por su parte, el PSC depende de si Sánchez llega al Gobierno. Si los socialistas amparan a Rajoy con su abstención será la peor noticia.

10.- ¿Unió y Demócratas de Catalunya?

Duran Lleida puede intentarlo otra vez. Dicen que a la tercera va la vencida. El líder democristiano no se da por vencido y puede volver a mover sus hilos. Por su parte, la escisión de Unió –Demócratas de Cataluña– dirigida por Antoni Castellà puede intentar ocupar un espacio más centrado. Ir a la sombra de CDC no ha sido un trágala asequible en las generales. Pueden tomar la decisión de presentarse al margen de Junts pel Sí.

11.- ¿Mas será el candidato?

Si Convergència se presenta en solitario sin duda que sí y si se presenta bajo la fórmula de Junts pel Sí tiene difícil camuflarse entre bambalinas después de no ceder ni un milímetro en su presidencia. Sin embargo, de Mas, cualquier cosa.