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Rayo Vallecano

Zozulya, el soldado ucraniano que Vallecas rechazó

El barrio impidió que jugara en el Rayo y vuelve a mostrarle su rechazo con la camiseta del Albacete

Pancarta contra la llegada de Zozulya al Rayo
Pancarta contra la llegada de Zozulya al Rayolarazon

El de Zozulya por el Rayo era un fichaje contranatura. En Vallecas se confunden el equipo y el barrio, son parte de una misma identidad, solidarios, de izquierdas y antifascistas. Y ésa es la acusación que pesa sobre el ahora delantero del Albacete. Sus imágenes posando con grupos paramilitares de ultraderecha cuentan más que sus goles, que tampoco son tantos. Ha marcado 61 en 247 partidos como profesional. Ni siquiera era una promesa de éxito que pudiera convencer a Vallecas de que lo acogiera. Tampoco lo hubiera hecho aunque hubiera sido así.

Los gritos de “puto nazi” que le ha dedicado la afición vallecana son sólo la continuación del “nazis, fuera de Vallecas” que le dedicaron cuando lo fichó el Rayo. Zozulya posó orgulloso con parafernalia militar y apoyó económicamente a grupos de ultraderecha. “Ha empuñado armas, ha donado dinero a batallones fascistas, luce sus símbolos y ha apoyado a la ultraderecha de su país”, decía la asociación de peñas del Rayo cuando lo fichó. “Vallecas no es lugar para nazis”, decía una pancarta en la ciudad deportiva del Ensanche de Vallecas.

Su fichaje salpicó incluso a la política.“Era un neonazi”, dijo Pablo Iglesias, que se mostró “orgulloso” de la afición de su barrio. "¿Sería razonable que en Alemania contratasen a un jugador que hiciera el saludo nazi o llevase una esvástica tatuada?”, decía hace unos meses en una entrevista en el diario Marca. Y Zozulya anunció que se defendería en los tribunales. “No soy nazi. Soy un patriota, amo a mi país y lo ayudo con lo que puedo”, decía cuando lo fichó el Rayo. Pero Vallecas sigue sin quererlo.