Familia
Las 10 frases que nunca debes decirle a tu hijo adolescente si quieres tener buena relación con él
La adolescencia es una etapa de transición compleja que se considera una de las más complicadas de la vida
Durante la adolescencia, los jóvenes construyen su capacidad para procesar emociones, manejar la presión social y reflexionar sobre sus acciones. Estos constantes y complejos cambios que experimentan resultan vitales para crear la esencia de su futura personalidad. Esta complicada etapa de la vida que se presenta en muchas ocasiones como un desafío para los padres, es crucial para forjar la relación que los progenitores tienen con sus hijos.
Es probable que si preguntas a un adolescente te suelte lo típico de "es que mi madre me dice siempre lo mismo" y termine la frase con un "es que no me entiende". Haz la prueba y trata de recordar aquellas frases que dices automáticamente a tu hijo en momentos en los que estás enfadado, tienes prisa o te desbordan las emociones. Ahí te darás cuenta de que la mayoría de padres y madres repiten las mismas frases que a ellos alguna vez les dijeron en su infancia.
Elegir bien las palabras tiene un impacto profundo en tu hijo sobre cómo se percibe a sí mismo y cómo percibe tu relación con él. Esto no significa que no debas poner límites o caer en la permisividad, sino que aprendas a comunicarte desde el respeto y la firmeza. Para ello, te mostramos un listado de frases que nunca debes decirle a tu hijo adolescente. 10 frases más comunes que debes evitar decir a tu hijo adolescente.
A lo largo de su vida, los adolescentes atravesarán todo tipo de situaciones, algunas de ellas de carácter negativo. En estos casos en los que se encuentran lidiando con problemas o dificultades, es crucial que los padres se muestren comprensivos con sus hijos para que logren superar sus desafíos. Sin embargo, a veces cometen errores en este sentido y no eligen las palabras correctas para expresarse.
Eso es una tontería
Minimizar sus problemas puede hacer que tu hijo sienta que no te tomas en serio sus emociones. Aunque, en cierta manera, a ti puedan resultarte insignificantes, para tu hijo adolescente es importante. Validar lo que siente no significa estar de acuerdo, sino mostrar empatía.
Es preferible decir "Entiendo que esto te preocupa, ¿Cómo puedo ayudarte a manejarlo?". De manera que, le estarás demostrando que estás disponible para él y que sus sentimientos te importan.
No valoras lo que hago por ti
Como madre o padre, seguro que te has sentido frustrado o poco valorado en algún momento. Sin embargo, verbalizarlo textualmente puede ser interpretado por tu hijo como un ataque.
Mejor, di: "Me gustaría sentir que valoras lo que hacemos por ti. ¿Cómo podríamos hablar de esto?". Cuando lo haces así, abres la puerta a una conversación verdadera en la que no entran ataques ni culpas.
Mientras vivas bajo mi techo, harás lo que yo diga
Este tipo de frases suelen buscar reafirmar la autoridad adulta que, como padres, se busca tener. En cambio, termina provocando resentimiento o rebeldía por parte de tu hijo adolescente. Durante esta etapa de la vida, la necesidad de sentir que tienes cierta autonomía es vital. Por ello, imponer reglas sin dejarles su espacio puede observarse por él como una falta de respeto.
La alternativa correcta podría ser: "Quiero que encontremos reglas que funcionen para ambos. ¿Hablamos sobre cómo podemos convivir mejor?". Así, sin renunciar a tu autoridad, estarás abriendo la puerta para tener una conversación desde el respeto mutuo.
No te esfuerzas lo suficiente
Suele ser el típico comentario después de ver las notas de tu hijo y estas resulten no ser muy buenas para tu gusto. De esta manera, le darás una imagen "insuficiente" de sí mismo y puede impactar duramente en su autoestima. Escuchar eso de tu parte podrá hacer que pierda la motivación.
Es preferible decir: "Sé que puedes lograrlo. ¿Qué crees que te está dificultando concentrarte?". Así, en vez de criticarle, estarás ayudándole a identificar barreras y buscar soluciones.
No tienes ni idea de cómo es el mundo real
Este tipo de comentarios pueden hacer que tu hijo sienta que no valoras su perspectiva o que le estás comparando con estándares que no puede cumplir. Bastante insegura es esta etapa de la vida como para reforzar más aún la desconexión entre su mundo y el tuyo.
Mejor, di: "Las cosas han cambiado mucho desde que yo tenía tu edad. ¿Cómo ves tú este tema?" De esta manera, verá que estás mostrando interés por su visión y fortalecerás el vínculo.
Porque yo lo digo
Esta frase tan autoritaria que no fomenta el respeto jamás puede entrar en el vocabulario con tu hijo. En el momento en el que tu hijo la escucha, le puede parecer que no tienes razones válidas o que no confías en su capacidad para entender las reglas.
Una buena alternativa es: "Déjame explicarte por qué esta regla es importante. También quiero saber qué piensas al respecto". De esta forma, estarás dando espacio al verdadero diálogo.
No puedo más contigo
Educar a los adolescentes puede llegar a ser un auténtico desafío. Sin embargo, la solución no está en expresarlo con frustración porque tu hijo sentirá que es una carga para ti. Esto puede provocar que la comunicación sea aún más cerrada y que tu hijo adolescente aumente su estrés.
De esta forma, es preferible decir: "Necesito un momento para calmarme y pensar. Luego seguimos hablando".
Deja de llorar
Cuando no dejas libremente que tu hijo llore delante de ti le estás inculcando inconscientemente que su emoción no es válida. Esto puede hacer que se cierre y deje de confiar en ti como apoyo emocional. Probablemente no entiendas sus lágrimas, pero seguramente sean necesarias y verdaderas.
Mejor, di: "Parece que esto te afecta mucho. ¿Quieres hablar o necesitas un momento para ti?". Dar validez o valor a sus emociones significa respetar cómo se siente.
Mira tu hermano/amigo y aprende de él
En estas edades, las comparaciones suelen generar resentimiento y dañan la autoestima. Además, provocará que tu hijo sienta que nunca es suficiente para ti.
Mejor, di: "Cada persona tiene sus fortalezas. Me gustaría que descubrieras las tuyas". De esta forma, estarás reforzando su individualidad y autoconfianza.
Si sigues así, no llegarás a nada en la vida
Esta frase que resulta tan común es probablemente una de las más devastadoras. Para los adolescentes es esencial sentir que sus padres creen en ellos, especialmente cuando lo están pasando mal por algo. Este tipo de frases refuerzan el miedo al fracaso, en vez de motivarlos.
Es preferible decir: "Sé que puedes hacerlo mejor. ¿Qué necesitas de mí para lograrlo?". De esta manera, le estarás demostrando confianza, independientemente de cuáles sean sus resultados actuales.