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Así es el milenario castro gallego que vigila el Atlántico desde la frontera con Portugal

Esta ciudad encaramada a 341 metros sobre el océano ofrece una de las panorámicas más espectaculares de Galicia

Así es el milenario castro gallego que vigila el Atlántico desde la frontera con Portugal
Así es el milenario castro gallego que vigila el Atlántico desde la frontera con PortugalTurismo de Galicia

En lo alto del Monte Santa Trega, en A Guarda (Pontevedra), se alza uno de los yacimientos arqueológicos más impresionantes del noroeste peninsular: el castro de Santa Trega. Este poblado, cuya ocupación comenzó en el siglo IV a.C. y se prolongó hasta al menos el siglo III d.C., llegó a convertirse en una auténtica ciudad fortificada que albergó entre 3.000 y 5.000 habitantes en su apogeo.

El enclave, con una extensión estimada de más de 20 hectáreas y situado a 341 metros de altitud, fue elegido por sus pobladores por su valor estratégico y defensivo. Desde sus laderas se controlaba el tráfico marítimo y fluvial, y ya desde la Edad del Bronce se registran en la zona petroglifos y grabados rupestres. Sus viviendas, de planta mayoritariamente ovalada, aunque también rectangular por influencia romana, se organizaban en torno a unidades familiares con una lógica urbanística que desmiente la apariencia caótica del asentamiento.

A pesar de su importancia histórica, el castro quedó durante siglos oculto bajo tierra, hasta que las primeras noticias documentadas del yacimiento salieron a la luz en el siglo XIX, con hallazgos como una figura de bronce de Hércules datada en 1860. En 1913, durante la construcción de una pista forestal, se redescubrieron restos que los vecinos ya conocían como las "Casiñas dos Mouros". A partir de ese momento se inició un proceso de excavaciones impulsado por la Sociedad Pro Monte y arqueólogos como Ignacio Calvo, Cayetano Mergelina y, más recientemente, Rafael Rodríguez.

El legado arqueológico del castro no termina en sus estructuras. En lo más alto del monte se encuentra el Museo Arqueológico de Santa Trega (MASAT), que alberga piezas destacadas como cerámicas, monedas romanas, herramientas, joyas y el célebre "Cabezón do Trega", un ídolo pétreo que se ha convertido en símbolo del yacimiento. El museo, que ocupa un edificio diseñado por el arquitecto Antonio Palacios y fue inaugurado en 1953, es fruto del esfuerzo popular por conservar y divulgar este patrimonio.

El castro de Santa Trega fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931 y en sus cumbres pueden visitarse también la ermita de Santa Trega, un Vía Crucis, el cruceiro de San Francisco y los miradores de O Facho y San Francisco, desde donde se contemplan espectaculares vistas de la desembocadura del Miño, el vecino Portugal y el valle de O Rosal.

Castro de Santa Trega
Castro de Santa TregaTurismo de Galicia

Qué hacer después de conocer el castro

La visita al monte se puede completar paseando por A Guarda, una villa marinera con un puerto lleno de vida, famosa por su gastronomía. El primer fin de semana de julio, A Guarda se convierte en un referente gastronómico con la celebración de su emblemática Fiesta de la Langosta y de la Cocina Marinera, una cita imprescindible para los amantes del buen comer y los sabores del mar.

Durante todo el fin de semana, su puerto se llena de actividad con degustaciones de productos del mar, especialmente de langosta, la gran protagonista del evento.