
Polémica
Del “bulo de los pélets” al “bulo de Altri”: Rueda acusa a la oposición de desinformar sobre el proyecto
Subraya que la “discusión ya no puede ser medioambiental” después de que “más de 40 técnicos y más de 30 informes” acreditasen su viabilidad ambiental

El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha vuelto a mostrarse firme hoy en la defensa del proyecto de la empresa portuguesa Altri para instalar una planta fibras textiles en el municipio lucense de Palas de Rei. Frente a la creciente contestación social y política, alentada por la oposición gallega, Rueda ha asegurado que la “discusión ya no puede ser medioambiental” tras la emisión de una declaración de impacto ambiental (DIA) favorable por parte de los técnicos de la Xunta.
Así, y durante la rueda de prensa posterior al Consello da Xunta celebrado este lunes en Ferrol, Rueda ha afirmado que “más de 40 técnicos y más de 30 informes acreditan la viabilidad ambiental del proyecto” y ha subrayado que la evaluación fue “rigurosa y objetiva”. “Aquí no se trata de opiniones políticas ni de intereses partidistas. Se trata de datos técnicos, y esos informes avalan que el proyecto cumple todos los requisitos”.
El presidente gallego ha demandado, además, que se deje de “politizar” un proyecto que, recuerda, fue declarado de interés estratégico por unanimidad en el Parlamento de Galicia, con el respaldo entonces de todas las fuerzas políticas. No en vano, las desavenencias sobre la iniciativa de Altri surgieron después de las elecciones autonómicas en las que el actual presidente salió vencedor con una clara mayoría absoluta.
Rueda ha querido poner el foco en el potencial industrial y económico de la iniciativa, a la que ha vinculado “la creación de empleo de calidad en una zona del interior de Galicia que necesita inversiones y oportunidades”. Sobre esta base, ha señalado que la Xunta actúa “con responsabilidad y con todas las garantías medioambientales”, y que ahora corresponde al Gobierno central analizar si el proyecto contará o no con financiación a través de los fondos europeos Next Generation.
En este sentido, el presidente ha pedido “igual trato que el resto de proyectos que hay en España” y ha recalcado que la evaluación ambiental ya está hecha por los técnicos autonómicos. “Escuché a la ministra hablar de máximas garantías, y me parece bien, pero esas garantías ya han sido aplicadas aquí”, ha subrayado.
Los pélets en el recuerdo
Asimismo, Rueda ha criticado con dureza lo que considera una campaña de desinformación, que ha comparado con lo ocurrido durante la llamada crisis de los pélets. Entonces, y ante la inminencia electoral con unas encuestas que ya vaticinaban la mayoría absoluta del PP, la oposición activó una campaña tratando de vender un desastre medioambiental en el litoral gallego que llegaron a equiparar con el Prestige.
“Hay actitudes y cosas que me recuerdan mucho a lo que se decía entonces. Le pido a la gente que reflexione sobre lo que se dijo y lo que realmente fue”, ha indicado antes de solicitar “responsabilidad, que cesen las coacciones y los bulos”.
En este marco, el presidente ha puesto otros ejemplos de la negativa continua, especialmente de los nacionalistas, a cualquier atisbo de desarrollo en la comunidad. Así, ha recordado el “rechazo” inicial del BNG a Alcoa o la AP-9.
“Decían exactamente lo mismo que están diciendo ahora cuando esos proyectos empezaron y se oponían con la misma vehemencia con que ahora defienden su continuidad”, ha reprobado, antes de defender el “rigor” de una Administración que “garantizando el medio ambiente hará todo lo necesario para que los puestos de trabajo y la riqueza que se puede crear un territorio o en otro, se queden en Galicia.
En cuanto a la participación del líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, en la manifestación contra el proyecto celebrada el sábado en A Pobra do Caramiñal, Rueda se ha mostrado tajante: “Supongo que alguien le pidió que saliera de la ambigüedad, y lo ha hecho por el lado más desafortunado. Pero cada uno elige su actitud”.
El presidente también ha rechazado las acusaciones de falta de transparencia: “Todo el procedimiento se ha llevado con luz y taquígrafos, con informes públicos y técnicos cualificados. Aquí no se ha forzado nada. Simplemente se ha cumplido con lo que marca la ley”.
Críticas de la oposición
Desde el PSdeG, el portavoz de la Ejecutiva, Julio Torrado, ha puestel foco en la financiación del proyecto y en su viabilidad económica. Así, ha asegurado que la planta necesita 250 millones de euros de fondos públicos y que, si estos dependiesen de la Xunta, “ya estaría construyéndose”. “Porque se concederían desde el despacho de Rueda, como ya se concedieron permisos acelerados”, ha opinado antes de afirmar que, en su opinión, Galicia “no necesita ni quiere este proyecto”.
Torrado ha defendido que los fondos Next Generation deben seguir siendo gestionados desde el Estado y ha señalado que la clave está en “si el proyecto se sostiene sin ese dinero”. Aunque ha reconocido que el Gobierno deberá evaluar la solicitud conforme a los procedimientos establecidos, ha subrayado que el PSdeG defiende “el cumplimiento de las normas, no la prevaricación”.
Por su parte, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, ha vuelto a calificar la iniciativa de “bomba ambiental” y ha pedido a Rueda que “rectifique” y deje de “criminalizar a quienes defienden el futuro de este país”. La líder nacionalista ha denunciado que el proyecto “pone en riesgo 8.000 empleos en tierra y mar” y ha acusado a la Xunta de “defender los intereses de una empresa portuguesa en lugar de los del rural y la gente del mar en Galicia”.
Pontón ha interpretado que el informe ambiental favorable “estaba decidido desde el minuto cero” y ha advertido que la instalación de la fábrica “sólo va a incrementar la superficie de eucalipto en Galicia”, lo que considera “un despropósito”.
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