Turismo

El acantilado gallego que recuerda a un ‘hocico de cerdo’

Con más de 45.000 visitas el último verano, se ha convertido en un lugar de culto en el que es preciso reservar para acceder en temporada alta

Fuciño do Porco.
Fuciño do Porco. Wikipedia

La costa gallega ofreces cientos de entradas y salidas en las que la tierra se corta con el mar. Lugares, a veces, de fácil acceso, y otras, las más, con forma abrupta, cortada, llena de pequeños acantilados construidos por el paso del tiempo y por el agua, prácticamente inaccesibles hasta hace no demasiado.

Es el caso de ‘Fuciño do Porco’ (Hocico de Cerdo), un saliente que recibe su nombre por la forma que los marineros le observan al navegar por aguas de A Mariña Lucense (Lugo).

Este enclave de curioso nombre se sitúa en el Ayuntamiento de O Vicedo, el más occidental en la costa de la provincia de Lugo, y se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los lugares más visitados por los amantes de la naturaleza y los paseos.

¿El motivo? La belleza del paisaje que atesora la ruta, perfectamente señalizada. El tramo final discurre prácticamente colgado sobre el mar, gracias a unas pasarelas que hacen del ‘Fuciño do Porco’ (también conocido como Punta Socastro) una pequeña Muralla China sobre el Cantábrico.

Ayuda también que el recorrido sea para casi todos los públicos, aunque hay que tener en cuenta algunas cosas: antes de llegar al final han de atravesarse un par de espaldas bastante empinadas; debe permanecerse atento a dónde se pisa, sobre todo en las pasarelas, sobre todo si la ruta se hace con niños; y conviene saber que, con frecuencia, el viento sopla con fuerza.

Más de 45.000 visitas en verano

De este modo, Fuciño do Porco se presenta como uno de los senderos más impresionantes del norte gallego. Un lugar que para visitar en temporada alta (durante los meses de julio y agosto) es necesario realizar una reserva previa.

En este sentido, durante el último verano hasta 45.200 personas se acercaron a este enclave turístico para disfrutar de las impresionantes vistas que ofrece. Entre julio y agosto, entre las 9.00 y las 21.00 horas, el acceso está permitido, previa reserva, a un máximo de 75 personas.

 

Asimismo, y durante los dos veranos anteriores, el sendero había recibido 43.788 visitantes y 44.461 visitas respectivamente, consolidándose cómo uno de los grandes recursos turísticos de la Marina Lucense.

El mirador, al que se accede a través de la mencionada ruta que transcurre por pasarelas de madera y algunas escaleras, se alza en la entrada de la ría de Viveiro, sobre la playa de Pereira y Arena Grande. El recorrido tiene una distancia de 3,7 kilómetros (ida y vuelta), con una duración aproximada de 2 horas.

El enclave disfruta de unas vistas espectaculares. El Cantábrico se abre hacia el norte batiendo con fuerza en las rocas de la Punta Socastro. Al oeste se contemplan las tierras de granito de la isla Coelleira y Punta Cameiro, en primer plano, y Estaca de Bares por detrás. Hacia el este surge la costa del Ayuntamiento de Xove, con la punta Roncadoira destacándose. Y, si se mira hacia tierra, se podrá ver el camino recorrido y las pasarelas del Fuciño do Porco retorciéndose para salvar un desnivel casi imposible.