Actualidad

Belleza

Y tú, ¿te depilas?

EFE
EFElarazon

Depilarse, ¿sí o no? Si piensas que quitarse los pelos es algo moderno, estás en un gran error. Depilarse el vello corporal de arriba a abajo es una tendencia que lleva ocurriendo desde que el tiempo es tiempo.

Depilarse, ¿sí o no? Si piensas que quitarse los pelos es algo moderno, estás en un gran error. Depilarse el vello corporal de arriba a abajo es una tendencia que lleva ocurriendo desde que el tiempo es tiempo. Como lo lees. Este fenómeno, según algunos arqueólogos se remonta mucho tiempo atrás, cuando al parecer la depilación corporal fue adoptada por las mujeres prehistóricas. ¿Cómo llegamos de afeitarnos el pelo de nuestro cuerpo con una piedra afilada en una cueva, hasta las cuchillas rosas en un baño de burbujas? Te lo contamos a continuación de la mano de Intimina, empresa dedicada a la venta de productos de cuidado femenino.

Para empezar ¿por qué tenemos todo este pelo?

Primero queremos dejar claro que el vello corporal es completamente natural y no hay nada sucio al respecto. La mayoría de los cuerpos adultos tienen alrededor de 5 millones de pelos, por lo que es lógico pensar que el vello corporal tiene un propósito. Cubriendo casi cada parte de tu cuerpo, el vello juega un papel en las capacidades sensoriales de la piel y en el proceso de sudoración que regula la temperatura. Estas funciones fueron de suma importancia para nuestros antepasados, cuya supervivencia pudo haber dependido de la capacidad de detectar un insecto sobre su piel o ser capaces de soportar el calor. Pero a medida que fuimos evolucionando, la necesidad y el deseo de tener vello corporal han ido disminuyendo significativamente.

¿Vello corporal? ¡Qué barbárico!

En la prehistoria, tanto hombres como mujeres era común afeitarse el cuerpo y la cabeza en un esfuerzo por evitar agarres durante la batalla o para ayudar a prevenir la congelación. En el Antiguo Egipto, no tener pelo era más un símbolo de limpieza y estatus que un tema de supervivencia. En estos tiempos, si se era de la clase alta, más tiempo libre se tenía para dedicarse a depilar todo el vello corporal, incluida tu cabeza, con una concha de mar.

Más adelante, durante el Imperio romano, no hubo muchos cambios en los tabúes del vello corporal. Es posible que hayas notado que las estatuas y pinturas romanas representa a las mujeres con vello corporal nulo, tanto púbico como del resto del cuerpo. En ese momento de la historia, el vello corporal se consideraba incivilizado, por lo que los hombres y mujeres de las clases altas usaban navajas de afeitar para afeitarse de la cabeza a los pies. Pero una vez que enseñar la piel no estaba de moda, el vello corporal se volvió irrelevante.

Ojos que no ven, pelo que no se siente (hasta los locos 20)

Desde la Edad Media hasta principios del siglo XX, la moda femenina era increíblemente conservadora, por lo que había pocas razones para afeitarse. Pero con los años 20 y la llegada de los vestidos sin mangas, y vestimentas cada vez más cortas, una avalancha de anuncios con mujeres con axilas suaves alentaron a las jovencitas a eliminar el vello corporal “innecesario” en su búsqueda para convertirse en mujeres elegantes y modernas.

A pesar de una breve caída en los dobladillos durante 1930, la moda de las mujeres ha crecido constantemente más y más reveladora, lo que aumenta el área total a afeitar. Después de la escasez de nylon durante la Segunda Guerra Mundial, las mujeres se afeitaron las piernas que empezaron a mostrarse desnudas. A medida que el afeitado entre las mujeres se hizo más común, las compañías se dieron cuenta y así nació la pequeña cuchilla de afeitar rosa.

El vello corporal ¿solo para hombres?

Durante miles de años, la cantidad de vello corporal universalmente aceptada en las mujeres ha sido de escasa a nula; el vello corporal parece “quedar mejor a los hombres”. Pero esa dinámica ha cambiado con y más compañías que van rompiendo con los estereotipos femeninos en un esfuerzo por expandir la percepción del público sobre cómo es una mujer “típica”.

Sea lo que sea, la decisión de afeitarte las axilas, las piernas, la línea del bikini, o dejar el vello tal, es totalmente tuya, ya que lo que cuenta aquí es lo que te hace sentir cómoda y bien contigo misma.