Familia
¿Por qué es importante hacer un seguimiento del ciclo menstrual y de la regla?
Aunque se tenga la creencia que el ciclo menstrual dura, de media, 28 días y la regla alrededor de cinco, lo cierto es que el cuerpo de cada mujer es distinto.
El ciclo menstrual está dividido en cuatro principales fases: la de la menstruación, la folicular, la ovulación y la premenstrual. Durante estos días el cuerpo experimenta muchos cambios y es importante tenerlos en cuenta para un mayor bienestar.
INTIMINA, compañía que ofrece la primera y única gama dedicada a cuidar los aspectos de la salud íntima de las mujeres, ha elaborado un listado con las cuatro ventajas de hacer un seguimiento a la regla.
1. Entender tus patrones. Aunque se tenga la creencia que el ciclo menstrual dura, de media, 28 días y la regla alrededor de cinco, lo cierto es que el cuerpo de cada mujer es distinto. El ciclo puede oscilar entre 21 a 35 días.
Para hacer un seguimiento completo del ciclo es importante tener controlado el día en el que nos viene la regla. De esta forma, podremos contar los días hasta el próximo periodo, tener un dibujo más amplio entre un ciclo y otro y poder ver posibles irregularidades y factores que lo han provocado. En este sentido, conocer cómo funciona nuestro ciclo nos dará un mayor control de nuestro cuerpo.
2.Obtener mayor conciencia corporal. Una mujer suele tener alrededor de 400 reglas a lo largo de su vida. Conocernos íntimamente y saber cuándo ovulamos, ayudará a entender nuestra salud íntima presente y futura. Tener una regla irregular, abundante o dejar de tenerla durante una temporada es sinónimo de que algo no marcha bien.
Una buena forma de empezar a tomar conciencia de nuestro cuerpo y, en concreto, de la regla es pasarse a utilizar productos respetuosos con la salud. Es el caso de la copa menstrual, un producto revolucionario con el que se puede saber cuánta cantidad de fluido menstrual expulsamos durante la regla, a la vez que ayudamos a mantener el equilibrio íntimo natural.
Es el caso de la Lily Cup, Lily Cup Compact y Lily Cup One, copas menstruales que pueden llevarse hasta 12 horas seguidas y que no producen la sequedad asociada a los productos tradicionales. Además, son completamente higiénicas gracias a la silicona de grado médico biocompatible con las que están fabricadas, un material no poroso que previene el crecimiento bacteriano.
3. Conocer la ventana fértil. Es el momento en el cual tener relaciones sexuales sin protección pueden acabar, con más probabilidad, en un embarazo. Este periodo comienza cinco días antes de la ovulación, que junto con el día en el que se ovula, suman un total de seis días fértiles. No obstante, estos no ocurren al mismo tiempo cada mes, por lo que puede ser complicado predecirlos.
Generalmente, muchas mujeres experimentan sus días fértiles durante los días 10 y 17 del ciclo. Sin embargo, la ventana fértil es muy variable, incluso para aquellas mujeres que afirman tener periodos regulares. Por ello, es importante apuntar el primer día de regla en el calendario para tener controlados los días y poder hacer el cálculo de manera más efectiva.
4.Entender los estados de ánimo. Durante las diferentes etapas del ciclo menstrual se producen diversos cambios hormonales. Conseguir identificar cuándo se producen ayudará a conocer mejor los ritmos de tu ciclo.
En concreto, en la primera semana del ciclo (día 1 al 5) viene acompañada del sangrado y de todas las hormonas al mínimo. Es probable que en esta fase se experimenten cólicos, hinchazón, sensibilidad en los senos y fatiga general. Durante esta etapa puede producirse más cansancio y sensibilidad al dolor. Tras esta fase, llega el turno de la folicular o preovulatoria, justo cuando acaba la regla. Durante estos días, los niveles de estrógeno y testosterona aumentan considerablemente, aportando energía y agilidad.
A mitad de ciclo, se produce la ovulación. Durante estos días, se produce una disminución de los niveles de estrógenos y de la testosterona y un aumento de la progesterona. En esta fase, se puede experimentar somnolencia, relajación y pérdida de energías. Por último, en la última etapa del ciclo, llamada fase premenstrual, se produce una reducción drástica de los niveles de estrógeno y progesterona. También, los niveles de serotonina comienzan a descender, provocando alteraciones de humor, tristeza e irritabilidad.