Estudio

Esto es lo que significan los balbuceos en un bebé

Investigadores descubren patrones significativos en los chillidos y gruñidos de niños, sugiriendo un juego activo de hacer ruidos

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Madrid acoge el estreno absoluto de la primera pieza de danza para bebés de Cesc Gelabert"¿Bailas, baby?"

Un estudio pionero publicado en la revista 'PLOS ONE', investigadores revela que los bebés, desde el nacimiento hasta el año de edad, emiten chillidos y gruñidos en patrones significativos. Este hallazgo sugiere que los infantes podrían estar participando activamente en juegos de hacer ruidos. La investigación fue liderada por Hyunjoo Yoo de la Universidad de Alabama y Pumpki Lei Su de la Universidad de Texas en Dallas, junto con sus colegas.

Durante su primer año de vida, los bebés pasan gran parte de su tiempo vocalizando. Estas vocalizaciones pueden ser respuestas a sus padres y cuidadores o balbuceos autodirigidos que se consideran juegos vocales o exploración. Los investigadores han identificado las categorías más comunes de estos sonidos como vocantes (similares a vocales), chillidos y gruñidos. El equipo de Yoo y Su investigó si los bebés agrupaban ruidos específicos de manera no aleatoria, lo que sugeriría práctica o juego.

El estudio analizó grabaciones de 130 bebés que estaban aprendiendo inglés y se desarrollaban normalmente. Estas grabaciones, tomadas en los hogares de los infantes durante todo el día, formaban parte de un proyecto más amplio del Marcus Autism Center, Children's Healthcare de Atlanta y la Escuela de Medicina de la Universidad Emory.

Para determinar si había patrones en los chillidos y gruñidos, los investigadores seleccionaron aleatoriamente 21 muestras de cinco minutos de cada grabación. Cada vocalización fue clasificada en vocantes, chillidos, gruñidos u otros sonidos. El análisis reveló que el 40% de todos los chillidos y gruñidos aparecían en grupos significativos. Además, más del 60% de las sesiones de cinco minutos mostraron una cantidad significativa de agrupamiento, enfocándose en chillidos o gruñidos, pero no en ambos durante la misma sesión. El 87% de los bebés mostró al menos una edad en la que sus grabaciones tenían una agrupación significativa de chillidos y otra con gruñidos.

A pesar de la sólida metodología de categorización utilizada, los autores reconocen que puede haber simplificaciones excesivas en las complejidades y matices de las vocalizaciones. Sin embargo, los datos cuantitativos recopilados permiten identificar patrones claros tanto en individuos como en el grupo, sugiriendo una posible vía para el desarrollo del lenguaje que merece una investigación más profunda.

"Este estudio representa la primera investigación empírica sobre la formación temprana de categorías vocales. Los bebés no solo producen espontáneamente vocalizaciones similares al habla, sino que también exploran y practican activamente diferentes tipos de vocalizaciones desde los primeros meses de vida", concluyen los autores, subrayando la importancia de la exploración vocal activa y la formación de categorías vocales en el desarrollo posterior del lenguaje.