Zarzuela impone la normalidad

Un día después de que el juez instructor del «caso Nóos», José Castro, anunciara su decisión de imputar a la Infanta Cristina por segunda vez, la agenda de la Familia Real estuvo ayer completa desde por la mañana hasta entrada la tarde. Normalidad institucional absoluta en un comienzo de año difícil para la Institución. Si Don Juan Carlos inauguró ayer su agenda oficial dentro y fuera de La Zarzuela, ayer mantuvo un encuentro en su despacho con el ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Fumio Kishida, audiencia a la que también se unió el Príncipe de Asturias –aunque no se contaba con su presencia inicialmente–, entre otros motivos porque está previsto que el heredero, junto con Doña Letizia, visite el país nipón por el año dual España–Japón a mediados de este año. Con aspecto serio, el Monarca esperó en la Sala de Audiencias junto a Don Felipe hasta que llegó Kishida.

Por su parte, el Príncipe de Asturias tuvo compromisos institucionales durante toda la mañana: en primer lugar se reunió con el Instituto Internacional de Ciencias Políticas (IICP)en el marco del seminario permanente España-Japón, tras lo que recibió a la Junta Directiva de la Asociación Española de Prensa Deportiva. Este acto también contó con una incorporación «espontánea», la de la Princesa de Asturias. Si inicialmente se contaba con que este acto tuviera una duración de 25 minutos, finalmente se alargó diez minutos más, dado que los Príncipes estuvieron muy implicados en una conversación muy fluida. Esta asociación, presidida por el redactor jefe de Deportes de este periódico, Julián Redondo, y que cuenta con 3.500 afiliados agrupados en 49 asociaciones provinciales, reúne a los periodistas deportivos. Los Príncipes, tras hacerse la habitual foto de familia con los asistentes, se reunieron con una quincena de los principales miembros.

Sin cambiar de escenario, el Príncipe recibió antes del siguiente acto y en solitario a diez responsables de la Fundación Eduardo Torroja encabezados por su presidente, José Antonio Torroja Cavanilles, informa Efe. El objetivo de esta fundación es difundir el legado del ingeniero español Eduardo Torroja y fomentar en el país la investigación en la arquitectura y la ingeniería.

Casi al final de la mañana, los Príncipes presidieron, nuevamente juntos, la reunión con la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial, «Autocontrol». Esta entidad, que agrupa a consumidores, anunciantes, agencias y medios de comunicación desde su fundación en 1995, solicitó la cita institucional con los herederos para poner sobre la mesa las iniciativas para promover una publicidad «veraz, legal, honesta y leal». Hasta una treintena de líderes de agencias publiciarias acudieron al Palacio, presididos por el consejero delegado de Campofrío, Fernando Valdés.

La Reina, por su parte, tuvo una agenda de lo más cultural. Por la mañana acudió a la presentación del documental «La pasión del Prado», primera producción española en 4K, una innovación tecnológica con una definición de imagen cuatro veces superior a la tradicional. Muy sonriente, como es habitual en ella, asistió por la tarde a la «première» de la película «Vicente Ferrer», protagonizado por el actor Imanol Arias y Aída Folch, en la que se repasan los últimos 30 años de la vida del catalán que dedicó su existencia a los más desfavorecidos en India. Un día plagado de actos, o lo que es lo mismo, de transmisión de normalidad institucional en la Casa Real.