Lactancia

Cortar el frenillo a los bebés puede provocar el abandono prematuro de la lactancia materna

El dolor y las infecciones que pueden sufrir los niños tras una o varias operaciones dificultan su lactancia y conducen al destete prematuro de los bebés

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Un estudio presentado en el XIII Simposio Internacional de Lactancia Materna promovido por Medela, demuestra que el 36% de los bebés operados de anquiloglosia, o frenillo corto, abandonan la lactancia porque no ingieren la cantidad suficiente de leche materna o por las molestias derivadas de la cirugía

Un nuevo estudio científico demuestra la escasa efectividad de las operaciones de frenillo en recién nacidos para mejorar la ingesta de leche materna. A pesar de que su objetivo es prolongar la lactancia, un 36% de los bebés operados la abandonan de forma prematura según la investigación presentada por la profesora Donna Geddes de la Universidad de Australia Occidental en el XIII Simposio Internacional de Lactancia Materna promovido por Medela. Consciente de que el número de diagnósticos de anquiloglosia, o frenillo corto, está en alza, la experta defiende la importancia de realizar previamente un estudio en profundidad de la madre y su capacidad de producir leche materna para determinar en qué medida es necesaria la operación y evitar el abandono prematuro de la lactancia.

La anquiloglosia en los bebés restringe la amplitud de movimientos de la lengua, provocando tomas insuficientes y pérdida de peso en los recién nacidos, y dolor a la hora de la lactancia en las madres. La operación de frenillo lingual o frenotomía busca cortar o separar con láser la lengua del fondo de la boca favoreciendo su movilidad. Para valorar la relación directa entre este trastorno congénito y una mala experiencia de lactancia, el equipo liderado por la profesora Geddes estudió diferentes aspectos: la producción de leche de la madre; la presión en la boca del bebé durante la lactancia; los patrones de respiración y cómo el pecho responde a los movimientos de la boca y la lengua del bebé para lo que utilizaron ultrasonidos. Cada parámetro fue medido y revisado antes y después de la operación.

Aunque el objetivo de la frenotomía es aumentar la toma de leche materna, tras la operación los bebés no muestran una mejora significativa de la movilidad de la lengua. Además, pueden sufrir dolor, sangrados, infecciones y problemas alimenticios debido a su posterior rechazo a tomar leche de la madre o de biberón a causa de las molestias. En su conjunto, son motivos que conducen al destete de los bebés antes de los 6 meses de edad.

Análisis exhaustivos demuestran carencias en la producción de leche

Los resultados del presente estudio, en el que participaron 55 bebés, 25 con anquiloglosia y 30 con frenillo lingual normal que actuaron como grupo de control, también demuestran que en más de la mitad de los casos la cantidad de leche materna ingerida en cada toma no aumenta tras la operación. Por el contrario, en las madres lactantes sí se verificó una baja producción de leche tanto antes como después de la intervención. Como conclusión, los recién nacidos continúan recibiendo una dosis de leche materna inferior de la que necesitan y han sido expuestos a un proceso quirúrgico, aumentando así las probabilidades de un abandono prematura de la lactancia.

Para evitar las consecuencias de la frenotomía, la profesora Geddes recomienda estudiar primero los niveles de producción de leche de la madre para verificar donde se encuentra el verdadero problema. De ser así, es posible potenciar la subida de la leche mediante el uso de un sacaleches que estimule los pechos y la extraiga frecuentemente hasta que se normalice su producción y el bebé pueda obtener la cantidad que necesita. Del correcto diagnostico depende la posterior salud de la madre y el niño.

Problemas derivados de la hospitalización de los recién nacidos

Durante el Simposio Internacional de Lactancia Materna organizado por Medela, la experta en lactancia hizo especial hincapié en que la frenotomía no es una operación sencilla. En el proceso de hospitalización, los bebés pueden padecer las consecuencias de más de una operación. Se pueden suceder hasta 5 intervenciones con el fin de hacer más efectiva la lactancia, reducir las profundas cicatrices o reconstruir la zona cuando el corte ha sido demasiado profundo. Se prolonga así la hospitalización de los bebés, viéndose incrementado el riesgo de contraer infecciones.

Un dato curioso de los presentados en el estudio revela que, aunque no hay pruebas de mejoras en la lactancia tras la operación, las madres sí que se sienten más cómodas. La razón principal es que, tras la cirugía, experimentan menos dolor al dar el pecho. Sin embargo, este indicador es subjetivo ya que no se pueden medir los diferentes tipos de dolor en el pecho por cuestionario y se deben estudiar todas las causas y posibles soluciones. Debido a ello, la teoría de la investigadora es que el diagnóstico y la posterior operación de frenillo lingual corto podría estar funcionando como un potente placebo para las madres que previamente experimentaban dolor durante la lactancia.